Fabia Tetteroo-Bueno, Vicepresidente sénior y Gerente General de Philips para Latinoamérica, dialogó con PRESENTE desde las oficinas de Panamá sobre cómo será el balance de la vida personal-profesional pospandemia. Además, cuenta sobre el papel de la Fundación Philips y destaca su visión sobre los liderazgos a partir de la diversidad.
¿Qué medidas llevaron a cabo para con sus colaboradores en el marco del COVID-19?
Empezamos marzo con una situación bastante peculiar. Escuchamos que nos deberíamos preparar empezar a cerrar las oficinas porque la situación estaba agravándose en Europa y ya estábamos viendo los primeros casos en por llegar a América Latina. El 14 de marzo estábamos con todas las oficinas cerradas. Teníamos más de 200 colaboradores viajando en Latinoamérica, donde somos 2800. Entonces la primera acción fue volver todos a casa lo más rápido posible. Tuvimos problemas con la repatriación de dos personas de la República Dominicana, que tardaron dos meses para poder traerlos desde allá. Pero la prioridad principal fue traer de vuelta a la casa a toda la gente; todos los que estaban en oficina pasarlos a home office; y preparar equipos de seguridad, mascarilla, ropa, a las personas que tienen que visitar hospitales como la gente que hace aplicación de equipo. Cerramos nuestra fábrica en las primeras semanas, pero después de un mes abrimos con todas las reglas de seguridad -mascarilla, distanciamiento, higiene-. Estamos desde hace siete meses así. Solamente una de las oficinas, la de Brasil, está abierta siguiendo todas las normas de sanidad. Somos nueve oficinas y dos fábricas. Las fábricas están trabajando y las otras ocho oficinas están todavía cerradas. Por la pandemia establecimos “el triple deber de cuidado”. Primero asegurarse que nuestros colaboradores estaban seguros, ya sea desde casas, si tuvieran que ir a fábricas o visitar un cliente en el hospital. Segundo, estar cerca de nuestros clientes que también vieron sus necesidades completamente cambiadas. Nuestros clientes de consumo fueron de offline a online completamente. Tenían que tener apoyo con eso. Nuestros clientes de hospital necesitaban de otros equipos, ventiladores, monitoreo. Después de un mes y medio en manejo de crisis, empezamos a hablar con nuestros clientes sobre cómo va a ser el mundo post pandemia y cómo nos preparamos juntos. Entonces, eso para nosotros fue el triple deber de cuidado.
¿Dónde ubica Philips el foco de atención de sus acciones de RSE?
Hicimos algunas acciones muy puntuales con nuestra Fundación Philips para apoyo por la emergencia del COVID. En Argentina, en colaboración con el Hospital Austral, trabajamos en el envío de equipos médicos de emergencia y productos para utilización personal. En México hicimos lo mismo con el Instituto Nacional de Cardiología, para detectar anomalías causadas por el COVID. En Ecuador también entablamos una relación, con la beneficencia de Guayaquil. En Brasil, con la fundación de la Universidad de San Pablo. Y en Perú, trabajamos en la región amazónica, con el Hospital Regional de Loreto con la misma idea. Darles equipos para que pudieran diagnosticar la enfermedad. En Panamá donamos algunos ultrasonidos. Esas son las cosas de emergencia, que es algo puntual. Pero creemos en ir más allá de la emergencia. En el último mes tuvimos el lanzamiento, por nuestro CEO Global, de la actualización de nuestra misión. Entonces ahora no queremos decir más “misión”, queremos decir “propósito”. Tenemos un fuerte compromiso ambiental, social y de gobierno corporativo, pero queremos enfatizarlo todavía más. Porque con la pandemia se ve la necesidad de que nosotros como consumidores tenemos un impacto en todo lo que compramos. Yo siempre digo que si compras un chocolate y vos sabes que viene de un trabajo esclavo, sos parte de la esclavitud. Es así con todo lo que compramos. Entonces como consumidores tenemos una responsabilidad. Pero las empresas también tienen responsabilidad. Encontrar la manera de no impactar negativamente en el ambiente y en la sociedad. Lanzamos ahora la actualización de nuestro propósito: queremos, para 2025, impactar positivamente en la vida de dos millones de personas en el mundo al año trabajando en la parte ambiental con “Eco Desing”. La idea es que todo lo que estamos produciendo sea con el mínimo impacto posible al ambiente. Reducción de plástico. En cuanto a la parte social, no solamente hacer donaciones, sino trabajar en que la cadena de valores no impacte negativamente en la sociedad. Tener planes de inclusión en nuestro trabajo, diversidad de género y de ideas. Por último, cómo podemos dar más acceso a la salud en el mundo. En América Latina el 30% de la gente no tiene acceso a salud. Y ahora con el COVID creemos que ese número va a ampliarse porque más del 50% de la gente en Latinoamérica no tiene empleo, y el acceso a salud está íntimamente relacionado con tener un trabajo. Con tanta gente que perdió su puesto de trabajo, ese número del 30% que comentaba puede incrementarse. No tenemos números todavía, pero estimamos que puede crecer a 50%. Esas son las áreas donde estamos trabajando con nuestro propósito de empresa para dar más acceso a salud. Ayudar a los gobiernos y al sector médico, responsabilidad social y medio ambiente.
¿Qué papel tiene la Fundación Philips en materia de RSE?
Yo trabajé en Filipinas que es un país donde tienen muchísimos desastres naturales. Hay un desastre natural y se pierde todo. Tenes que hacer una donación. Entonces creo que responsabilidad social no es solamente hacer donaciones. El enfoque de Philips Foundation realmente es apoyar en la emergencia, pero el propósito de Philips va más allá que el de Foundation. Nuestro propósito como empresa es que todo lo que hacemos tenga un impacto positivo. Porque si solamente se hacen donaciones nunca impactará de una manera sostenible para siempre. Queremos ayudar de una manera sostenible, que nuestros productos impacten lo mínimo posible en el ambiente, de que nuestros colaboradores estén en un ambiente diverso e inclusivo. Entonces para nosotros responsabilidad social es ese mix de las dos cosas. Las donaciones sí, para emergencias, pero no es lo que va a cambiar el mundo. No queremos hablar de números solamente. Lo que tiene vida son las personas. Queremos que todos sepamos qué estamos haciendo en nuestro día a día y cuál es el impacto en nuestro consumidor, en nuestro médico, en nuestro paciente. Para que hagamos siempre todo de mejor manera y para que impactemos más positivamente en la comunidad en la que estamos. Para mí, responsabilidad social son esas dos cosas. Voy a dar un ejemplo muy lindo de Argentina, de cómo queremos que nuestra gente adhiera a nuestro propósito. El mejor ejemplo es el Móvil de Atención Materno Infantil (M.A.M.I). Lo pusimos hace dos años para hacer trabajos de prenatal y postnatal en las regiones más vulnerables en Buenos Aires. Convertimos un camión que estaba abandonado en un móvil para ayudar a comunidades más relegadas. Trabajamos con algunas organizaciones locales y juntos se creó el proyecto donde se puede hacer prenatal, se puede hacer ecografía. Entonces, algo que hoy sería desechado se convirtió en un programa sostenible en Buenos Aires. Ese es el tipo de mentalidad que queremos en nuestra gente. Todos tenemos ideas buenísimas de cómo nuestro trabajo puede impactar positivamente en la sociedad. Nuestro Team en Argentina tiene un comité de voluntarios formado por empleados que tienen siempre ideas de cómo implementar cosas sostenibles para la comunidad.
Como mujer líder, ¿cuál considerás que es el valor del liderazgo femenino en una organización?
Creo mucho en el poder de la diversidad en todos los niveles. Una vez tuve una discusión con el Team que desarrolla biberones. Si es hecho por alguien que nunca tuvo a cargo un bebé, no entiende qué es lo que necesita un bebé. Uno de nuestros biberones más populares es el Natural, que toma el lugar del pecho de la mamá. Hay madres que no pueden dar el pecho porque tienen que volver a trabajar, o por la causa que sea. Necesitamos tener todo tipo de gente en nuestro Team para que tengamos ideas distintas, que nos desafiemos, que pensemos como nuestro consumidor, pacientes o médicos. Queremos tener todo tipo de background. Yo no me veo como mujer en Philips, me veo como una profesional que tiene una perspectiva distinta de otro colega hombre, que también es un profesional. Somos todos profesionales y queremos que todos sean tratados así, esa es la cosa más importante. Estimulo mucho que tengamos gente que piense distinto, que venga de educación distinta, de niveles sociales distintos, de lugares, de géneros distintos. De esta manera nos desafiamos y creamos cosas para más gente en la comunidad. Entonces, para mi diversidad es realmente llegar a más gente.
¿Qué proyectos tienen para lo que resta del 2020 y para el 2021?
El proyecto más importante ahora como organización y como sociedad, es pensarnos cómo va a ser la vida post pandemia. No podemos tener la ilusión de que todo va a volver a ser como antes. Ese es el trabajo que estamos haciendo. Mirando cómo van a ser nuestras oficinas después. No vamos a volver a estar cinco días en la oficina. La gente aprendió a trabajar desde casa y no necesariamente todos tenemos que volver a las oficinas. Ya tenemos una idea. La mayoría de la gente está contenta de trabajar desde casa cuando es algo individual o es un pequeño grupo. Estamos pensando, también, cómo va a ser la relación con nuestros clientes post pandemia. Vemos que las tiendas son cada vez más online. Tenemos que estar preparados para eso. Con los hospitales estamos viendo un crecimiento absurdo de la telemedicina. Algo que en América Latina, en oposición a lo que estaba pasando en Europa, era muy bajo. Ahora se ve que cada vez sucede en mayor medida. Vemos que hay mucha más demanda para digitalización y conectividad, cosas que nuestras reglamentaciones no estaban listas para eso. Creo que para fin de año y para el año que viene hay que prepararnos como comunidad, como sector de salud, como retail, sobre cómo va a ser la vida post pandemia. Hay cosas muy positivas que vinieron para quedarse. Como estar más en casa trabajando, tener un mejor balance de vida personal-profesional. Aprendemos cuándo es bueno estar con colegas, cuando necesitamos tener brainstorming. Aprendemos a comprar online. Con la medicina creo que vamos a tener avances grandes por tener más conectividad. No se va a necesitar más tener una hora de camino al hospital por la consulta, quince minutos de espera y después una hora más de viaje de regreso. Vamos a tener muchas más oportunidades con tecnología en medicina. La gente va a tener más empoderamiento de su salud. Se va a poder hacer mucho más online. Ese es mi pensamiento. Tenemos que estar fuertemente pensando cómo va a ser la vida post pandemia y para nosotros es nuestra prioridad. Estamos muy entusiasmados en América Latina y en trabajar con el sector de salud y de retail en el mundo que se viene.