En tiempos de pandemia y de cuarentena, las organizaciones de la sociedad civil cumplen un papel fundamental. Desde iniciativas como el impulso de la obligatoriedad del barbijo hasta la asistencia a los más necesitados, su accionar marca la diferencia y se complementa con el del Estado. ¿Qué están haciendo y qué proponen para afrontar este contexto?
En épocas de crisis, las organizaciones de la sociedad civil suelen cobrar más relevancia. Y ésta es una de ellas. Tanto porque la comunidad requiere mayor asistencia -económica, educativa, tecnológica, psicológica, médica y social- como porque se transforman en los motores propulsores de iniciativas y medidas indispensables para la gente.
“Las organizaciones de la sociedad civil en estos días ocupamos un rol complementario a los esfuerzos que el Estado Nacional, las provincias y los municipios están haciendo, gracias a la capilaridad que tenemos”, explica Mario Roset, CEO y Co-fundador de Civic House, organización enfocada en la innovación cívica cuya comunidad está compuesta por Change.org, Wingu, Donar Online, Ada, Kubadili y Fonselp.
“De hecho, las organizaciones de la sociedad civil fuimos los primeros actores en dar atención inmediata a estos esfuerzos, apoyamos a las comunidades vulnerables debido a la cercanía que mantenemos, brindamos acompañamiento inmediato a adultos mayores y a otras poblaciones de riesgo, muchas organizaciones dieron suministros necesarios para el personal de salud y a esto se le suma la llegada a los comedores sociales, y el apoyo psicológico y emocional, por lo que creo que estamos teniendo un rol fundamental en estas primeras semanas de aislamiento físico, en un contexto de un país en recesión”, suma Roset.
Algunas iniciativas
Desde el día uno, Civic House y sus organizaciones miembro tomaron un papel activo frente al Covid-19, tanto en Argentina como en Colombia, México y Ecuador, entre otros países. Una de las más resonantes es la campaña #YoUsoBarbijo, de concientización y movilización, con el objetivo de prevenir la expansión del virus a través del uso de tapabocas.
En tanto, en Donar Online, desarrollaron micrositios por temática y país con el objetivo de aumentar las donaciones recaudadas por las organizaciones sociales con proyectos que responden a la crisis actual. Entre ellos, Argentina en Acción (en alianza con Mercado Libre y la comunidad de Empresas B), Bancos de Alimentos y el micrositio para ayudar a diferentes organizaciones frente al Covid-19. Además, están ofreciendo capacitaciones y entrenamientos para mejorar el rendimiento de las campañas de recaudación de fondos, y proveen una plataforma para el fundraising que promueve las donaciones , tanto únicas como recurrentes, de forma segura.
Como resultado, se duplicaron los números de donaciones por parte de la sociedad civil en 530 organizaciones durante marzo, abril y mayo, respecto del mismo período de 2019. El total recaudado es de $101.000.000, un monto donado por la ciudadanía a las diferentes organizaciones que acompañan a poblaciones vulnerables.
Además, durante este período, 34.300 personas se convirtieron en nuevos donantes de esas organizaciones a causa de la pandemia, y ese número se traduce en $29.000.000 de donaciones efectivas por la emergencia.
En Kubadili, desde donde acompañan a ONG, empresas sociales y gobiernos para que puedan anticiparse y adaptarse a contextos cambiantes, están realizando mentorías personalizadas con expertos sobre varias temáticas, entre las que se destacan cómo aumentar el impacto social durante el contexto actual, y cómo transformar los eventos presenciales en virtuales sin perder la calidad. Además, ofrecen webinarios gratuitos sobre cómo implementar el trabajo remoto y cómo construir equipos de colaboración en línea.
Desde Wingu, ONG de tecnología cívica que potencia proyectos e iniciativas sociales y maximiza su impacto a través de un proceso de transformación digital, brindan meetups semanales gratuitos sobre herramientas tecnológicas digitales y están desarrollando varias aplicaciones y adaptaciones, entre las que se destaca la de Caminos de la Villa-COVID, una plataforma para detectar problemáticas relacionadas al aislamiento en las villas de la ciudad.
En Fonselp, donde vinculan empresas, pymes, ONGs y universidades de Iberoamérica, desarrollaron un portal de recursos, donaciones y compras de impacto para organizaciones sociales, en el marco de la pandemia, que fomenta la transparencia y la generación de oportunidades para cooperativas y microempresas, en este contexto tan difícil.
Desde Change.org, lanzaron una plataforma para abarcar las peticiones sobre el COVID-19 para abogar por una mejor respuesta de los gobiernos de la región. De hecho, desde aquí se promovió la petición del uso obligatorio del barbijo en la Ciudad de Buenos Aires.
Por último, en ADA, donde empoderan mujeres a través de la tecnología, está ofreciendo capacitaciones virtuales sobre programación de front-end y back-end totalmente gratuitas y abiertas a toda la región.
“La sumatoria de las partes y de cada una de las organizaciones miembro de la comunidad de Civic House ha generado una potencia mucho mayor que si hubieran actuado por separado. Aprovechando la innovación cívica y el know how de quienes integran nuestro colectivo, junto con la capacidad de investigar y de profundizar desde una óptica ciudadana, a la que se le suma la tecnología que ya tenemos disponible, se generan muchas soluciones para comenzar a implementar. Y ha quedado manifestado que, si bien cada organización profundizó aquello a lo que se dedica, como colectivo hemos podido aumentar las probabilidades de éxito en un momento tan delicado como el actual”, concluye Roset.
