Clear Skies, la iniciativa sustentable de Galderma y Cetaphil

Galderma y Cetaphil anunciaron la iniciativa Clear Skies, un compromiso a largo plazo para apoyar un medio ambiente más saludable y un futuro mejor para todos.

Galderma dio grandes pasos para reducir su huella medioambiental en la última década, y Clear Skies esboza el viaje de la empresa para integrar prácticas responsables en toda la actividad. Clear Skies se articula en torno a cuatro áreas clave en las que la organización puede tener un impacto: reducir el impacto medioambiental, formulación con ingredientes más limpios, uso de envasado más inteligente y servicio a sus comunidades.

A través de esta iniciativa estratégica, Galderma y Cetaphil se comprometen a establecer y alcanzar objetivos para seguir reduciendo el impacto en el medio ambiente y contribuir a la fortaleza de las comunidades. En la actualidad, la empresa tiene como objetivo conseguir un 100% de electricidad renovable en sus fábricas actuales para 2022 y llegar a ser neutra en carbono en sus instalaciones de producción.

“Sabemos que la salud de nuestra piel es un reflejo de nuestro entorno: factores como la contaminación, la calidad del agua y el clima pueden afectar a la piel, especialmente a la piel sensible. Como líder en el tratamiento de la piel sensible, es hora de ser aún más sensibles al medio ambiente para contribuir al cambio a corto y largo plazo”, dijo Walter Geiger, Jefe de la Unidad de Negocio de Consumo Global de Galderma.

Clear Skies apoyará los esfuerzos de la empresa por ser más sostenible utilizando menos recursos y creando menos residuos. El enfoque científico se basa en la investigación exhaustiva del Protocolo de Gases de Efecto Invernadero y se alinea con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

Desde 2010, Galderma y Cetaphil redujeron el consumo de agua en un 33% por tonelada de producto, a través de programas de reciclaje y reutilización en las fábricas e instalaciones de investigación. La empresa también redujo las emisiones anuales de CO2 de las fábricas en más de un 60%, mediante el uso de tecnología más eficiente y fuentes renovables de electricidad. Actualmente, el 95% de la electricidad que alimenta sus fábricas procede de recursos renovables y ninguno de los residuos de las fábricas acaba en un vertedero.

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