Desde hace por lo menos siete años, AUSA intensificó su búsqueda por llevar adelante una operación sustentable de sus actividades y mejorar el entorno en el que las lleva adelante. En ese sentido, implementó un amplio abanico de acciones y proyecta aún más hacia el futuro, con el objetivo ambicioso de alcanzar la carbono-neutralidad en 2030. A partir de hoy, implementaron un nuevo beneficio para vehículos eléctricos e híbridos, que contarán con un descuento especial durante el plazo de un año.
Fernando Bertolo, Gerente de Sustentabilidad, Higiene y Seguridad de AUSA, habló con PRESENTE sobre esta implementación y la visión de la compañía.
– Esta acción es un incentivo hacia un tipo de movilidad que por ahora es muy acotado dentro del parque automotor que utiliza nuestra traza. Justamente por eso, es necesario empujar ese mercado con iniciativas como estas, que van de la mano con acciones de gobierno, como la desgravación de algunos cargos para este tipo de vehículos. En nuestro caso, ofrecemos un 50% de descuento para vehículos híbridos y un 100% para los eléctricos, durante un año.
– ¿Cómo se implementa esta bonificación?
– Los propietarios del vehículo tienen que acercarse a atención al cliente de Autopistas Urbanas, donde se llena un formulario, se revisa y se autoriza la bonificación para cada vehículo.
El peso que el beneficio tendrá sobre la economía de cada propietario, lógicamente, variará de acuerdo al uso que realice de las autopistas y los peajes por los que cruce habitualmente. Yendo a un ejemplo concreto, redondeando números a grandes rasgos: El peaje más caro en hora pico, hoy, tiene un costo de poco más de $3.000. Para una persona con vehículo eléctrico que cruce por allí dos veces por día, veinte días hábiles al mes, el ahorro total rondaría los $120.000 mensuales. La mitad, en el caso de un vehículo híbrido.
– Respecto a la carbono-neutralidad, ¿qué acciones se llevaron adelante para alcanzarla?
– En 2017 comenzamos con proyectos importantes, como el reemplazo de luminarias de traza, edificios y peajes por tecnología LED, lo cual bajó muchísimo el consumo de energía eléctrica. Se había trabajado también en la aislación térmica de los edificios y la reducción de consumo con otras estrategias, como por ejemplo el uso de aires acondicionados de tecnología inverter o sensores de iluminación en determinados lugares. Un año después empezamos a desplegar la primera estación importante de paneles fotovoltaicos, que estaba compuesta por 1023 paneles, instalado en los techos de todos los edificios de peaje. Luego generamos una ampliación de la estación generadora en Avellaneda con otros 354 paneles, de una tecnología más avanzada, que generan casi la misma energía que los anteriores. Además, certificamos el Sello Verde de la ciudad de Buenos Aires, por nuestra gestión de residuos.
– Apuntan en dos sentidos, ¿verdad? Hay emisiones que corresponden a la propia operación de AUSA, y acciones que colaboran con el ambiente en general, aunque no se trate de un impacto directo de la compañía
– Sí, hablamos de huella interna y tránsito pasante. Hay acciones que impactan en ambos sentidos, como el Free Flow o sistema de autopistas inteligentes, con pórticos de cobro automático. Eso reduce en un 80% la energía eléctrica que consumimos, respecto de lo que era un peaje tradicional. Y también, al reducir el tiempo de tránsito a una gran cantidad de vehículos, genera una reducción de emisiones que afectan a la sociedad.
– ¿Cuál es el principal desafío de AUSA para profundizar en esta vía?
– El desafío es seguir delineando el plan de acción, debido a que las iniciativas que hacemos comienzan a encontrar un techo y necesitamos evaluar nuevas variantes, medidas de mayor envergadura que estamos evaluando. Hay distintas líneas de acción. Queremos sumar metros cuadrados de espacio verde en la ciudad, y ampliar lo que ya tenemos. En cuanto a espacio físico para paneles fotovoltaicos tenemos una limitación, pero la tecnología avanza y podríamos eventualmente reemplazar los que hoy tenemos por otros que generen mayor cantidad de energía. No queremos estancarnos, y evaluamos muchos proyectos. AUSA siempre intenta primero implementar los proyectos de infraestructura visibles puertas adentro, encarar los proyectos de forma palpable, que se puedan observar. Pero, a largo plazo, estimamos que va a ser necesario meternos en contratos de energías renovables e incursionar en el mercado de bonos de carbono.