Ballenas jorobadas del Canal Beagle: así es el primer catálogo de fotoidentificación que contó con la colaboración de más de 500 ciudadanos fueguinos y turistas

Se publicó el nuevo catálogo de fotoidentificación de ballenas jorobadas del Canal Beagle, realizado a través de un programa de ciencia ciudadana con aportes de más de 500 fueguinos y turistas. Este proyecto comenzó en 2013 bajo el liderazgo del CADIC-CONICET con el apoyo de WCS Argentina y Compromiso Onashaga, desde entonces genera información clave para la conservación de esta especie y se destaca como una importante herramienta de divulgación.

“Entre febrero y abril de 2013 un pequeño grupo de ballenas jorobadas fue visto en las aguas del Beagle, próximas a Ushuaia. Si bien su presencia había sido registrada anteriormente, fue llamativo que permanecieran allí tanto tiempo”, recuerdan las integrantes del Laboratorio de Investigaciones en Mamíferos Marinos Australes, del Centro Austral de Investigaciones Científicas y Técnicas (CADIC-CONICET), Monica Torres, Agustina Dellabianca y Natalia Dellabianca. Ellas son co-autoras del nuevo catálogo de fotoidentificación de jorobadas del Beagle, que, con el aporte fotográfico de más de 500 ciudadanos fueguinos, guías y turistas que realizan actividades en el canal, documenta el registro de 191 individuos avistados entre 2013 y 2024.

Esta iniciativa de ciencia ciudadana es liderada por el Laboratorio de Investigaciones en Mamíferos Marinos Australes del CADIC-CONICET y el Proyecto de Investigaciones en Mamíferos Marinos Australes (Proyecto IMMA), y cuenta con el apoyo de la organización de conservación WCS Argentina y del Compromiso Onashaga.

Cómo reconocerlas

Cada ballena jorobada presenta en la cola o aleta caudal rasgos únicos que en conjunto pueden dar información sobre su identidad, como huellas digitales. El principal rasgo es el patrón de coloración, que va desde completamente blanco a completamente negro. Otras marcas naturales distintivas pueden ser la forma y el tamaño de los bordes y hendiduras, las cicatrices, líneas, círculos y manchas. El análisis fotográfico permite identificar a cada animal por estos rasgos distintivos, y así generar una base de datos.

La identificación de las ballenas y su monitoreo sostenido permite conocer la cantidad de individuos que ingresan al canal, la variación entre temporadas, el tiempo de permanencia en el área, y otros aspectos de interés demográfico y ecológico. Por ejemplo, una ballena llamada “Shima” fue registrada en el Beagle durante siete años consecutivos. Además, la comparación con catálogos de ballenas jorobadas de otras regiones puede brindar información sobre sus rutas migratorias e historias de vida.

Las ballenas jorobadas son consideradas especies ´centinelas´ porque son sensibles a los cambios en el ambiente. Entonces, al monitorear sus patrones de comportamiento podemos identificar los cambios que se están produciendo en el ecosistema marino”, señala Valeria Falabella, directora de conservación costero marina de WCS Argentina. Desde hace más de tres décadas, la organización apoya de manera sostenida a investigadores y proyectos científicos del CADIC-CONICET para generar conocimientos en conjunto sobre especies y ecosistemas de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.

Imagen del patron de coloración de la ballena jorobada.

Ciencia ciudadana en el fin del mundo   

En esta iniciativa se integran los registros fotográficos y fílmicos obtenidos por ciudadanos fueguinos, capitanes, guías, fotógrafos y turistas que visitan la zona, con los relevamientos sistemáticos que realizan las investigadoras. El autor de cada foto que resulta en la identificación de un nuevo individuo es citado en la imagen y puede elegir un nombre para la ballena que logró identificar.

En el marco del proyecto también se realizan charlas informativas al público en general (coordinadas principalmente por el Compromiso Onashaga) y se entregan catálogos impresos que son utilizados como material de divulgación a bordo de las embarcaciones turísticas.

Es un trabajo colaborativo que permite una mayor recolección de datos para que luego podamos analizarlos en detalle. Personas que no son científicas de profesión, pero tienen un rol esencial en el área o un interés en la conservación del ambiente, pueden contribuir de manera activa y de esta manera el conocimiento se construye en conjunto”, reconocen las autoras del trabajo.

Identificación ballena jorobada.

Un mar saludable para conservar las ballenas

La ballena jorobada es una especie cosmopolita, es decir, habita y recorre varios océanos del mundo. En Sudamérica migra desde las áreas de alimentación en aguas australes templadas y frías hacia las áreas de reproducción en mares tropicales y subtropicales. Por eso, la conservación del mar en su conjunto es necesaria para el desarrollo de todo su ciclo ecológico.

Esta especie enfrenta amenazas como la colisión con embarcaciones, la contaminación sonora y por desechos, los enmalles en redes pesqueras y los impactos del cambio climático.

Conocer el uso y distribución de esta y otras especies en el mar nos permite identificar zonas de mayor riesgo de amenazas asociadas a actividades humanas actuales y futuras, y generar información clave para el desarrollo de estrategias de manejo y conservación como normativas para el transporte naviero, el turismo y la pesca, así como la creación de áreas marinas protegidas”, explica la representante de WCS Argentina.

Skip to content