En el marco del Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, que se conmemora el 21 de mayo, y ante un hecho trascendental en la historia de la humanidad que conmociona al mundo por la pandemia del COVID-19, la Fundación Encontrarse en la Diversidad, trabaja en la reflexión acerca de los mecanismos de exclusión y de la desigualdad con el objetivo de diseñar estrategias que permitan desarmarlos y construir caminos en la dirección de una sociedad plural, enriquecida y potenciada por las diferencias.
Ariel Dorfman, Fundador y Director de Fundación Encontrarse en la Diversidad, plantea: “¿Realmente estamos todos/as en la misma? ¿Es lo mismo tener o no hijos/as en este contexto? ¿Ser varón? ¿Ser mujer? ¿Ser una persona con discapacidad? ¿No tener trabajo? ¿Vivir en situaciones de vulnerabilidad? ¿Ser adolescente, joven, adulto/a? Los riesgos de romantizar la cuarentena y el encierro, de creer que realmente es para todos y todas igual, nos lleva a continuar invisibilizando prácticas de discriminación y diferencias que, lejos de ser celebradas o motivos de orgullo, se transforman en desigualdades y en vulneración de derechos”.
El acoso virtual, la pérdida de autonomía de las personas con discapacidad, la complejidad de hacer compras en familias monoparentales, son algunas de las tensiones con que nos encontramos y que, lejos de desaparecer en este contexto, empeoran. Niños y niñas que no quieren volver a clases, por miedo a que el acoso que sufren ahora de manera virtual, aumente al regresar al aula. Mujeres que se encuentran encerradas junto a sus maltratadores y que corren riesgo cada minuto. Personas sin agua, sin conectividad, sin ingresos debido a la imposibilidad de trabajar, entre muchas otras situaciones. No es lo mismo para todos, no es lo mismo para todas. Y es por eso que la fundación Encontrarse en la Diversidad destaca la importancia de hablar, escuchar, aprender, enseñar, debatir, intercambiar sobre estos temas. Porque, para desarticular las prácticas de discriminación, primero hay que hacerlas visibles.
“Hoy más que nunca, nos parece imprescindible hablar sobre estos temas. ¿Por qué? Porque las fronteras, las identidades, las migraciones, las culturas se pusieron en jaque a nivel global. Porque nos dimos cuenta que necesitamos de esos otros y esas otras y que somos necesitados/as. Porque la pandemia nos enseña que solamente haciéndonos responsables por esos otros/as es cómo podemos salvarnos”, sostiene Florencia Fisch, Directora de Educación de Fundación Encontrarse en la Diversidad.
Promover la diversidad, los derechos, la inclusión, es fundamental para luchar contra el acoso virtual, escolar, laboral. Seguir trabajando con el Programa Nacional de Educación Sexual Integral (ESI) con estudiantes, es una herramienta para seguir deconstruyendo estereotipos y generar vínculos saludables. Educar en la diversidad en las escuelas, en casa, en espacios públicos, en la virtualidad, es la forma que encuentra la Fundación para seguir repensando y romper prejuicios y estereotipos; y construir nuevas formas de vincularse sin violencia, sin machismos, sin discriminación.
A diferencia del virus, la discriminación no es biológica, no se transmite por contacto. La discriminación es aprendida, es enseñada. Y, por lo tanto, es posible des-aprenderla. Se puede aprender a promover la diversidad, a generar ambientes más inclusivos, a garantizar todos los derechos para todas las personas.
El 2020 encuentra a todo el mundo ante el desafío generado por el COVID-19 y este contexto muestra distintas caras de las sociedades y, en muchos casos, ayuda a visibilizar nuevas (y no tan nuevas) prácticas de discriminación. Encontrarse en la Diversidad sostiene que es importante seguir difundiendo, comunicando, aprendiendo y enseñando. Porque al igual que con el virus, de-construir prácticas de discriminación y promover la diversidad es solo posible si nos hacemos responsables por otros y por otras, tan distintos/as y tan parecidos/as a nosotros/as mismos/as.
Encontrarse en la Diversidad nació en 2007 y en 2017 recibió el Premio a la Innovación Intercultural otorgado por Naciones Unidas y BMW, siendo la primera organización argentina en percibir esta distinción. Además, cuenta con el patrocinio de UNESCO.