“Estamos convencidos de que las distintas miradas fortalecen siempre, no solamente en una empresa”, Verónica Giloni, fundadora y Gerenta Comercial de Eriders

En los últimos años, el crecimiento acelerado del comercio electrónico y la demanda de entregas rápidas han transformado por completo la logística en las ciudades. Cada vez más personas optan por recibir productos en la comodidad de sus hogares, lo que ha llevado a la creación de soluciones de mensajería urbana eficientes y adaptables. En este contexto, la diversificación de las flotas de entrega juega un papel esencial para enfrentar los retos del tráfico urbano, la sostenibilidad ambiental y las expectativas de los consumidores. Autos, bicicletas, peatones y motos se convierten en aliados estratégicos para lograr entregas rápidas, personalizadas y respetuosas con el entorno. Esta evolución no solo responde a las necesidades actuales, sino que también anticipa un futuro donde la tecnología y la innovación redefinirán la movilidad en las ciudades.

En un contexto diferente, hace casi 27 años, Verónica Giloni y su esposo decidieron empezar una pequeña empresa de mensajería corporativa urbana. Así nació Eriders, que consistía en ese entonces en un servicio de motos básico. De a poco, el emprendimiento fue creciendo. Hoy, la empresa, que ya no es solo de mensajería, sino también de logística e e-commerce, se diversificó en tres unidades de negocios y cuenta con una flota de utilitarios, autos, motos y bicicletas. Con grandes empresas como clientes, su fuerte es la entrega efectiva en el menor tiempo posible sin perder la calidad y apuntando al contacto permanente con quien recibe.

En las oficinas centrales de la compañía, Verónica Giloni habló con PRESENTE de los desafíos que implica un servicio de última milla ultrarrápida de cara a un consumidor cada vez más demandante.

– ¿Cómo fueron los inicios de la compañía?

– Empezamos hace más de 20 años, casi 27. Esta es una pyme, una empresa familiar. De hecho, mi esposo y yo somos los fundadores. Al principio decidimos empezar por lo básico de este negocio: un servicio de mensajería corporativa con motos. Éramos muy jóvenes. Con el tiempo nos fuimos desarrollando y apuntamos a B2B, a grandes empresas. Hoy tenemos el orgullo de contar con clientes que están con nosotros desde hace más de 20 años. Lo mismo pasa con algunos de nuestros colaboradores. Esto es porque apuntamos a relaciones y vínculos fuertes, y a la calidad del servicio. Sin estos pilares, la empresa no podría ofrecer el servicio que quiere dar y no lograría la confianza que buscamos en nuestros clientes. La experiencia de nuestros equipos es la verdadera fortaleza que nos permite darles servicios a clientes como Zurich, American Express, Arcor, Colgate, Topper, L’Óreal, entre otros.

– ¿Cuándo incorporaron el servicio para e-commerce?

– Eso fue alrededor de 2018, lo fuimos descubriendo y empezamos a desarrollarnos en esa línea, donde la tecnología era la herramienta crítica. En ese momento, no solamente en el país, sino también en el mundo, la logística no estaba tan fortalecida, las empresas recién formaban sus sitios web y trabajaban con correos más grandes. Pero nosotros apuntábamos a la logística de última milla ultrarrápida, es decir, a llevar el espíritu de la mensajería al e-commerce, lo que hoy es un ABC, porque existe el send day y las entregas son en dos o tres horas, pero en ese momento prepandemia era algo que ni se estaba mirando, por eso nos costó un poco penetrar, pero entonces vino la pandemia.

– Claro, me imagino que pospandemia cambió todo radicalmente. ¿Qué modificaciones hubo en estos últimos años?

– Muchas. Obviamente, la pandemia nos afectó, porque teníamos una forma de trabajar y de vivir, pero en el tema de logística nos benefició, para nosotros fue un acelerador. Éramos esenciales, entonces tuvimos que superar esos miedos en equipo, pero en ese contexto nos transformamos en un eslabón clave para nuestros clientes. Por un lado, desarmamos las oficinas para llevarles las sillas y las computadoras a cada uno de los empleados a sus casas. También teníamos el tema de la documentación que no estaba digitalizada y que debimos llevar puerta a puerta, uno a uno. Nos agarró bastante bien parados porque teníamos mucho desarrollo de tecnología. En ese momento llegamos a ser la empresa de mensajería más grande, con más de 200 motos en la calle. Teníamos firma digital desde antes, ya veníamos con una política de papel cero, de querer eliminar remitos, de establecer una política de geolocalización, estábamos en una especie de lucha con las grandes empresas para poder sacar los papeles. Lo logramos. Entonces pudimos entrar en una etapa que era supercomplicada con algunas cosas resueltas, a pesar de ser una pyme.

“Hoy tenemos cobertura en AMBA y queremos crecer a nivel nacional el año que viene”

– ¿Cómo pasaron de las motos a ampliar la flota? ¿Qué papel juegan las bicicletas en la logística?

– Primero teníamos solamente motos y algunas camionetitas. Cuando empezamos con el e-commerce, incorporamos camionetas, autos, utilitarios pequeños, camionetas más grandes. Ahí empezamos con el servicio de Flex para MercadoLibre, para Tienda Nube. Además, desde el principio incorporamos ciclistas. Hoy, los ciclistas o caminantes son el 30 por ciento de la flota. Somos fuertes en reingeniería de servicios. No solo damos un servicio más amigable con el medio ambiente, más sustentable, sino que optimizamos costos. En el micro o macrocentro es más eficiente la entrega en bicicletas o caminando. En e-commerce tratamos de usar también bicicletas. Nuestro servicio Turbo retira desde las sucursales y hace entregas en radios más cortos, lo que permite que sean realizadas por ciclistas.

– ¿Cuántas unidades de negocios tienen en la actualidad?

– Digamos que existían desde antes, pero en pandemia las abrimos más formalmente. Hoy tenemos tres, todas de logística dedicadas a la última milla ultrarrápida. La principal es Eriders, que es mensajería urbana orientada a grandes empresas. En esa unidad también brindamos atención para correspondencia interna. Otra unidad es Pack, que se dedica a paquetería, a e-commerce. Si bien nosotros trabajamos con grandes empresas, en esta unidad también tenemos pymes porque hoy una pyme puede ser un gran vendedor on-line. Por último, Última Milla es la más nueva, es la unidad postal, en la que nos dedicamos a tarjetas de crédito, chips, rollos de posnets. Las tres unidades trabajan de manera hermanada. Toda la empresa se nuclea en Eriders. Nuestro core de negocios es la entrega en el día, en 24 horas, y hoy estamos desarrollando mucho el servicio en tres horas. La mensajería nativa es un punto a punto de dos horas, ese es nuestro mayor expertise.

Equipo de Eriders.

– ¿Cuántos empleados trabajan en las tres unidades?

– En mensajería tenemos 120 empleados en relación de dependencia. En las otras, la distribución es contratada a demanda, porque la demanda de paquetería, a diferencia de la de mensajería, es muy elástica, entonces hay que ir variando de acuerdo con la necesidad del cliente. En eventos como el Cyber Monday, el Cyber Week, Hot Sale o en Navidad o el Día de la Madre, hay que contratar gente porque hay mucho trabajo. En esos días trabajamos el servicio Flex, que implica que hasta las 21 horas hay que tener todo entregado, sean cinco o cincuenta mil envíos, porque tenemos que tener el 97 por ciento de entrega efectiva para que no se les apaguen las tiendas a esas empresas, entonces es un trabajo muy exigente que requiere más empleados.

“Hoy tenemos cobertura en AMBA y queremos crecer a nivel nacional el año que viene”

– ¿Cuántos centros de distribución tienen?

– Abrimos un tercero recientemente. Están el de Villa Crespo, el de Parque Chacabuco y abrimos uno en la calle Tandil, en el barrio de Flores. Queremos sumar fulfillment y warehousing. Es decir, los pedidos se pueden hacer con cross-docking, que es una técnica que consiste en que el producto sale del centro de distribución del cliente, ingresa en forma transitoria a nuestros centros (por pocas horas en nuestro caso) y sale nuevamente a distribución al consumidor. Ese es el servicio que tiene Pack el día de hoy e inclusive también Última Milla, pero ahora queremos tener guarda de mercadería de nuestros clientes, hacer un trabajo de fulfillment, que implica todo el proceso: la recepción, el almacenamiento, el packaging y ahí el envío última milla. Es una etapa más atrás. También incluye la gestión de devoluciones y la atención al cliente. Siempre estamos tratando de buscar dónde desarrollarnos.

Hoy tenemos cobertura en AMBA y queremos crecer a nivel nacional el año que viene. Como nuestros clientes son grandes empresas, trabajan en todo el país, y como nuestra especialidad es la última milla, buscamos crecer en el interior con nuestros propios clientes. En principio en Córdoba y Rosario, que son las ciudades más grandes, para fortalecer también a nuestros clientes.

– ¿Hoy hay un consumidor mucho más exigente que hace unos pocos años?

– Sí, hoy el consumidor on-line es muy exigente, tiene toda la información on-line con todos los datos. Y ese es el tipo de logística que ofrecemos, de contacto permanente. Hay trackeo, intercambio de mensajes de WhatsApp permanente. El mensajero contacta al consumidor para chequear que está en su domicilio y eso evita una segunda visita, porque nosotros queremos que sea efectiva. Hoy las tarjetas de crédito no se van a buscar al banco. El usuario las pide y a mí, como operador, me llega un día el pedido y hago la entrega ese mismo día, pero quizás él la pidió hace tres. Eso ya nos excede, porque no depende de nosotros, pero nos contactamos antes para asegurarnos de que esa persona va a estar. Si no está, la reprogramamos, eso es logística con horario. Vamos hacia eso: que alguien pueda segmentar o tener contacto con el mensajero y cambiar una dirección, por ejemplo.

– ¿Qué acciones de sustentabilidad lleva adelante la empresa?

– Por empezar, la integración de bicicletas y peatones en las flotas no solo reduce las emisiones de carbono, sino que también contribuye a descongestionar las ciudades, haciendo que las entregas sean más ecológicas. Tenemos el proyecto de incorporar vehículos híbridos, con lo que además se va a optimizar el costo de combustible. Otra cosa que hacemos en épocas de muchas entregas es dar servicio también más tarde. En las grandes ciudades del mundo hay entregas nocturnas. Eso baja un montón la circulación en calle, que es un gran problema. También trabajamos los sábados todo el día por la misma razón y tenemos pensado empezar a trabajar los domingos.

En cuanto al uso del papel, tenemos una política de papel cero, todos los mensajeros se manejan con aplicaciones. Tampoco usamos el papel en Administración. En packaging, en los últimos dos años trabajamos en un proceso eco friendly, todo el material se hace con productos biodegradables, reutilizables o de papel reciclado. Con los clientes, usamos bolsas compostables que al romperlas sirven como abono. También, empezamos a trabajar con bolsas que se devuelven una vez entregado el pedido. Comenzamos a hacerlo con un cliente grande que opera como lo hace en otro país, pero el usuario tiene que acompañar, es una cuestión cultural.

– ¿Qué porcentaje de mujeres hay en los equipos?

– Cuando hacemos alguna licitación, nos lo preguntan. Hay alrededor de un 70 por ciento de empleadas mujeres, lo que es raro en este rubro, donde hay muchos más hombres. Hay mujeres mensajeras, en posiciones jerárquicas también e incluso en los depósitos. No tenemos cupo de mujeres, están por mérito propio. Somos una empresa inclusiva en todos los sentidos: respetamos cualquier tipo de etnia, cultura, religión, orientación sexual. Esa es una de nuestras mayores fortalezas. Hoy quizás es obvio, pero hace más de 20 años no lo era, y menos en logística. Estamos convencidos de que las distintas miradas fortalecen siempre, no solamente en una empresa.

Skip to content