Los ministros de Educación y de Empleo del foro destacaron la importancia de la coordinación de políticas.
La declaración final de la Reunión conjunta de ministros de Educación y Empleo del G20 destacó la importancia de crear políticas educativas y de empleo coordinadas para abordar el futuro del trabajo, una de las prioridades definidas por la presidencia argentina del foro.
En una conferencia de prensa posterior, el ministro Educación, Cultura y Ciencia y Tecnología de la Argentina, Alejandro Finocchiaro, celebró el trabajo en conjunto. “Hoy la educación y la capacitación no pueden ser circunstancias que estén signadas a un solo período de la vida. Hoy un chico que tiene 12 o 13 años posiblemente cambie de seis a siete veces de trabajo en su vida. La mitad o más de esos trabajos todavía no han sido creados y posiblemente sean estos chicos y estos jóvenes quienes los creen”, señaló.
“Hemos estado trabajando en la interacción entre el mundo del trabajo y el mundo de la educación, en cómo construimos capacidades y habilidades para toda la vida, desde la infancia hasta la adultez”, agregó.
Jorge Triaca, secretario de gobierno de Trabajo y Empleo de la Argentina, también hizo referencia a los logros de la reunión y a la declaración conjunta. “Los cambios tecnológicos que enfrentamos van a requerir que nuestros trabajadores y que nuestras personas tengan la posibilidad de acceder al conocimiento y a la adquisición de habilidades para los distintos oficios y trabajos”, dijo.
“La declaración conjunta hace mención a la importancia de definir políticas públicas en función de la formación profesional continua. Los cambios tecnológicos que enfrentamos van a requerir que las personas tengan la posibilidad de acceder al conocimiento y a la adquisición de habilidades para los distintos oficios y trabajos”, añadió.
La declaración conjunta reconoce que la innovación tecnológica y otras transformaciones económicas y sociales está cambiando el mundo del trabajo. Este fenómeno, explica el documento, implica desafíos y oportunidades que requieren el desarrollo de habilidades a través de un enfoque de aprendizaje permanente para la adaptación a nuevos escenarios.
En un anexo a la declaración, los ministros proponen 22 puntos que incluyen desde promover habilidades básicas hasta fomentar otras más relacionadas con la ciencia y la tecnología. El aborda asimismo la promoción del emprendedurismo y otras “habilidades del siglo XXI”, como pensamiento crítico, creatividad, resolución de problemas, comunicación, flexibilidad y colaboración. También destaca algunas específicamente digitales, como la programación, el análisis de big data y la robótica.
Los ministros también mencionan la mejora de las competencias y habilidades de educadores y capacitadores, y alientan la inclusión de las mujeres en todos los niveles de educación, especialmente en programas de ciencia, tecnología y matemáticas.
La declaración recalca en distintos pasajes la necesidad de “priorizar el desarrollo de habilidades entre los grupos vulnerables y subrepresentados” y expresa el compromiso de abordar la desigualdad a través de “políticas que garanticen oportunidades inclusivas y equitativas para todos”.
Además, los ministros se refirieron a la transición entre la educación formal y el trabajo. Para ello recomiendan herramientas como formación profesional, tutorías, orientación profesional, pasantías, programas de primer empleo y otros caminos que puedan atraer a los jóvenes.
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