A lo largo de este año, la industria aérea mundial ha centrado su atención en temas de sostenibilidad y la búsqueda de la descarbonización en la aviación.
De acuerdo con un estudio publicado por Aerotime Hub, las aerolíneas fortalecieron los lazos con la cosecha de nuevas empresas que desarrollan aeronaves para vuelos eléctricos e híbridos, tanto de despegue y aterrizaje convencionales como eVTOL.
Según el reporte, los jugadores importantes como Qantas, Lufthansa, Alaska Airlines y Ryanair aumentaron sus compromisos de combustible de aviación sostenible (SAF).
Además, fabricantes como ATR, Embraer y Pratt & Whitney también comenzaron a probar vuelos, a través del uso de 100% SAF, con la aerolínea Virgin Atlantic, con el objetivo de cruzar el Atlántico de esta manera.
Heart Aerospace rediseñó su futuro avión para agregar propulsión híbrida y carga útil adicional, mientras que Textron adquirió al pionero esloveno de aviones eléctricos Pipistrel. Joby avanzó en su camino hacia la certificación, mientras que Archer recibió algunos pedidos de American Airlines al presentar su prototipo Midnight.
En tanto, otros prototipos, como el de cuatro plazas de Volocopter y el Alice de Eviation, están usando este tipo de tecnologías.
En lo referente al uso de hidrógeno, éste ha estado activo con Easyjet, Delta Airlines y American Airlines, empresas que mostraron un gran interés en el tema.
Los tipos de aviones alternativos, como el dirigible Airlander de HAV, el vehículo de efecto suelo de REGENT y el proyecto de avión supersónico de Boom, también fueron noticia a lo largo de este año, al igual que otros proyectos supersónicos en China y Rusia.
Además, los aeropuertos y las aerolíneas intensificaron sus esfuerzos para optimizar la experiencia de check-in (registro) y embarque con la nueva tecnología biométrica.
En conclusión, de acuerdo con el reporte, la industria está desarrollando innovaciones y algunas de estas tecnologías, sin duda, tendrán un impacto transformador en la forma en que en las personas viajan.