Amanco Wavin: ¿Por qué mirar al espacio en la búsqueda de respuestas para abordar la problemática de la crisis del agua en las ciudades?

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El agua es un recurso finito y pese a una creencia generalizada y errónea, se convertirá en un problema para las zonas urbanas en un futuro cercano. Es hora de empezar a pensar en cómo hacer que las ciudades estén preparadas para el futuro, pero, ¿por dónde empezar? Quizás sería bueno seguir el ejemplo de algunos de los más grandes científicos, ingenieros y diseñadores de nuestro tiempo. ¿Qué podemos aprender de la forma en que la Estación Espacial Internacional gestiona sus recursos más valiosos?

En el espacio, el agua potable es uno de los recursos más escasos disponibles y se la trata de esa manera. Piense en un astronauta que, mirando hacia la tierra desde el espacio observa el planeta Tierra, un hermoso globo azul profundo y verde frondoso. Un planeta donde parece haber al menos un recurso en abundancia: el agua.

Pero las apariencias pueden engañar. En 20 años, la demanda mundial de agua potable será mayor que nuestro suministro. El agua será escasa. El uso mundial de agua se ha multiplicado por seis durante el siglo pasado y, si continuamos así, enfrentaremos un déficit mundial de agua del 40 % para 2040 (Fuente). Las ciudades se enfrentan además a otro problema: la pérdida del 50 % de agua a través de fugas en redes de distribución obsoletas. Agua que, si se ahorra, podría abastecer hasta 20 millones de habitantes de zonas urbanas (Fuente).

Pensaría dos veces antes de dejar la canilla abierta mientras se cepilla los dientes, se lava las manos o se da una ducha adicional. Esta es una realidad diaria a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS).

Ahorrar, filtrar y reutilizar el agua es de suma importancia.

¿Cómo trabaja la problemática del agua la Estación Espacial Internacional (ISS)

  • Las fugas en el espacio resultarían en desastres catastróficos. En sus diseños, los ingenieros de naves espaciales se aseguran de que la estación espacial sea 100 % hermética.
  • Los controles terrestres controlan constantemente las posibles fugas de aire. En caso de que se descubra una fuga, se asigna la máxima prioridad a encontrarla y repararla lo antes posible.
  • En la Estación Espacial Internacional, incluso las gotas de sudor más pequeñas son demasiado valiosas para desperdiciarlas, por lo que se vuelven a convertir en agua potable.
  • El Sistema de Soporte Vital y Control del Ambiente (ECLSS) controla el proceso de reciclaje de agua a bordo de la ISS. Este sistema altamente eficiente recicla hasta el 90 por ciento del fluido capturado de la orina de los tripulantes,  el agua de lavado y la condensación del aire.
  • Si se hace de manera eficiente, el agua se puede usar para mucho más que beber y limpiar.
  • En el espacio, el agua también se utiliza para regular el calor. A medida que la ISS orbita alrededor de la Tierra, tiene que lidiar con grandes fluctuaciones de temperatura.

“En Amanco Wavin miramos el agua de una manera diferente y descubrimos que tiene mucho más que ofrecer de lo que pensamos. Por eso, debemos atesorarla sin dejar que se desperdicie y nos enfocamos en trabajar para crear soluciones innovadoras que den respuesta a problemas globales y locales que ayuden a cuidar de este recurso tan valioso”, explicó Víctor Guajardo, Gerente General de Amanco Wavin Argentina.

“Nos gustaría invitar a los grandes pensadores de la ISS, de la NASA, así como a otras organizaciones espaciales a sentarse con nosotros y compartir algunas de sus experiencias sobre el uso inteligente del agua. Creemos que podemos resolver los desafíos del agua en el mundo aprendiendo unos de otros y trabajando juntos”, finalizó Guajardo.