La Fundación Prosegur, en colaboración con el área de Innovación de la Compañía, ha lanzado un reto para start-ups orientado a buscar soluciones de seguridad que ayuden a restablecer la educación presencial en espacios seguros y libres de Covid-19. El objetivo principal de esta iniciativa consiste en encontrar soluciones innovadoras que faciliten la convivencia en los centros de formación, ya que estos espacios se caracterizan por su alta densidad de ocupación, sus superficies limitadas y donde el contacto físico es muy habitual, como: aulas, cafeterías, patios de recreo, vestuarios, baños, laboratorios, bibliotecas, auditorios o enfermerías.
Para Mercedes Borbolla, directora de la Fundación Prosegur, “el impacto de la pandemia en la educación ha sido sistémico. Ha afectado directamente a alumnos, docentes, centros educativos y familias”. La responsable de la Fundación Prosegur ha destacado, en este sentido, que “resolver el problema de la educación presencial debe colocarse en un primer plano de la agenda, ya que es necesario enfrentar las consecuencias del distanciamiento en aspectos como el equilibrio emocional y la sociabilidad de los alumnos, la deserción escolar, la brecha digital, la conciliación familiar o, incluso, un regreso eficiente a la empresa”. Borbolla ha puesto en valor, además, “el papel de la educación como motor del progreso, un derecho fundamental para niños y jóvenes, por lo que todos debemos cooperar en la resolución de este desafío social”.
La convocatoria, que estará abierta hasta el próximo 6 de julio, cuenta con el apoyo de las fundaciones Comité Español de los Colegios del Mundo Unido, Empieza por Educar, Ashoka, Créate y Scientia, además de la plataforma global de emprendimiento South Summit y la institución educativa La Salle. A esta iniciativa se ha sumado, también, la Comunidad de Madrid, que apoyará el desarrollo de un programa piloto para la start-up ganadora del reto. Todas estas entidades formarán parte del comité de selección del proyecto ganador junto con expertos de los ámbitos médico y académico.
La iniciativa se enmarca en el programa de innovación abierta lanzado por Prosegur a principios de año, Come In, y está dirigida a cualquier start-up, tanto a nivel nacional como internacional.
La compañía ganadora tendrá la oportunidad de desarrollar pruebas piloto en un centro educativo de la Comunidad de Madrid. Posteriormente, se iniciará el proceso de comercialización a nivel global. En este sentido, es muy relevante la capacidad de escalabilidad de la solución, ya que se trata de un problema de incidencia mundial, con amplias regiones donde el acceso a la educación presencial es todavía más necesario dada la profundidad de la brecha digital. Un impacto que la Fundación Prosegur ha podido evidenciar a través de su programa de cooperación al desarrollo, Piecitos Colorados, que cuenta con escuelas adscritas en 6 países de Latinoamérica.
“Este reto es una llamada a la acción para que el talento innovador se sume a este desafío social, junto a la empresa, las instituciones educativas, el tercer sector y las administraciones públicas. Con ello, esperamos que la tecnología nos ayude a recuperar el elemento que nos hace más humanos: el contacto y la interacción con los demás”, ha añadido José Daniel García Espinel, director de Innovación de Prosegur.