A-DERMA realiza actividades para visibilizar sobre dermatitis atópica

La dermatitis atópica – también conocida como eczema atópico- es una realidad que padecen muchas personas, en especial bebés y niños. Se trata de una piel frágil que requiere cuidados específicos para protegerla, reforzar su resistencia y repararla. Es por eso que, en el marco del mes de la atopía, ADERMA reafirma su compromiso con las personas que conviven con esa enfermedad inflamatoria crónica de la piel, incrementando sus esfuerzos para la educación y concientización de dicha patología, tanto en pacientes como en el ámbito médico.

Los Laboratorios Dermatológicos A-DERMA integran la PIERRE FABRE EZCEMA FOUNDATION que en septiembre brindará una charla especial sobre “Inteligencia Artificial: ¿qué futuro espera a los pacientes con eczema?”. Se trata de una charla diseñada especialmente para profesionales médicos que atienden a pacientes con eczema y ofrecerá ideas esclarecedoras sobre cómo la inteligencia artificial está revolucionando el enfoque de tratamiento y cuidado para estos pacientes. Este encuentro es especialmente significativo al coincidir con el Día Mundial de la Dermatitis Atópica, destacando la importancia de la educación continua y la innovación en este campo.

Pionera en la dermocosmética vegetal,  A-DERMA,  trabaja estrechamente con Asociación Civil de Dermatitis Atópica de Argentina (ADAR) cuyo objetivo es contribuir a mejorar la calidad de vida de todas las personas afectadas por dermatitis atópica, fomentando la educación y promoviendo la investigación.  Esta iniciativa, basada en el cuidado adecuado de estas pieles (higiene e hidratación), se desarrolla como vía para mejorar la salud y la calidad de vida de quienes padecen esta afección – generalmente niños – y de su entorno familiar y más cercano. Un estudio completo que aborda estos temas con profundidad está disponible en el siguiente enlace: https://www.improveeczemacare.com/

La dermatitis atópica, es una inflamación de la piel benigna muy frecuente. Se manifiesta en forma de manchas rojas, a veces supurantes y a menudo secas, con tirantez y picor muy intenso. El eczema comienza en los primeros meses de vida y a menudo cesa en la infancia. Rara vez persiste en la edad adulta, y es más común en el rostro (párpados, mejillas), el tronco y las extremidades, donde predomina en los pliegues (codos, rodillas) y las manos. Se trata de una enfermedad crónica que además de afectar la piel, lleva consigo una carga física, emocional.

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