A través de la colaboración de distintas organizaciones, instituciones educativas y gubernamentales, ReforestArg lleva plantado 43.000 árboles nativos en sitios degradados de provincias argentinas.
Siguiendo la lógica de la restauración ecológica, este organismo busca devolverle a los bosques su estructura, composición, diversidad de especies y funcionamiento para evitar que se conviertan en desiertos.
El Bosque Terma se compone de cuatro mil árboles autóctonos de dos tipos: el Ciprés de
la Cordillera y el Coihue en Chubut. El último fin de semana de septiembre, 60 voluntarios
ponen manos a la obra por un objetivo común: reforestar los bosques del sur del país.
“En línea con nuestro compromiso de promover un modo de vida más consciente y amigable con el medio ambiente, apostamos a esta alianza con ReforestArg, para impactar de manera concreta y positiva en nuestro mundo y concientizar a las personas sobre la importancia de cuidarlo para las generaciones futuras. Anhelamos y continuaremos trabajando para que esta acción sea la primera de muchas”, dice Sofía Biassoni, Brand Manager de Terma.