Desde que comenzó el proyecto ya fueron conectados 50 hogares a la red de agua potable.
“Estamos comenzando una nueva etapa en lo que tiene que ver con llevar un derecho humano como es el agua potable a mis vecinas y mis vecinos, con quienes hace más de dos décadas empezamos caminando este barrio que era un barrio de calles de barro, junto con Sergio Massa que en ese momento era el diputado provincial más joven que había tenido la provincia de Buenos Aires. En ese entonces entregábamos las escrituras casa por casa, les llevábamos la propiedad de sus viviendas para que puedan dejarle un legado a sus hijos”, expresó la Presidenta de AySA.
Se trata de una alianza público-privada en la que AySA actúa como socio técnico capacitando a las cooperativas que llevan adelante las obras y acompañando a la organización Sumando, a cargo de la implementación, sobre cómo abordar un proyecto de esta magnitud. Los fondos son aportados por Fundación Coca-Cola, con el respaldo de Coca-Cola Argentina y Coca-Cola FEMSA.
Fernanda Salerno, por su parte, declaró: “Coca-Cola está vinculada a iniciativas que tienen que ver con el agua desde hace muchísimos años, porque es el elemento con el que producimos todas nuestras bebidas, así que siempre tenemos un vínculo muy cercano. A partir de eso, es que buscamos comprometernos seriamente en trabajos de acceso al agua segura y potable para toda la gente. Con Fundación Coca- Cola identificamos iniciativas y proyectos que tengan que ver con eso y hoy lo que hacemos es generar asociaciones, en este caso a través de una organización que se llama GETF (Global Environment & Technology Foundation), que encontró un socio como Sumando, y que enseguida nos vinculó con AySA. Hay un trabajo primario y secundario, y lo que estamos posibilitando es la llegada a ese último tramo final que son los hogares de las personas o los centros comunitarios. Como decía Malena, “estamos todos en red”. AySA hace redes de agua y cloaca, y nosotros redes institucionales entre personas para que esto sea posible”.
En ese sentido, la presidenta de Sumando, Valeria Merkin señaló: “Somos una organización que su eje es la participación ciudadana y el empoderamiento para la gestación de proyectos de impacto en las sociedades y en las comunidades. Y este proyecto que tiene como corazón el agua junta esas dos cuestiones que son claves y de las cuales nosotros estamos convencidos de que hay que trabajar. Lo maravilloso que tiene este proyecto es que tenemos a todos los actores que uno considera que deben estar involucrados para que haya transformaciones profundas y a largo tiempo. Que deben y que pueden y que quieren, que eso es lo más importante, generar un proyecto que concretamente garantiza y amplía derechos”.
El barrio popular Las Tunas está ubicado en una depresión topográfica cercana a los humedales de la cuenca del río Luján, lo que expone a sus habitantes a la falta de agua e inundaciones. Aunque la red pública de agua llegó a la zona hace casi 10 años, muchos de los hogares de lugar todavía no tienen conexión y la mayoría de los vecinos no accede a ese servicio básico.