En los hilos que componen la historia de la industria gráfica, conviven la tradición y la innovación permanente para dar lugar a nuevas soluciones que llevan al terreno físico ideas, conocimiento, relatos, imágenes y mucho más. Carlos Rojas es parte de esta industria desde hace más de cuatro décadas, y en la actualidad dirige Cono Sur Atlántico, compañía que representa en la Argentina a fabricantes líderes de maquinaria de impresión como Müller Martini, Koenig & Bauer y Petratto.
Para conocer cómo se adapta el mundo gráfico a las exigencias actuales y cómo se vislumbra su futuro signado por la innovación tecnológica, Carlos Rojas dialogó con PRESENTE acerca de su visión sobre la industria.
-¿Cómo comenzó tu carrera en la industria gráfica?
-No fue algo planificado. Estudié Administración de Empresas y años más tarde Ciencias Políticas, y comencé mi carrera en la industria gráfica en el año 1976 cuando, a raíz de que un amigo de la facultad que trabajaba en Intergráfica S.A. me comentó que buscaban vendedores, me incorporé al equipo de la empresa rápidamente gracias a mi conocimiento de idiomas. Mi lengua materna es el alemán, y desde los 12 años hablo y escribo inglés, lo que a lo largo de mi carrera me ayudó mucho a relacionarme con las empresas extranjeras y entender e interpretar su cultura. Primero trabajé como vendedor en la Argentina, visitando además Paraguay, y luego en 1980 como Gerente de la filial en Montevideo hasta 1983. De regreso a la Argentina, ocupé el cargo de Gerente de Ventas hasta 1988 cuando asumí como Gerente General de la organización Print & Pack, nombre de Intergráfica en el sudeste asiático, con sede en Yakarta, Indonesia. En 1993 Intergráfica es absorbida por la alemana Ferrostaal a nivel mundial y se me encomienda la fusión de ambas organizaciones en la Argentina.
Asumí como Vicepresidente de Ferrostaal Argentina S.A., y en 1998 una representada del grupo, la corporación líder a nivel mundial en fabricación de máquinas de postimpresión, la suiza Müller Martini, abrió filiales en Latinoamérica y asumí como CEO de Müller Martini Argentina S.A. En 2019 la compañía me ofreció la representación de su marca en el cono sur y es así como se crea Cono Sur Atlántico.
-¿Cómo fue la experiencia de vivir en otros países?
-Vivir en Montevideo fue una experiencia hermosa, el uruguayo es una persona cálida y sobre todo solidaria, siempre dispuesta a ayudar. Tengo la bendición de poder contar con muchos amigos de esa época. Una ciudad que mira al río siempre es atractiva, y los viajes de todas las mañanas por la costa desde Carrasco hasta la Ciudad Vieja son imágenes como un tesoro en mis recuerdos. De hecho, mi hija es uruguaya, ¿cómo no amar ese país?
Respecto a Indonesia, es otra cultura, otra religión, muchas islas. Es el archipiélago más grande del mundo con más de 10.000 islas volcánicas. Fue fascinante la experiencia, su gente es humilde, colaborativa, extremadamente respetuosa, y el país se ve crecer todos los días.
-¿Cómo fueron los inicios de Cono Sur Atlántico y cómo se compone en la actualidad?
-En 2019, cuando Cono Sur Atlántico comienza a representar a Müller Martini en la Argentina, había muchas máquinas instaladas en plazas, por eso era necesario tener un equipo técnico local, y nosotros contábamos con personas especializadas. Si bien nos tocó comenzar en un momento complejo, dado que en 2020 se implementó la cuarentena, pudimos llevar adelante el primer año de la compañía, y, de hecho, aprovechamos ese tiempo de disminución de la actividad comercial para complementar el programa de postimpresión de Müller Martini.
Encontramos además que Koenig & Bauer, una empresa alemana con muchos años de trayectoria en la industria, buscaba un equipo que se ocupara del marketing de la compañía en la región, así que empezamos a trabajar con ellos. Si bien Koenig & Bauer tiene una filial en la Argentina desde donde suministra repuestos y servicio técnico, Cono Sur se ocupa del posicionamiento de la marca en la región a través del trabajo en marketing y ventas.
Koenig & Bauer es un conglomerado alemán muy importante que ha adquirido, por ejemplo, Ibérica –fabricante de máquinas troqueladoras–, una empresa de origen turco llamada Duran Machinery que fabrica máquinas pegadoras plegadoras de estuches de 4 y 6 ángulos, y la empresa italiana Flexotecnica, fabricante de máquinas flexográficas para envases en materiales flexibles. Podríamos decir que hoy Koenig & Bauer es el conglomerado más importante como fabricante de máquinas de impresión, no solo en offset, sino también en digital y flexografía. En la actualidad, con las tecnologías analógicas y digitales se imprimen y acaban billetes, (sistema de impresión intaglio), latas, libros, prospectos, expositores, decoraciones, etiquetas, recipientes de vidrio y plástico, envases de cartón y lámina, catálogos, laminados, revistas, neumáticos, cables, tarjetas inteligentes, folletos publicitarios, periódicos y mucho más. Para Cono Sur Atlántico fue muy interesante comenzar a trabajar con ellos porque nos permitió contar con máquinas troqueladoras, pegadoras plegadoras de estuches, flexográficas, en definitiva, un gran abanico de maquinaria que nos brindó la posibilidad de ampliar nuestro alcance y cerrar vínculos muy directos con la industria de impresión, al tiempo que nos complementaba para ingresar en la industria del packaging.
Cono Sur Atlántico también representa a Petratto, una empresa italiana fundada en 1938, que fabrica máquinas de terminación para la industria editorial y para packaging.
-¿Cuáles son los principales avances en la industria en el último tiempo?
-El sistema de impresión offset se está actualizando y mejorando de forma permanente. Se empezó a trabajar sobre su tecnología para hacerla más rentable, evitar alta maculatura, acortar tiempos, y procesos de preparación de maquinaria para que no exista desperdicio. De hecho, hoy hay un replanteo respecto a cómo imprimir pequeñas tiradas de productos, dado que antes se consideraba más rentable hacerlo en digital, pero hoy se evalúa este punto.
Obviamente, también hay avances muy importantes en la industria digital, un segmento que ha mejorado mucho en la impresión y también en lo que respecta a la terminación de los productos con todos sus procesos ulteriores que vienen luego de la impresión. Porque si bien todos nos concentramos siempre en el sistema en el que estamos imprimiendo, hay que poner énfasis en cómo se realiza la terminación de ese producto, porque cuando nosotros imprimimos algo, imprimimos un pliego, una hoja o una bobina, todavía no tenemos el producto final, sino que hay que convertirlo, y creo que en ese punto del proceso hubo avances muy interesantes. Así, la impresión digital permite imprimir de bobina a bobina, es decir que rebobino lo que imprimí y da como resultado una bobina que puede tener impresos diferentes libros en diversos formatos. Cada producto y cada página tiene una marca digital impresa para que se diferencien los contenidos. Luego, la máquina de Müller Martini encuaderna estas páginas, diferenciándolas a partir de esta marca digital, para convertirlas así en libros. Esto hace que el proceso ulterior de la impresión digital sea fascinante y preciso, porque separa los diferentes productos en sus diferentes formatos, grosores, idiomas y demás.
-Muchas veces no se conoce la tecnología que hay detrás de productos impresos, como puede ser el caso de los libros.
-Cuando uno se interioriza sobre cómo está hecho un libro, la verdad es que es algo fascinante, es una obra arquitectónica. De hecho, el lomo de un libro tiene principios basados en cómo se fabrica un puente. Es muy interesante. Además, ahora existe la posibilidad de editar algo en menor escala que antes, ya que la impresión digital te permite imprimir un libro, por ejemplo, algo que en el pasado era imposible.
-¿Cómo se adapta la industria gráfica a las exigencias respecto a sustentabilidad?
-La industria gráfica en la Argentina siempre ha invertido mucho en tecnología. Diría que es una de las industrias en las que más se invierte en bienes de capital y siempre cuenta con la última tecnología vigente. Hay mucho trabajo con entidades nacionales e internacionales para mejorar tópicos relacionados con afluentes, uso de determinados químicos, entre otros. Incluso la Federación Argentina de la Industria Gráfica y Afines (FAIGA) también está abocada a ayudar a resolver estos puntos para lograr una industria más sustentable.
-¿Cuáles son los proyectos de Cono Sur Atlántico?
-En primer lugar, el objetivo es lograr una sólida base de representaciones que se terminará de consolidar durante la DRUPA 2024 en la ciudad de Düsseldorf, Alemania, del 28 de mayo al 7 de junio de 2024. Allí está presente toda la cadena de valor del negocio preimpresión e impresión, premedios y multicanal, postimpresión y embalaje, innovaciones tecnológicas y de software de edición, materiales, equipos e infraestructuras. Durante el viaje también vamos a realizar visitas guiadas con clientes, en Alemania principalmente. Además, vamos a ampliar el portfolio de soluciones, porque Müller Martini adquirió el 100 por ciento de una empresa suiza llamada Hunkeler, lo que es muy interesante porque el fundador de Müller Martini, Hans Müller, antes de armar su compañía, formó parte del equipo de Hunkeler como ingeniero mecánico. Esta adquisición va a traer nuevos desarrollos en lo referente a terminación de productos impresos digitalmente.