Democratizar la educación

Verónica Silva tiene 22 años, es estudiante de Administración de Empresas y Marketing, y –principalmente– es la creadora de Apprendo, una plataforma digital que vincula alumnos con profesores de forma simple y segura, visibilizando clases particulares, cursos y talleres. Se basa en el modelo de economía colaborativa en el sistema educativo realizando alianzas con bibliotecas y cafeterías.

“Siempre tuve la idea de crear, por eso estudié Administración de Empresas, pero nunca imaginé que iba a pasar durante la carrera”, comienza explicando Verónica sobre su desarrollo.

¿Cómo nació Apprendo? “Cuando estaba en la facultad, necesité un profesor particular y comencé a consultar con compañeros, pero entre las recomendaciones algunos cobraban muy caro y otros vivían muy lejos”, cuenta. Como buena millennial –en sus propias palabras–, googleó y se decepcionó al no conseguir nada. “Pensé que iba a encontrar una página donde se pudieran buscar clases, y descubrí que no existía. Me sorprendió, ya que la mayoría de los argentinos alguna vez fuimos a una clase de apoyo escolar o extracurricular con un profesor”. Así fue como apareció la idea. Aunque le tomó tiempo, cuando se decidió a apostar de lleno al proyecto, buscó la manera de hacerlo posible. “Fue un desafío, ya que estudio Marketing y Administración y no vengo del ámbito de la tecnología. Llegué a ese mundo por el emprendimiento y es fascinante, pero cuando empezás no sabes por dónde arrancar, porque hay mucha incertidumbre y muchos desafíos, me estaba metiendo en un área desconocida. Además no tenía tiempo, porque estaba trabajando para pagarme la facultad y también estaba sola, ya que no tenía un equipo”. Pero igualmente buscó la manera de hacerlo realidad, y en ese camino cuenta que primero se fue la motivación, porque parecía imposible: “Lo abandoné por unos meses, después me di cuenta de que esa idea podía ayudar a una gran cantidad de alumnos y personas, así que me enfoqué en intentarlo en serio”. Así comenzó, primero con sus contactos más cercanos, los profesores, contándoles la idea después de clase, y llegó a participar del concurso de emprendedores tecnológicos del Gobierno de la Ciudad, Potenciate BA. “Fui sin expectativas, ya que eran más de 700 emprendimientos que se presentaban, pero lo iba a intentar igual”. Luego de un mes de encuentros, donde fue avanzando en el certamen, logró ganar y a través del concurso obtuvo el capital semilla para comenzar, pero principalmente consiguió el voto de confianza, certificando que era una buena idea y se podía explotar.

“Cuando uno realmente conseguir algo y no tiene los recursos tradicionales, busca formas alternativas para encontrar una solución”, asegura Verónica. Una vez encaminada, realizó el primer paso: buscar programadores. “Conocí a un profesor de programación, me junté con él y terminamos realizando una alianza-colaboración: los alumnos, en lugar de hacer un trabajo práctico, hicieron una experiencia de trabajo real ad honorem. Todos ganábamos. Así en el 2018 estuvimos trabajando junto con los estudiantes y el instituto”. Aunque fue desafiante, lograron pasar esta etapa y la idea comenzó a tener aceptación.

¿Cuál es el objetivo de Apprendo?

Nosotros queremos facilitar el acceso a clases, cursos y talleres, tanto on-line como presencial, en todas las temáticas que existen, desde apoyo estudiantil hasta arte, como música o dibujo. Es decir, buscamos abarcar tanto las materias básicas como las más avanzadas, y hasta el momento no había tecnología que gestionara tal contacto. En ese contexto, facilitamos el vínculo entre el alumno y el instituto o profesor que enseña, permitiendo que la clase pueda ser presencial o virtual.

¿Cuándo hicieron el lanzamiento? ¿Qué descubrieron?

El primer lanzamiento se hizo a fines del 2018, y a partir del feedback de la primera versión –teniendo en cuenta el contexto de Latinoamérica, especialmente vinculado a la inseguridad–, decidimos crear una alianza con diferentes espacios para establecer lugares de coestudio. Entonces, hicimos alianzas con bibliotecas públicas y cafeterías con descuento, para que el alumno y el profesor que se encuentren ahí por primera vez accedan a un descuento y puedan realizar la clase de forma segura. Además, incorporamos las clases inclusivas. Si existen profesores capacitados para dar clase a alumnos que tienen necesidades especiales, lo pueden especificar. Por ejemplo, si un profesor sabe lenguaje de señas, lo puede publicar en su perfil. Esto es innovador porque no existe en Latinoamérica y tampoco lo encontramos en el resto del mundo.

¿Cómo es tu vínculo con la tecnología?

Antes no sabía de tecnología, pero a través del proyecto me fui adentrando en ese mundo. No soy programadora, pero participo en todo el desarrollo tecnológico y me apasiona. 

También nos dimos cuenta de que la tecnología existe. Hoy en día estamos en una revolución tecnológica, y sin embargo sigue habiendo problemas que no tienen respuesta. En este caso, buscamos la manera de facilitar el acceso a la educación con una herramienta tecnológica. Con Apprendo queremos ayudar a las personas, que descubran que las herramientas existen, ya que si no se conoce, no se puede elegir, y buscamos romper eso, que no haya límites.

Actualmente están trabajando en una nueva versión…

A medida que avanzamos, descubrí que hay potencial para explorar, así empecé a diseñar la versión que estamos por sacar en diciembre junto con mi socio Javier. El objetivo es que descubran todo lo que se puede aprender, más allá de encontrar una clase que se necesita.

Para ello, estamos trabajando en la nueva aplicación y también nos vamos a enfocar en adquirir la mayor cantidad de profesores y alumnos posibles, y en marzo queremos hacer una campaña masiva para alumnos. Además, un profesor que se registra y siempre va a estar disponible es algo exponencial que no tiene límites. Nosotros calendarizamos la agenda del profesor, cuando se registra deja asentada su disponibilidad, entonces un alumno puede ver el perfil y elegir fecha. Con la tecnología ayudamos al profesor y a que la plataforma sea una herramienta de trabajo. 

Estamos avanzando en el desarrollo, pero es un desafío, ya que no recibimos financiamiento, lo hacemos a pulmón y buscamos la manera de hacerlo rápido. Estamos lográndolo, y nos sentimos orgullosos de ese proceso.

¿Cómo es la monetización de la plataforma?

Desarrollamos dos formas de monetizarlo, que serán implementadas el año que viene. La primera es la publicidad: un profesor o instituto puede pagar para aparecer primero en ciertas búsquedas de clases. Lo haremos con las variables de clase o zona. La segunda es permitir pagos dentro de la página para que los profesores y alumnos que accedan a clases virtuales puedan pagar o cobrar por ahí, también en los encuentros presenciales si quisieran pagar con tarjeta de crédito lo podrían hacer por la plataforma, por este servicio se cobraría una comisión. 

De todas maneras, queremos que la plataforma sea gratuita, porque es una herramienta para ayudar, no queremos que quede en ciertas personas que pueden pagar y aquellas que no pueden se queden afuera.

Desde tu experiencia, ¿qué le falta a la educación en términos de inclusión tecnológica?

Últimamente se le está dando más importancia, se está hablando de integrar robótica desde el jardín de infantes, enseñar programación como una materia obligatoria y no como una orientación. Es a donde tenemos que ir, porque en el futuro serán habilidades básicas, son disciplinas que tendrán la misma importancia que matemáticas. 

Además, estas nuevas herramientas sirven para la vida. En mi caso, desconocía el tema, tenía miedo de ponerme a estudiar; aunque es complicado, todas las personas lo pueden aprender. En este punto, creo que todos deberían hacer una materia para conocer la disciplina. 

Por otro lado, pueden salir ideas muy buenas mezclando la tecnología con otras materias como administración, ciencia, se pueden crear desarrollos increíbles, y si los estudiantes de esta generación no tienen estas herramientas, no lo van a poder hacer.

¿Están trabajando en alianza con el sector público o privado?

Con el sector privado todavía no, pero sí con el Gobierno de la Ciudad a través de las bibliotecas de la ciudad, y también tengo contactos en bibliotecas de San Luis y San Juan para seguir avanzado. Queremos que llegue a toda la Argentina, para eso estoy creando alianzas en diferentes partes. Aparte de las bibliotecas, estoy contactando cafeterías, y cuando sea el nuevo lanzamiento podamos apuntar a todo el país.

Con respecto a la sustentabilidad, ¿qué es para vos? ¿Cómo se vincula con Apprendo?

Creo que es una cultura, una forma de hacer las cosas con responsabilidad y que tiene un impacto positivo para la comunidad. Algo que es sustentable da y también recibe. 

Apprendo es un emprendimiento sustentable, porque es una herramienta digital que puede ayudar a las personas, tanto para hacer que el acceso a la educación sea más democrático como para que también se pueda acceder a las clases de manera más económica, más cercana, ahorrando en viáticos, y que los profesores lo puedan incorporar como una herramienta de trabajo y tener más trabajo. 

Es sustentable porque tiene un impacto socioeconómico, por un lado, ayuda al bolsillo y por el otro promueve la educación y las oportunidades laborales.

¿Qué es lo que más te gusta del proceso?

Hay aspectos que me gustan mucho, otros que me cuestan más, por ejemplo, los números no me gustan, pero me encanta crear y pensar las estrategias y las soluciones. Disfruto de encontrar desafíos o problemas, y analizar cómo sobrepasarlos.  

¿Cuáles son los próximos desafíos?

Por un lado, tenemos el desafío tecnológico que estamos abordando actualmente. En este camino sabíamos que había elementos que no conocíamos, pero intentamos capacitarnos y consultar con expertos que ya hayan hecho un recorrido y buscamos sus opiniones. Por otro lado, es un desafío mayor la adquisición de los usuarios, para ello tenemos difusión a través de las alianzas, pero esperamos que sea masivo. Asimismo, tenemos los retos del financiamiento y la estructura tecnológica para soportarlo. 

Una vez logrado, me gustaría llevarlo a otros países, ya que el modelo funcionaría muy bien en otros países de Latinoamérica.

¿Qué le dirías a una empresa para que invierta en Apprendo?

Que serían socios estratégicos, estarían aportando realmente a la educación para que sea más accesible en todo el país. Tiene un objetivo, que es ayudar a las personas, y al ser una herramienta tecnológica no necesitamos una gran infraestructura para que lo puedan utilizar, algo que es positivo para el emprendimiento. También que la educación es una prioridad y realmente creemos que podemos ayudar a muchísima gente. 

Además de desarrollar la solución educación tecnológica, en el futuro queremos hacer campañas de donación, organizar un grupo de profesores voluntarios, incorporar elementos de responsabilidad social. Una vez que esté finalizada la nueva versión, me gustaría dedicarme a esa parte.

Por último, ¿qué significa para vos ser emprendedora?

Cuando arranqué, pensé que uno se volvía emprendedor de un día para el otro, cuando ya tenía la empresa, cuando tenía el primer cliente, pero descubrí que ser emprendedor es un proceso y es una decisión que debés tomar todos los días. Aparte de ser visionario –ya que estás imaginando algo que no existe–, tenés que buscar cómo hacer para lograrlo. Un emprendedor resuelve, no importa cuántas veces se caiga, se vuelve a levantar y siempre con una actitud proactiva y para analizar cómo puede hacer crecer el proyecto. 

Como parte de su desarrollo, en marzo de 2019 Verónica Silva fue invitada al evento de Women Techmakers, partners de Google, formado por un grupo de mujeres internacionales, creadoras de tecnología. Participó en la edición de Buenos Aires, contando sobre su emprendimiento.

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