“Como sociedad tenemos que apostar por la educación, porque es lo que va a ser transformador a mediano plazo”, Mercedes Méndez Ribas, Directora Ejecutiva de Fundación Cimientos

Desde 1997, Fundación Cimientos trabaja para promover la equidad educativa y reducir la deserción escolar en sectores vulnerables. A través de programas como Futuros Egresados y la Red de Egresados, con apoyo educativo, becas y formación para el empleo, Cimientos se ha consolidado como una institución clave en la lucha contra la desigualdad educativa. En diálogo con Mercedes Méndez Ribas, Directora Ejecutiva de Fundación Cimientos, desde PRESENTE exploramos su impacto, sus logros y los desafíos que persisten en el sistema educativo argentino.

¿Cómo nace Fundación Cimientos?

Cimientos se creó hace 27 años. Su fundador, Carlos Tramutola, era ingeniero y trabajó en el mundo empresarial, desde donde pudo ver una vacancia en el desarrollo educativo de la Argentina, con lo cual hizo un relevamiento de las fundaciones que estaban trabajando con estos temas y decidió, junto al equipo, enfocarse en impulsar la educación secundaria.

Veintisiete años después, la problemática que se detectó en el momento del inicio de Cimientos –que era que no todo el mundo podía finalizar sus estudios– sigue ocurriendo, por lo que nuestra misión se mantiene: trabajar para el ingreso y la permanencia en la educación secundaria, y para el acceso a trabajos de calidad y estudios universitarios superiores, con el objetivo de que la persona pueda desarrollar su propio proyecto de vida.

Hoy en la Argentina cuatro de cada diez jóvenes no logran obtener el título secundario, y en las poblaciones vulnerables este dato asciende hasta siete de cada diez, con lo cual la necesidad es urgente. Si lo pensamos, sin un título secundario no hay posibilidad de acceder a un empleo formal, y esto refuerza el círculo de pobreza en el que se insertan un montón de jóvenes.

¿Cuál es el alcance actual que tienen?

En Cimientos nos enfocamos en adolescentes y jóvenes de 13 a 23 años. Nuestros valores son: la calidad de nuestros programas, la cercanía y la transparencia. Todo esto nos rige hace 27 años. Se trata de una fundación cuyo equipo se compone por 120 profesionales y que tiene alcance federal, trabajamos en todas las provincias de la Argentina. En el programa Futuros Egresados, por ejemplo, tenemos 2700 estudiantes activos de todo el país. Además, nuestro trayecto formativo de escuelas cerró 2024 con la participación de 214 escuelas, y a través de la Red de Egresados impactamos a alrededor de 3500 jóvenes. Con lo cual, a partir de la variedad de programas, tenemos un alcance importante.

¿Cómo es el trabajo con el sector corporativo que acompaña las diferentes iniciativas de la fundación?

El sector corporativo es un aliado muy importante para nosotros, y trabajamos en conjunto de diferentes maneras. Una de ellas es, por ejemplo, cuando nos aliamos para identificar necesidades en las distintas localidades, lo cierto es que muchas empresas tienen una presencia muy importante en la comunidad y son actores clave para ayudar a identificar aquellas problemáticas que pueden abordar nuestros distintos programas. Además, muchas veces, como parte del trabajo en orientación vocacional para impulsar el desarrollo de un proyecto de vida para que el estudiante se imagine y analice qué hará luego de alcanzar su título secundario, se organizan visitas a las empresas en las que diferentes profesionales brindan charlas, hay presentaciones, entrevistas. Es una manera de mostrarles a los estudiantes el abanico de opciones que tienen. Esto incluye también encuentros virtuales que se suman a las capacitaciones de formación para el empleo.

¿Cómo funciona el programa Futuros Egresados?

Nació en 1997 y está dirigido a estudiantes de entre 12 y 18 años en situaciones de vulnerabilidad socioeconómica. Se busca que puedan finalizar sus estudios secundarios, y para esto la iniciativa tiene tres patas: acompañamiento personalizado del estudiante para fomentar sus habilidades socioemocionales e impulsar su proyecto de vida, el segundo componente es la beca económica, que es una beca estímulo que se le da al referente adulto del estudiante, y el tercero son encuentros pedagógicos en los que los estudiantes participan en jornadas de intercambio de experiencias, talleres y entrevistas grupales con otros estudiantes.

Además, tenemos el programa Escuelas que Acompañan, que busca orientar a escuelas secundarias principalmente de gestión estatal en la construcción de proyectos institucionales de acompañamiento de las trayectorias, con foco en el desarrollo de habilidades socioemocionales. Se lleva a cabo en articulación con los ministerios provinciales y consta de dos etapas: la primera es el trayecto de formación, que implica encuentros para abordar contenidos relativos a las trayectorias y su acompañamiento como función institucional y se acredita con la aprobación de un Trabajo Integrador Final, y la segunda etapa denominada Red de Escuelas que Acompañan, una comunidad de práctica con foco en la función tutorial de la escuela secundaria y sus estrategias de acompañamiento.

“Lograr el egreso efectivo y desarrollar las habilidades para el empleo son los desafíos actuales para el sistema educativo a nivel secundario”

También cuentan con una Red de Egresados…

Sí, lo que buscamos con esta iniciativa es acompañar la transición postescolar y favorecer la inserción educativa a la universidad o laboral. Para esto trabajamos junto a empresas, instituciones de educación superior, otras organizaciones de la sociedad civil y organismos estatales, con el fin de brindar oportunidades de formación y empleo.

Como parte de la Red de Egresados hay diferentes líneas de acción, como los cursos de formación para el empleo que contemplan talleres brindados por Cimientos y una formación técnica a cargo de empresas aliadas. Además, hay jornadas de capacitación e intercambio entre egresados. También se realiza una intermediación entre las empresas aliadas y los jóvenes que son parte de la red para que apliquen a búsquedas según su área de interés. Y realizamos también la gestión de becas en el nivel superior a partir de una estrategia de articulación con instituciones del nivel superior.

Miembros del equipo de Fundación Cimientos.

¿Cómo es el programa de Becas Universitarias?

Es una iniciativa que llevamos adelante en alianza con las universidades y el sector privado. Desde Cimientos creemos que los cambios sociales en la Argentina se dan en un esfuerzo mancomunado entre la sociedad civil, el sector corporativo y el sector público. El programa de becas universitarias nació en 2004 y está dirigido a jóvenes de hasta 25 años que asisten a la universidad. En su mayoría, estos jóvenes representan la primera generación de estudiantes universitarios en sus hogares.

El programa busca promover la permanencia y graduación en estudios superiores, de jóvenes en contextos de vulnerabilidad, desarrollando habilidades socioemocionales que favorezcan su trayectoria académica y formación profesional. Lo hace a través de tres pilares: un acompañamiento personalizado para motivar y empoderar a los jóvenes, un apoyo económico para que los jóvenes accedan a recursos que contribuyan al desarrollo de sus estudios y el intercambio de experiencias que se generan mediante espacios de articulación e intercambio con profesionales y empresas para favorecer la formación profesional.

¿Cuáles son los resultados más recientes del programa?

Las últimas estadísticas que acabamos de finalizar indican que el 83 por ciento de los estudiantes, a los seis meses de haber terminado la escuela, ya estaban realizando alguna actividad de estudio o de trabajo. Tenemos muchas historias que nos llenan de emoción. Te cuento una que me conmovió muchísimo que es bastante reciente: se trata de un estudiante de un barrio muy humilde de Neuquén, que recibió el acompañamiento educativo durante toda la secundaria, y se trasladó a La Plata para estudiar Arquitectura con una beca por parte de Cimientos ya a nivel universitario y también con su tutora que lo acompañó durante la universidad. Al momento de recibirse y buscar un empleo formal, el donante, que era una empresa de arquitectura grande del sector corporativo, abrió una vacante y el chico pasó las entrevistas de selección. Hoy tiene 30 años, trabaja en el estudio de arquitectura y es uno de nuestros mentores para jóvenes que están estudiando. Esta es una de las historias que refleja la importancia que tiene Cimientos en la trayectoria educativa de los jóvenes a los que acompaña, son vidas transformadas.

¿Cuáles creés que son los mayores desafíos de la educación hoy en Argentina?

Yo creo que lograr el egreso efectivo y desarrollar las habilidades para el empleo son los desafíos actuales para el sistema educativo a nivel secundario. Por supuesto que los niveles de pobreza en la juventud son un factor determinante, pero nosotros como sociedad tenemos que apostar a la educación, porque eso es lo que va a ser potenciador para los estudiantes a mediano plazo. Lo que hacemos en Cimientos es trabajar e impulsar el desarrollo de habilidades blandas como la autodeterminación, la responsabilidad, el proyecto de vida, la autonomía. Todo esto es algo que deberían incorporar las escuelas secundarias, porque hoy no podemos saber cuál va a ser el mundo del trabajo en 20 años, pero estas habilidades sí les van a servir a los estudiantes. Creo que ahí tenemos un desafío de la razón de ser de la secundaria y adecuar los planes para lo que es un futuro en el que habrá muchos cambios que no podemos imaginarnos aún.

¿Cuáles son los objetivos de Cimientos para 2025?

Vamos a continuar con la implementación de nuestros programas y sumaremos nuevas cohortes en el programa de formación docente, que se llama Escuelas que Acompañan, donde en 2024 trabajamos en Entre Ríos y Mendoza, y este año vamos a sumar a las provincias de Tucumán y Río Negro. Nosotros tenemos un área de evaluación para la mejora continua de nuestros programas, con lo cual vamos a estar haciendo una reevaluación de todos para comprender y analizar cuál es su impacto y evaluar si hay alguna mejora que tengamos que implementar.

Por supuesto que también nos encantaría contar con más aliados que nos acompañen en las diversas iniciativas. La realidad es que el que participa se beneficia, a partir del impulso al futuro que se genera potenciando historias.

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