Coca-Cola está dando nuevos pasos para ubicarse a la vanguardia de las tecnologías innovadoras en reciclaje, que permiten convertir plásticos que antes no se podían reciclar en botellas PET nuevas, sin ninguna degradación del material. La compañía con sede en Atlanta ha anunciado importantes avances para acelerar el desarrollo y la puesta en marcha de estos sistemas pioneros.
En ese sentido, Coca-Cola está apoyando a la start-up Ioniqa Technologies, que, usando el proceso de despolimerización recoge desechos de PET no reciclados y los descompone hasta el nivel de molécula base, separando el color y otros compuestos. Finalmente, las moléculas se convierten nuevamente en PET de alta calidad para uso alimentario, lo que supone un cambio real hacia una economía circular.
De hecho, Ioniqa está construyendo en Holanda su primera fábrica de reciclado de plástico PET con esta tecnología, que transforma los desechos de PET en material virgen para su reutilización en el envasado de alimentos y bebidas.
En la actualidad el PET se recicla mecánicamente, lo que implica que, para reciclar PET con el objetivo de hacer nuevos envases para alimentos y bebidas, solo se puede emplear plástico de uso alimentario. Así, mucho plástico que no se puede reciclar termina en el vertedero, incinerado o como residuo acumulado en calles y océanos. Lo realmente novedoso de esta nueva tecnología es que se puede usar cualquier residuo de PET para hacer PET de uso alimentario.
“Nuestra aspiración, como parte de nuestra estrategia global en materia de envases Un Mundo sin Residuos, es cerrar el ciclo de la economía circular de los plásticos y ayudar a convertir botellas de PET usadas en otras nuevas”, señaló Scott Pearson, Senior Director, Global R&D Engineering en The Coca-Cola Company.