El 39% de los alumnos que arranca el secundario en la Argentina termina abandonando o recibiéndose fuera del tiempo esperado. En contextos de vulnerabilidad social, la cifra asciende al 62,5%. Para jóvenes atravesados por problemáticas estructurales y socioculturales complejas, el paso de la primaria a la secundaria conlleva cambios abruptos que pueden favorecer el abandono escolar.
Fundación Pilares y la Parroquia Caacupé de la Villa 21-24 brindan un espacio de apoyo escolar a niños y niñas de 6 a 13 años que viven en este barrio. Desde hace 3 años, buscan garantizar la permanencia de los chicos en la escuela brindando un taller de transición a la secundaria para los alumnos que están en 7° grado. A partir de la implementación del taller, el 100% de ellos finalizó la primaria inscripto en una escuela secundaria.
“Decidimos hacer este taller porque muchos chicos no estaban siendo anotados en la secundaria y también porque surgieron dudas de parte de ellos sobre esta nueva etapa”, comenta Damián Vázquez, director del apoyo escolar en la Parroquia Caacupé. Uno de los principales obstáculos que detectaron fue la inscripción online. “A muchas familias se les dificultaba el acceso a Internet o a hacerse un mail para acceder al sistema, por eso apoyamos también desde ahí”. Cuando se abren las inscripciones escolares, se invita a los padres a asistir al taller y acceden ahí mismo a Internet, con asistencia del equipo de Pilares y Caacupé.
Axel Amaro vive en la Villa 21-24, está en 7° grado y es parte del taller de transición. Cuando piensa en lo que se viene, comparte: “me sentiría extraño porque no voy a conocer a nadie y no sé si me van a aceptar. Además, son muchas materias, algunas que todavía ni entendemos y es muy difícil”. La cantidad de profesores y materias nuevas que hay en la secundaria es otro de los obstáculos que dificulta la transición desde la primaria, donde el trato es más personalizado.
“Acá trabajamos los miedos y expectativas que le surgen a los chicos sobre esta nueva etapa. Lo importante es que puedan anticipar la situación y, desde nuestro lugar, contarles el valor que tiene la secundaria y la importancia de que sigan en la escuela a pesar de las dificultades”, comparte Cecilia Pinasco, psicopedagoga de Fundación Pilares y coordinadora del taller. Durante el taller mapean y visitan las escuelas secundarias cercanas, aprenden sobre los distintos tipos de escuelas (bachiller, comercial, técnica), tienen encuentros con estudiantes que van a la secundaria y con referentes del barrio que terminaron sus estudios.
Sólo el 15% de los chicos que asisten al apoyo escolar cuentan con padres que finalizaron la secundaria. El 42% de ellos sólo llegó a la primaria. Para Cecilia, que los chicos sean los primeros de su familia en pasar a la secundaria es un gran logro, pero también un gran desafío: “no siempre hay conciencia de la importancia de acompañarlos en esta etapa. Para cualquier niño significa un gran cambio, pero encima no contar con alguien que haya pasado por la secundaria, que te pueda explicar y que valore el terminar la escuela, hace el proceso más complicado”.
El déficit en la lectoescritura que caracteriza a los chicos en este espacio es también un motivo para que la secundaria se haga cuesta arriba. “Cuando aprender pasa por leer fotocopias y libros, y los chicos tienen dificultades en la comprensión lectora, es difícil poder quedarte con el sentido del texto. El problema no es que los chicos no estudian, es que no entienden”, reflexiona Cecilia y destaca la importancia de contar con espacios de apoyo escolar para que ellos encuentren un acompañamiento personalizado que los ayude en sus necesidades escolares puntuales.
Con el transcurso del taller, los chicos que participan (este año son 15 varones) van perdiendo miedos y despertando entusiasmo. “Estaría bueno ir a la secundaria. Yo quiero estudiar y trabajar para ser alguien en la vida”, dice Armando Bareiro que planea ir a la Escuela Técnica N°14 porque allí puede convertirse en maestro mayor de obra. Su objetivo final es ser arquitecto. Comenzar la secundaria será el primer paso para lograrlo.