Marisa Andino conduce Telenueve al mediodía, en el mismo horario que hacía el noticiero su padre, el recordado Ramón Andino, y se da el gusto de compartir pantalla con su hijo mayor. Resiliencia, realización personal y responsabilidad social.
¿Cómo te llevás con la popularidad?
Yo me saco fotos, me paro y hablo con la gente y soy muy chusma, me puedo quedar hablando horas.
Después de decir públicamente que atravesaste un cáncer de mamas, te convertiste en referente del tema, ¿cierto?
Sí, me costó contarlo, al principio sentía que tenía que quedar en la intimidad y tenía miedo por mi mamá que tiene presión alta. A ella se lo dije recién varios meses después de la última operación. Pero después, en un desfile, vino una señora que me contó que tenía cáncer y yo le dije que había sufrido algo parecido y ahí me di cuenta de que tenía que aportar mi granito de arena. En ese desfile, hice un clic.
Recorriendo tu vida, parece que tenés una gimnasia para enfrentar imprevistos trágicos, como fue la muerte de tu papá Ramón Andino. ¿Cómo te parás ante esas situaciones que mueven el tablero intempestivamente?
Siempre sentí que yo era muy fuerte, me di cuenta primero con la muerte de papá. Yo era muy joven, tenía 19 años, estaba comenzando la vida, terminando mi carrera, con proyectos de hacer radio con él cuando me recibiera de Locutora. Y fue así de golpe, despedirlo con un besito y, a las horas, enterarnos de que había muerto en el canal. Siempre siento que lo tengo a mi lado. Mirá, el último examen que di de Locución, que fue un mes y medio después de su muerte, yo te juro por Dios que no me salían palabras mías, fue mi papá. Me saqué un diez y te puedo asegurar que era como que mi viejo se había metido dentro mío y todo lo que me decían, lo que me preguntaban, toda mi oratoria fue de mi papá, palabras de él, yo sentí eso. Muchas veces siento su presencia.
¿Cómo te compusiste de esa pérdida tan entrañable?
Y, se muere tu papá y tenés que salir a trabajar. Mi papá me dio el apellido y fue lo que en realidad me dio el empujón para empezar a trabajar. El primero que me llamó fue el productor histórico de Mirtha Legran, Armando Barbeito, para que fuera a hacer la locución de los almuerzos. Porque mi papá tenía amigos de fierro que lo amaban y nos dieron ese empujón, a mi hermano (Guillermo) y a mí, éramos muy chicos y los dos estábamos estudiando y comenzamos con ellos hasta que después hicimos nuestra carrera. Y tratar de demostrar. Mamá siempre nos decía que teníamos que seguir estudiando y demostrar que no solo es el apellido, que fuéramos con todo y yo fui con todo.
¿Qué hiciste para probar que nadie te estaba regalando nada?
Yo no sé si soy buena o no, pero siento que me lo fui ganando y gracias a Dios prácticamente no he parado de trabajar. Pasé de todo en el trabajo, tuve cosas buenas, malas, he trabajado ni bien después de parir y no me pagaron, pero de todo me llevé una experiencia. Y ahí es donde yo digo que mi papá no me deja, porque yo quería y necesitaba seguir trabajando y puede hacerlo. Siempre me esforcé, soy una laburante.
Si pudieras preguntarle algo a la Marisa de dentro de 10 años, ¿qué sería?
Si hice las cosas bien con mis hijos, eso le preguntaría; creo que sí lo hago bien, estoy segura que sí. Juan Ignacio es inteligentísimo, tiene 26 años, es laburador, es periodista, pero todavía tiene esa cosa de que cree que se la sabe todas. Tomás tiene 24 años y está en cuarto años de Medicina y el chiquito está en primer año. Pero bueno, siempre seguís atrás de ellos.
¿Hacés algún tipo de trabajo solidario?
A través del colegio de mis hijos, he realizado y realizo diferentes tipos de actividades solidarias. Más allá de eso, suelo comprometerme de manera personal con diferentes clubes, ONG´s, sociedades e incluso personas que se comunican a partir de mis redes sociales.
Como mujer interesada en la actualidad, ¿qué crees que se puede hacer para mejorar la realidad social en la que vivimos?
Estoy convencida de que cada uno de nosotros puede contribuir a mejorar la realidad social a partir de poner en práctica conceptos como la empatía, el compromiso, la responsabilidad, la honestidad y el respeto.
¿Qué es para vos la Responsabilidad Social Empresarial?
La Responsabilidad Social Empresarial es una decisión que debe partir desde lo individual para que tenga impacto positivo en lo grupal, es decir, en la sociedad. La comunidad e incluso el medio ambiente, serán el blanco de las acciones de las diferentes empresas o asociaciones que verán en la RSE una necesidad estratégica de posicionarse y trascender.
¿Cuál crees que es la responsabilidad social que tiene el periodismo?
La responsabilidad social del periodismo está basada en la comunicación, que es la que permitirá fortalecer, afianzar y desarrollar el derecho que tiene la sociedad de mantenerse informada y actualizada. Tiene repercusión directa en las libertades individuales y en el apego a los derechos humanos, contemplados en nuestra Constitución.
Si fueras directora de algún medio masivo de comunicación, ¿qué decisiones tomarías para materializar medidas relacionadas a la RSE?
Si fuera directora de un medio masivo de comunicación, la decisión para materializar las medidas relacionadas con la RSE estarían basadas en una palabra que se repite tres veces en la primera estrofa de nuestro himno nacional: ¡Libertad, libertad, libertad!