Frente a un ventanal que da hacia el Río de la Plata, en el edificio recientemente inaugurado en Vicente López, Uri Iskin, CEO y cofundador de HIT Cowork, se sienta para desandar junto a PRESENTE el camino de casi una década que lleva en la compañía.
En 2015, mientras trabajaba en una empresa enorme como Telefónica desarrollando nuevas marcas de telefonía móvil, fue tentado por Alejandro Gawianski, arquitecto y fundador de HIT Group. Gawianski tenía en mente el desarrollo de una nueva unidad de negocios para el grupo, enfocada en los espacios flexibles de trabajo. Iskin debió decidir, entonces, entre un puesto asegurado, con una antigüedad sólida en una empresa internacionalmente reconocida y estable, y el desafío de iniciar una rama inexplorada de una compañía fundada solo un par de años atrás, en una industria con mucho por delante, pero casi sin background. Y se lanzó a la aventura.
“Siempre me sentí muy atraído por el mundo emprendedor, y verme a mí mismo como tal, empezar a hacer algo por mi cuenta, era como trabajar por mis sueños. Se armó un sueño compartido. En ese momento, yo conocía poco la industria, así que fue cuestión de zambullirme, aprender a descubrir”, dice Uri Iskin, y agrega: “Los primeros HITs los trabajamos como experimentos, donde hicimos la prueba de concepto. Desarrollamos las primeras propuestas de valor, las ofertas comerciales, los precios, el modelo de operación y atención. Me tocó atravesar el cambio de trabajar en una multinacional, con todos los procesos y sistemas definidos, a un contexto donde todo estaba por hacerse. Por un lado, toca aprender todo desde cero, y por otro, era soñar y entusiasmarse para armar un equipo de trabajo que nos permitió llegar hasta donde estamos. Cuando repaso todo el aprendizaje y lo que atravesamos, me da mucho orgullo”.
¿Qué es lo que más te atraía del rubro en particular?
A mí me apasiona la tecnología, conectar a las personas por ese medio. Con este desarrollo, siento los espacios como medio de conexión. Lo que estamos proponiendo es justamente eso, que las empresas y las personas puedan hacer un mejor uso de sus espacios. Hacemos un producto muy eficiente.
Con la apertura del HIT de Vicente López, llegaron a once, incluyendo los de Valparaíso (Chile) y Lima (Perú). ¿En qué momento se encuentran la compañía y la industria?
Sentimos que comenzó un nuevo ciclo. En los últimos cuatro años, hubo una transformación muy profunda en la industria, y ahora estamos en un ciclo de expansión, con una oportunidad enorme de crecimiento en toda la región. La pandemia afectó muchísimo a varias industrias en las oficinas, pero el mercado de espacios flexibles de trabajo, coworking, donde operamos, ya venía creciendo muchísimo desde hace casi veinte años. Lo que sucedió fue que este nuevo contexto aceleró ese crecimiento.
¿Cuáles son las razones de ese crecimiento?
Estamos viendo un escenario en el que muchas empresas tienen cada vez más desafíos a la hora de tomar decisiones sobre sus espacios de trabajo, sobre la estrategia por implementar respecto de sus oficinas, de qué tamaño tienen que ser y cómo hacerlas atractivas para su equipo. Hemos visto a muchas personas repensando cómo quieren vincularse con sus empresas, dónde quieren trabajar. La propuesta de trabajo ya no es solamente un sueldo y una función. Entraron en juego factores como la ubicación, la modalidad o los días que se puedan trabajar desde otro lugar que no sea la oficina. Hay muchos cambios sucediendo en los esquemas de trabajo. La oficina se empezó a resignificar, y nosotros estamos empujando esa resignificación. Es un espacio social, donde venimos a conectarnos con los otros compañeros, con nuestros jefes, con nuestros pares, con toda la empresa. Todos estos cambios hicieron que se acelerara más la demanda por este tipo de espacios.
¿Esta aceleración implica trabajar más intensamente de lo proyectado, para poder responder a la demanda?
No lo vivimos de esa forma. Desde que arrancamos hace nueve años, nuestro día a día es de una intensidad alta. Como empresa, abastecemos a un sector muy exigente, que es el mercado corporativo. Entre los clientes de HIT hay empresas grandes, con altos niveles de requerimientos, y ya venimos acostumbrados desde 2015 a esa dinámica diaria. Estamos viviendo una ocupación máxima y brindando cada vez más soluciones. Fuimos agregando cosas, nunca nos conformamos. Ofrecemos espacios muy atractivos, bien diseñados y bien construidos para las empresas.
¿Qué opciones agregaron?
En nuestra última apertura antes de VILO, que fue el Centro Empresarial Libertador, abrimos HIT Studio, una nueva línea de negocios donde ofrecemos un espacio tipo auditorio, con capacidades de streaming, virtuales e híbridas para adaptarnos a los nuevos tiempos. Además, abrimos HIT Café, para integrar mejores servicios de gastronomía, cuidando ese bienestar completo de la persona que viene a trabajar. Que tenga no solamente una buena conexión a Internet, sino también un buen servicio de café de especialidad. Eso genera mucha sinergia en el desarrollo de la línea de eventos. Identificamos ese otro nicho y desarrollamos la línea HIT Social, donde ofrecemos soluciones para que las empresas puedan organizar sus eventos masivos, como lanzamientos de productos, convocatorias a la prensa o fiestas de fin de año. Hasta hemos desarrollado, con la misma capacidad de instalación y servicio, la posibilidad de que los colaboradores de las empresas puedan hacer sus celebraciones en los HITs. Eso tuvo muy buena recepción en el mercado.
Entre las cuestiones por las que alguien decide trabajar en un espacio de este tipo, ¿el cliente se interesa por la forma en la que se abordan temas vinculados con la sustentabilidad?
Sí, sin dudas. La industria del real estate tiene mucho impacto en cómo se conforma una ciudad, en la cantidad de hormigón que vemos, en si está todo centralizado en un núcleo urbano y todos nos tenemos que trasladar hasta ese punto. Todo eso va requiriendo cierta transformación. Por diferentes motivos, se generaron las ciudades como están conformadas hoy, y el HIT nos convoca y nos interpela a todos a ser parte de una transformación positiva. Hacer que las personas no tengan que destinar mucho tiempo de sus vidas para acceder a sus espacios de trabajo y que las empresas puedan ser mucho más eficientes a la hora de llevar a cabo la operación de sus oficinas y los metros cuadrados que requieren por cada una es un impacto positivo. Eso aporta al medio ambiente y la sustentabilidad de cada ciudad. Más allá de eso, cuidamos mucho, a nivel operación, la separación de residuos, la eficiencia energética, el impacto que generamos. Me parece que en los próximos años va a ser un elemento cada vez más importante a la hora de que una empresa tome la decisión de qué oficina tener. El aspecto medioambiental y de sustentabilidad va a ser cada vez más importante en la agenda.
Las empresas, cuando construyen sus propios edificios, suelen comunicar cuán sustentables son en diferentes aspectos. Deben exigir lo mismo cuando les alquilan espacios a ustedes…
Sí, sucede. Y nosotros, a la hora de elegir nuevas ubicaciones, lo tomamos en consideración. Cuidamos muchísimo la ubicación, es sumamente importante. La luz natural es algo clave para nosotros. También la presencia de plantas naturales, porque si vamos a pasar mucho tiempo en un lugar, está bueno sentirnos en un contexto más ameno. La oficina se va transformando en un concepto más hogareño y cálido. Eso es parte, para nosotros, de la sustentabilidad. Hay certificaciones que tocan temas de bienestar relacionados con poder llegar con la bicicleta y tener una ducha o vestuario donde poder cambiarse, o contar con un espacio al aire libre para distenderse. Empieza a involucrar otros conceptos, ya no tanto de detalles de construcción, sino ligados con la experiencia, para hacer más cómodo, placentero y sano ese día a día.
En cuestiones de separación de residuos, ponen la estructura a disposición, pero son las empresas las que comunican eso a sus colaboradores, ¿no?
Somos muy respetuosos de cómo opera y cómo es la dinámica de cada empresa. Es algo estándar en el mercado corporativo. Hay algunas que prefieren acoplarse a nuestras medidas. Tenemos todo ese manual de operaciones y los procesos que buscan promover esa eficiencia ya armada. Nos vamos encontrando con requerimientos particulares, y alguna compañía puede preferir controlar el peso y separar por su cuenta el residuo. Nosotros, entonces, participamos en cierta parte del proceso. Hay empresas que necesitan, por ejemplo, invertir en espacios verdes como parte de sus programas, y terminamos quizá haciendo una intervención conjunta de un espacio de jardín vertical en una terraza nuestra. En nuestra visión, en los próximos años la agenda de sustentabilidad y espacios más verdes va a estar cada vez más presente en la industria.
¿Tienen programas u objetivos vinculados a eso?
Hasta ahora trabajamos mucho con el programa que propone la ciudad de Buenos Aires, Sello Verde. Hace poco ganamos ese premio en uno de los HITs, y nuestra idea es hacer que toda nuestra red esté operando con esa certificación. Dentro del desarrollo corporativo que iniciamos como una unidad de negocios, hace dos años pasamos a conformar una sociedad autónoma del grupo. Uno de nuestros intereses es certificar como empresa B. Es uno de los planes a futuro. Es un proceso largo y ya tuvimos varios contactos con empresas que acompañan a organizaciones para alcanzar la certificación. Hicimos las primeras consultas.
¿Qué cambios sintieron con la conformación de HIT Cowork como compañía independiente?
El término que utilizamos es “reorganización”. Se trata de hacer más ordenados los negocios. Nos produjo a todos mucha satisfacción, porque es parte del propio crecimiento y de la dinámica de lo que se gestó inicialmente como unidad de negocio. Creció tanto y tiene todavía tanto recorrido y oportunidad que era evidente que había que dar este paso.
¿Cuánta gente trabaja en HIT Cowork?
Somos 60 personas, y seguimos creciendo, a pesar de un contexto adverso, porque estamos transitando una recesión, un contexto macro complejo. Lo cierto es que este modelo acompaña muy bien a las empresas para que estén siempre consumiendo lo que necesitan, pagando por las oficinas que necesitan en cada momento. Eso ayuda a que una empresa que está creciendo pueda hacerlo mucho más eficientemente. Una compañía que nace y proyecta contratar a mil personas, adquiere una oficina gigante, con una inversión enorme, aunque en un principio sean muchas menos personas. Entonces, nosotros ofrecemos la posibilidad de darle en cada momento una oficina acorde al tamaño actual de la organización. Y lo mismo al revés: si una empresa de 500 personas comienza a tener dificultades porque vende menos, o lo que fuera, y necesita reacomodar su estructura y moverse a una oficina más pequeña, nosotros también la acompañamos. De alguna forma, funcionamos bien con ambos ciclos económicos.
Ya están en Lima y Valparaíso, ¿apuntan a seguir creciendo internacionalmente?
Nuestro crecimiento fue siempre orgánico, saludable a nivel negocio. Nuestros propios clientes son los que nos recomiendan. Y esos clientes, que también son multinacionales, empiezan a requerir nuestros servicios en otros lugares. Encuentran servicios similares, pero no como los nuestros. Hay alternativas, pero ellos demandan por las soluciones de HIT. Así fue como abrimos en Valparaíso y en Lima. En esos mercados nuestro plan es seguir abriendo otras soluciones, y tenemos todo un equipo de expansión dedicado a eso. La cantidad de metros cuadrados de oficinas que se operan en forma de espacios flexibles o coworking en cada mercado en general oscila entre una penetración de un 3 a un 5 por ciento, y esperamos que en los próximos años ese indicador pueda llegar hasta un 20 por ciento. Realmente hay un espacio para crecer muy grande, y por eso en general no nos vemos como competidores de otras empresas. Creemos que todos empujamos por una industria en crecimiento.