Un año después del anuncio inicial, BASF reafirma sus objetivos climáticos. En una actualización para inversores y analistas financieros sobre su hoja de ruta de transformación, la compañía confirmó que para 2030 pretende reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 25% en comparación con 2018 y mantiene su objetivo de cero emisiones netas a nivel mundial para 2050.
“En toda BASF estamos trabajando intensamente para poner en marcha un gran número de proyectos que permitan reducir aún más nuestras emisiones de CO2 de forma significativa y alcanzar nuestros ambiciosos objetivos climáticos. Al cooperar con los proveedores de materias primas, también tomamos medidas para reducir las emisiones relacionadas con nuestros productos. De este modo, impulsamos nuestra transformación y apoyamos a los clientes en sus esfuerzos por reducir las emisiones en sus portafolios de productos”, afirmó el Dr. Martin Brudermüller, presidente de la Junta Directiva de BASF SE.
En América del Sur, BASF trabaja con un enfoque en la eficiencia energética y la reducción de emisiones incluso antes de la estrategia de reducción global de la empresa. Los procesos de eficiencia energética en la región se basan en la reducción del consumo eléctrico y de las emisiones de CO2 en las plantas productivas.
En Argentina, implementó GO2Neutral, un programa de gestión de emisiones de dióxido de carbono, en el que se ven reflejados los compromisos y esfuerzos por reducir dichas emisiones a través de múltiples acciones que se impulsan internamente y con distintos aliados estratégicos para contribuir con el objetivo global. En 2019 y 2020, la compañía midió y compensó el 100% de la huella de carbono las plantas productivas y toda su flota vehicular.
La compensación fue realizada a partir de la compra de bonos de carbono de inversiones en proyectos de energías renovables a YPF Luz y, en alianza con organizaciones como Seamos Bosques, Grupo de Manejo Forestal Latinoamericana y Amigos de la Patagonia, se realizó la plantación de más de 3900 árboles nativos para la reforestación de bosques en recuperación en Corrientes, Neuquén y Tucumán.
Entre las diversas iniciativas implementadas en la región para minimizar los impactos ambientales se encuentra el proyecto Triple E (Excelencia en Eficiencia Energética), cuyo objetivo es mejorar los índices energéticos y de sustentabilidad, además de incrementar la competitividad de la empresa en Sudamérica. Con la ejecución de más de 100 proyectos desde 2015, esta iniciativa permitirá un ahorro de 2,8 millones de euros y una reducción de 6,9 mil toneladas de CO2 equivalente/año, lo que ha llevado a BASF a ser la primera industria química certificada por la norma ISO 50001 de Eficiencia Energética en Brasil.
Desde 2016 en la planta productiva de General Lagos, provincia de Santa Fe, aumentó el ratio de eficiencia energética de 0,88 a 1,13 tn/MWh y disminuyó el ratio de intensidad de emisiones GEI (tn CO2/Tn producción) de 0,16 a 0,14, como consecuencia de la implementación de proyectos relacionados a este programa.
En 2021, BASF redujo las emisiones de CO2 en alrededor de un 3% en comparación con 2020, a pesar de volúmenes de producción significativamente mayores. En gran medida, esto se debe al aumento del uso de las energías renovables. El cambio hacia las energías renovables será el principal motor de la reducción de emisiones hasta 2025. En 2021, las energías renovables representaron el 16% de la demanda mundial de energía del Grupo BASF. Para 2030, la empresa prevé que el 100% de su demanda mundial de energía eléctrica de 2021 se obtenga de fuentes renovables.
Para cubrir su demanda de energía renovable, BASF está siguiendo una estrategia de fabricación y compra. Esto incluye la inversión en activos propios de energía renovable y la compra de energía verde a terceros. En 2021, BASF adquirió una participación en el parque eólico Hollandse Kust Zuid (HKZ) de Vattenfall. Una vez que esté en pleno funcionamiento, será el mayor parque eólico marino del mundo, con una capacidad total instalada de 1,5 gigavatios. Se espera que el proyecto sea plenamente operativo en 2023.
“BASF está haciendo progresos significativos en su camino hacia la consecución de sus objetivos de reducción de emisiones. Y estamos preparados para el siguiente paso: lograr un crecimiento sostenible a través de productos con una huella de carbono reducida”, dijo Brudermüller. Mediante el uso de energía verde, vapor de baja emisión de carbono, materias primas de origen biológico y procesos altamente eficientes, BASF es capaz de ofrecer a sus clientes productos cero neto y productos con una baja huella de carbono del producto (PCF)