Es un hecho que el consumidor es cada vez más consciente sobre temas relacionados a sustentabilidad, como cambios climáticos, gestión de residuos, impactos sociales etc. La agenda EGS (criterios ambientales, sociales y de gobernanza) sigue en crecimiento para las marcas, en especial, las de consumo masivo, que necesitan conectarse con las tendencias de las nuevas generaciones y sus valores para crear vínculos genuinos y relaciones cercanas con las personas y el planeta.
Uno de los puntos más fuertes de atención son los envases de los productos. El año pasado, la consultoría global Metaforce realizó un estudio con consumidores de varios países para investigar sus relaciones con los packagings en el momento de compra y descubrieron que, en Latinoamérica, más del 60% de los brasileños y argentinos, por ejemplo, consideran las características sustentables de un envase para comprar sus bebidas. En esa línea, no solo los productos que están en las manos de los consumidores necesitan tomar en cuenta sus impactos ambientales, sino que también toda la cadena de producción de este, hasta que llegue a las góndolas.
Por todo esto, las marcas business to business han buscado cada vez más conectarse con ese consumidor y llevar adelante acciones que contribuyan a su educación ambiental y consumo consciente. Un ejemplo de esto es el movimiento QUIEROLATA, liderado por Ball Corporation, con la idea de potenciar a la lata como el envase protagonista de un modelo de consumo más sustentable, ya que es 100% e infinitamente reciclable y es el envase más reciclado del mundo con 69% de índice de reciclado. En el caso de Chile, el Cenem (centro de envases y embalajes de Chile) menciona que la tasa de reciclaje de latas es de un 45% aproximadamente y las cifras de reciclaje de aluminio giran en torno a las 30.000 toneladas anuales. En Argentina el número es muy bueno y asciende a un 79% del total de las latas consumidas en el país. Mientras que en Paraguay el 90% del aluminio se recicla, según estimaciones de Ball.
El movimiento inició en 2018 en Brasil bajo el nombre “VADELATA” y gracias al éxito y al engagement generado con las personas, Ball quiso expandirlo por el resto de Latinoamérica con el fin de seguir incentivando la economía circular a través de acciones que promueven reciclaje de las latas, un estilo de vida más consciente y conocimiento real sobre los impactos que se puede minimizar desde las acciones más cotidianas.
“Sin duda, la lata de aluminio es un envase verdaderamente conveniente, que tiene el potencial de promover la sustentabilidad y reducir el impacto en el medio ambiente. Transmitir este mensaje a los consumidores de los países donde Ball se encuentra presente es uno de nuestros objetivos con este movimiento, además de poder contribuir con un consumidor más educado y consciente desde el punto de vista ambiental”, sostuvo Thais Moraes, Directora de Comunicaciones de Ball Corporation.
Toda la comunicación del movimiento se realiza principalmente a través de los canales y redes sociales propios: Facebook QUIEROLATA; Instagram QUIEROLATA así como también en medios de comunicación.