En la Argentina, hay un índice de abandono del 30 por ciento de la secundaria, lo que sucede por diferentes motivos, como la necesidad de ingresos económicos o de tener que realizar tareas de cuidado en el hogar. En la gran mayoría de los casos, para muchos jóvenes que comenzaron a trabajar es muy difícil retomar los estudios.
Aunque es un desafío, varias empresas vieron esta brecha y comenzaron a implementar acciones para fomentar la educación y acompañar a los colaboradores para que finalicen sus estudios.
Algunas de ellas, como Bodega Trivento, Volkswagen Group Argentina y Essen nos cuentan como observaron esto y qué acciones decidieron tomar. Asimismo, la Fundación Cimientos nos detalla sobre esta problemática en la Argentina y la importancia de la articulación con el sector privado para que los jóvenes continúen sus estudios.
“Para Bodega Trivento, la educación es una herramienta transformadora de la sociedad. La organización entiende la formación como el principal motor de inversión social y a la calidad como las prácticas de excelencia que llevan a una producción responsable poniendo el foco en el cuidado de las personas y el ambiente, para que podamos vivir en un mundo mejor”, indica Fernanda Bertinatto, Jefa de Desarrollo Organizacional y Experiencia Interna de Bodega Trivento. Por eso en el año 2008 puso en marcha el programa Vientos de Oportunidad, que engloba todas las iniciativas destinadas a la educación. Ese mismo año, la compañía comenzó con el primer ciclo de Terminalidad Educativa Semipresencial, en alianza con la Dirección General de Escuelas (DGE) de Mendoza, destinado a aquellos colaboradores que deseaban finalizar sus estudios secundarios. Este año se inició el sexto ciclo y ya son más de 100 los egresados.
En 2023, se extendió el alcance y se abrieron sus puertas a vecinos y referidos, dando inicio al aula comunidad. Además, en 2017 se sumó un aula de nivel primario que permitió llegar a aquellas personas que no habían finalizado sus estudios básicos.
Por otra parte, en 2022, la empresa firmó un convenio de colaboración con la Universidad Maza para promover prácticas profesionales de excelencia. “Esta Práctica Educativa Vendimia (programa PEV) es un entrenamiento integral en el que los estudiantes viven una experiencia laboral en diferentes áreas de trabajo de la bodega”, declara Bertinatto.
En paralelo, el plan de Becas Educativas Anuales, gestionado por FonBec, determina un sistema transparente y equitativo para la entrega de becas de estudios. Con este programa llegan a los colaboradores y sus hijos, y niños y jóvenes de la comunidad. En 2023 se otorgaron más de 100 becas anuales a estudiantes de toda la Argentina, de las cuales el 60 por ciento fueron financiadas por Trivento White Malbec, primer vino con impacto social.
Con respecto al nacimiento del programa, Bertinatto indica: “Hace varios años, la bodega detectó que la tecnología que requerían sus procesos e instalaciones debía ser acompañada de ciertas competencias que no todo el capital humano tenía, por lo que la empresa se comprometió a ser parte de la solución y buscar preparar a sus colaboradores para poder abordar las nuevas exigencias de la empresa y el mercado”, detalla Bertinatto. A raíz de esto, Sylvina Cirone, Human Development Advisor de la bodega, diseñó un programa integral de educación, entendiendo la inversión social como el compromiso de la compañía de dejar una huella de manera tripartita: en las personas, en la sociedad y en la empresa.
En cuanto a la participación, cualquier colaborador con la voluntad de finalizar sus estudios secundarios puede ser parte. Además, desde el año pasado, tanto sus familias como otras personas vecinas o cercanas de la comunidad pueden sumarse al aula de Trivento, estudiar y obtener su título. En el año 2023 finalizó el quinto ciclo, logrando alcanzar los 104 egresados en los 15 años de programa.
Desde la empresa acompañan a los colaboradores desde el inicio, fomentando su inscripción, entregando los materiales y útiles necesarios, facilitando la adecuación de turnos y horarios para el cursado, acompañando con contención emocional y el seguimiento continuo por parte de otros colaboradores y sus jefes, quienes sostienen y apoyan la evolución de los alumnos hasta el logro del objetivo tan anhelado.
“Además, existe un programa de padrinos, a raíz del que distintas personas de la bodega apadrinan a un estudiante durante los tres años que toman los estudios”, añade para finalizar Bertinatto.
“El programa Segunda Oportunidad nació en 2021 a través de una alianza con el Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe”, comienza explicando Agostina Vidoret, Responsable de Capital Humano de Essen.
Con respecto a la necesidad y a la creación del programa, cuenta que era una preocupación de los colaboradores y de la empresa: “Por un lado, el porcentaje de personal sin secundario era muy alto y era un tema que queríamos modificar; y por el otro, muchas personas querían finalizar sus estudios, pero como la única posibilidad era en la escuela nocturna en el centro de la ciudad, resultaba demasiado complejo”, añade Vidoret.
En cuanto a la convocatoria, se hizo a todos los empleados de la empresa “consultándoles cuál había sido el último año que habían cursado de colegio y si estaban dispuestos a finalizar sus estudios secundarios”. El esquema de cursado plantea la mitad del día de estudio durante la jornada de trabajo y la otra mitad es tiempo personal de cada uno de los empleados. “Eso para nosotros fue clave, porque el compromiso es compartido”, afirma Vidoret.
Desde la organización fue fundamental involucrar a todas las áreas de la planta para trabajar juntos en pos de esta iniciativa. “Fue un proyecto en el que nadie dudó en colaborar, todos lo tratamos como prioridad y eso fue fundamental para que saliera lo más ordenado y eficiente posible”.
Por último, desde la empresa acompañan brindando todos los materiales que se necesitan y estando a disposición de cada uno de los estudiantes; y haciendo un seguimiento de cómo avanza cada uno con sus materias. “Además, ayudamos en todo lo que podamos entendiendo que el tiempo de ellos es muy valioso y hay muchas cosas operativas que podemos solucionar nosotros como empresa”, agrega Vidoret. Hasta 2023, el programa ya tuvo 53 egresados.
Por su parte, Volkswagen Group Argentina tiene el programa Secundario para Adultos, que nació del compromiso que posee la empresa con la educación y con el bienestar de sus empleados. “El objetivo del programa es elevar el nivel de escolarización en planta, brindando a los participantes alto contenido académico en función de sus intereses y necesidades”, informan desde la compañía.
Este programa no tiene costo para el empleado: se le dan los materiales de estudio y se cursa a contraturno laboral. Su duración está prevista en tres años (28 materias) y las materias están organizadas por módulos. Esto permite que el alumno curse dos materias por bimestre. Cada materia tiene una duración de ocho semanas, y su cursada está organizada por siete clases tutoriales semanales de tres horas y un examen final presencial. El título es oficial, con validez nacional, y una vez concluidos sus estudios el egresado podrá ingresar en la universidad.
Para su desarrollo cuenta con la tutela a cargo de los profesores y del área de Coordinación del programa. “Se realiza un seguimiento constante para que los alumnos no abandonen los estudios”, añaden desde Volkswagen. Durante la pandemia la cursada fue virtual con el objetivo de no perder la continuidad, y ahora se mantiene un esquema híbrido para favorecer la permanencia en el programa.
La invitación a participar se realiza a través de los distintos canales de comunicación interna que la empresa posee, y hasta 2023 ya se cuenta con 133 egresados.
Fundación Cimientos es una organización de la sociedad civil sin fines de lucro que promueve la equidad educativa en todo el país, para ello trabaja a través de cuatro programas: el primero es el programa Futuros Egresados, orientado a finalizar los estudios secundarios. “La propuesta es acompañar a estudiantes de entre 12 y 18 años en situaciones de vulnerabilidad socioeconómica, para que puedan transitar y terminar la escuela secundaria”, cuenta Mercedes Méndez Ribas, Directora Ejecutiva de Fundación Cimientos. En estos contextos, solo egresan tres de cada diez estudiantes. “Esta es una gran problemática para las empresas que tienen sus industrias o plantas en estas localidades”, agrega. En esta línea, resalta que una de las maneras de trabajar con el sector privado es a través de programas de responsabilidad social empresarial o de distintos aportes, y en muchos casos a través de las alianzas trabajan en localidades puntuales donde están presentes las compañías.
En segundo lugar, cuentan con el programa Becas Universitarias para ayudar a todos los adolescentes y jóvenes. El objetivo es promover la permanencia y graduación en estudios superiores de jóvenes en contextos de vulnerabilidad, desarrollando habilidades socioemocionales que favorezcan su trayectoria académica y formación profesional.
Tercero, el programa Red de Egresados hace un nexo entre estos dos programas. “Mediante esta iniciativa ayudamos a los estudiantes que están en los últimos años de secundario con una orientación vocacional laboral a que tengan un acercamiento al ámbito laboral”. Asimismo, articulan con el sector privado para que los estudiantes puedan conocer las empresas e industrias. También lo implementan con los estudiantes universitarios, permitiendo promover este acercamiento al mundo laboral. “Este programa surge porque la tasa de desocupación juvenil duplica la media nacional, y este grupo tiene las mayores tasas de informalidad”, alerta Méndez Ribas. De esta manera, con el sector privado articulan para ayudar a armar los proyectos de vida y fomentar el intercambio de experiencias con distintos profesionales.
El último programa es Escuelas que Acompañan, que apunta a la transferencia de conocimiento, formando a cuerpos directivos e instituciones educativas.
Los principales desafíos de la baja escolaridad están vinculados con el embarazo adolescente, las tareas de cuidados de hermanos menores o adultos mayores, la desmotivación o la falta de sentido de la escuela secundaria, y el trabajo. Por ello, es clave el acompañamiento que realizan a través del equipo de tutores: “Brindamos un acompañamiento personalizado y trabajamos con los adolescentes para que todos los días le dediquen un espacio al estudio”, explica Méndez Ribas.
Para finalizar, la Directora destaca que los desafíos vinculados a la educación “son una inquietud de las empresas” y que “muchos de los programas que desarrollan las compañias tienen una pata en fortalecer la educación”.