Proclamado por la ONU, este día invita a reflexionar acerca de la importancia de cuidar este recurso fundamental para la vida en la Tierra, al tiempo que busca hacer foco en la gravedad de la crisis mundial del agua y la problemática de millones de personas que no tienen acceso al suministro de agua potable.
En 2015, el mundo se comprometió con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6 como parte de la Agenda 2030: que todos tendrían agua y saneamiento gestionados de forma segura para 2030.
Si bien se lograron avances, hay muchas personas (principalmente en áreas rurales) que aún carecen de estos servicios básicos. Según datos de las Naciones Unidas, en todo el mundo, una de cada tres personas no tiene acceso a agua potable salubre, dos de cada cinco personas no disponen de una instalación básica destinada a lavarse las manos con agua y jabón, y más de 673 millones de personas aún defecan al aire libre. Por eso, es fundamental profundizar las acciones para lograr que el acceso al agua potable sea una realidad en todo el mundo.
Desde lo individual, es posible colaborar a partir de un uso responsable del agua con acciones como tomar duchas más cortas, no dejar las canillas abiertas si no se están utilizando y arreglar pérdidas en grifería para evitar el desperdicio del recurso.