ALADYR, la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua junto a la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental, AIDIS, llevaron a cabo un taller online sobre las tecnologías disponibles para el saneamiento del agua en torno a la presencia del coronavirus (COVID-19) y otros agentes patógenos.
Carlos Rivas, representante de ALADYR para Argentina y de Atlantium empresa asociada, sostuvo: “Deberá ser una prioridad de la agenda post pandemia por parte de las autoridades y gobiernos proveer agua segura y saneamiento a miles de millones que carecen de condiciones sanitarias dignas. A esta situación crítica se suma que el cambio climático amenaza cada vez más en restar fuentes de agua”.
Según la OMS cada dólar invertido en saneamiento permite economizar 4 dólares en salud pública, lo que significa una asignación más eficiente de recursos. Al respecto, Christian Taylor, Presidente de AIDIS afirmó: “Las crisis epidemiológicas son una oportunidad para hablar de la importancia del agua. Estamos todos trabajando en nuevas soluciones técnicas para llegar a más gente y resolver las problemáticas”.
Alejandro Sturniolo, Directivo de ALADYR y Vicepresidente de la Asociación Internacional de Desalinización (IDA) agregó que: “En Argentina, la salud ya venía corriendo riesgo por muchas enfermedades producto de la mala calidad del agua o su escasez, crisis a la cual se suma la nueva pandemia. Es necesario mejorar el sistema de supervisión, regulación y tratamiento del mismo, así como invertir en soluciones”.
El encuentro contó también con la presencia de los especialistas Alessandra Paia y Marcelo Bueno, representantes de la empresa Toray; Carlos Rivas por parte de Atlantium; y Miguel Gutiérrez de De Nora Water Technologies.
Tecnologías para la desinfección de agua y efluentes :
La radiación UV es un eficiente germicida debido a que penetra en las células de los microorganismos y altera su información genética (ADN) inhibiendo funciones vitales como la reproducción. Esta tecnología es eficaz para proporcionar agua segura, de amplia utilización en distintas actividades con las mayores exigencias microbiológicas: industria farmacéutica, de bebidas, alimenticia, acuicultura, etc. “El Premio que otorga la American Water Works Association (AWWA) a la Mejor Calidad de Agua 2015 fue la tratada con radiación UV. No genera desechos de gas metano, por lo que es ecoamigable”, sostuvo Rivas durante el taller.
También se realiza el método de desinfección por cloro, uno de los más convencionales. “Ese proceso elimina con gran eficiencia los virus, incluidos los coronavirus y bacterias. Pero no todos estos patógenos son tan sensibles al cloro, como los virus sin envoltura con transmisión conocida por el agua como adenovirus, norovirus, rotavirus y hepatitis A”, aclara Sturniolo.
Una modalidad alternativa y con creciente aplicación en los últimos 20 años es la generación del hipoclorito de sodio in situ, donde el producto desinfectante se fabrica en la misma instalación. Esto disminuye significativamente costos, riesgos de transporte, almacenamiento y operativos.
Por último, la tecnología de membranas o ultrafiltración (UF) tiene la capacidad de remoción de 99,9999% de bacterias y 99,99% de virus. Muy utilizada para tratamiento de efluentes y principalmente para agua potable, reduce la utilización de químicos, convirtiéndose en una alternativa amigable con el ambiente.