Air Protein es una startupque se inspiró en el programa espacial de la década de 1970 desarrollado por científicos de la NASA, donde exploraron una forma de alimentar a los astronautas en viajes espaciales largos utilizando la transformación del carbono.
Si bien aquella idea no progresó, ahora Lisa Dyson y John Reed, fundadores de Air Protein decidieron hacerla realidad y crear así carne del aire.
Tras sus investigaciones en la Universidad de Berkeley, Dyson y Reed entendieron que para evitar el cambio climático había que hacerlo desde la alimentación. Y más concretamente, desde la carne.
Así, se aliaron con Kiverdi, una empresa que usa dióxido de carbono reciclado para diseñar alternativas al aceite de palma, pero basado en microbios.
Según explican, el proceso es similar que se utiliza al producir yogurt. La startup cultiva microbios hidrogenotróficos en tanques de fermentación y los nutre con una mezcla de oxígeno, dióxido de carbono, minerales, agua y nitrógeno. Esa mezcla da como resultado una harina rica en proteínas que tiene una composición de aminoácidos similar a las proteínas de la carne. En base a eso, una serie de “técnicas culinarias dan las distintas texturas” de la carne o el pescado.
Dyson y Reed sostienen que el proceso usa 1,5 millones de veces menos de tierra y 15.000 veces menos agua que el proceso habitual para lograr carne animal. Dyson sostiene: “esta tecnología no sólo nos permite ser eficientes en costes desde el principio, sino tener una estructura de costes que continúa reduciéndose”.