La Asociación Civil Linfomas, Mielodisplasias y Mieolofibrosis de Argentina (ACLA) colabora en la concientización de estos cánceres hematológicos, para promover su diagnóstico temprano para un mejor tratamiento.
Cada 4 de febrero se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer, una iniciativa cuya finalidad es aumentar la conciencia sobre la prevención de esta enfermedad. El cáncer representa la primera causa de muerte en Argentina en personas entre 35 y 64 años. El 20% de las defunciones son debidas a esta enfermedad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor del 40% de todos los cánceres se pueden prevenir, tratarse y curarse. Y en los casos que no es posible la cura se puede retardar la progresión y aliviar el dolor de los que los padecen.
Por este motivo es importante la labor de organizaciones como ACLA, brindando información y acompañamiento a pacientes con estas patologías, para concientizar sobre el diagnóstico precoz para lograr un tratamiento eficaz y rápido.
LINFOMAS
Los linfomas (de hodgkin y No hodgkin) son tipos de cánceres del sistema linfático. Dicho sistema se encuentra compuesto por los ganglios linfáticos y una extensa red de vasos que los conectan, denominados vasos linfáticos. Estos órganos forman parte del sistema inmunológico que se encarga de la defensa del organismo. Los ganglios linfáticos se distribuyen por todo el cuerpo. Algunos son accesibles a la palpación (cuello, axilas, ingles) y otros son profundos, hallándose en el interior del tórax y del abdomen. El tejido linfático se encuentra ampliamente distribuido en el organismo, hallándose también en amígdalas, tubo digestivo, bazo, timo y médula ósea.
Los síntomas se manifiestan con un agrandamiento indoloro de un grupo ganglionar, o con síntomas generales inespecíficos como: pérdida de peso, sudoración profusa generalmente nocturna, fiebres inexplicables; sin una causa infecciosa que los justifique. Otros síntomas pueden ser la fatiga, falta de energía, pérdida de apetito, tos y/o picazón persistente en todo el cuerpo (generalmente sin lesiones visibles en la piel), sensación de falta de aire o infecciones recurrentes. Si bien el agrandamiento ganglionar suele ser una de las primeras manifestaciones, se debe tener en cuenta que, la mayor parte de las veces, dicho aumento responde a causas no tumorales sino infecciosas. De allí que es tan importante la consulta precoz con el especialista, quien decidirá los exámenes de laboratorio, estudios de imágenes y la necesidad de la biopsia ganglionar para arribar al diagnóstico de certeza.
La elección del tratamiento depende de varios factores, entre ellos el subtipo de linfoma, la extensión de la enfermedad y la edad del paciente. Para su tratamiento se utilizan por sí solas o combinadas diversas estrategias tales como la quimioterapia, la radioterapia y los anticuerpos monoclonales. En determinados subtipos de linfomas, y bajo circunstancias muy precisas, algunos pacientes pueden ser tratados con trasplante de médula ósea. En casos seleccionados, a pesar de la naturaleza tumoral de la enfermedad, puede estar indicada la observación estrecha con abstención terapéutica.
SINDROMES MIELODISPLASICOS
Los síndromes mielodisplásicos (SMD) son un grupo de trastornos relacionados con la incapacidad del cuerpo de producir suficiente cantidad de células sanguíneas normales. Estas células son generadas por la médula ósea que se ubica dentro del hueso, más precisamente, en el material esponjoso óseo. Durante la Mielodisplasia se puede producir la reducción de la producción de cualquier tipo de células sanguíneas, a veces de todas: los glóbulos rojos (encargados de transportar oxígeno a los tejidos del cuerpo), los glóbulos blancos (que ayudan a proteger contra las infecciones y a combatirlas) y las plaquetas (que intervienen en la coagulación de la sangre).
Los pacientes pueden no presentar síntomas o sí, éstos pueden ser: moretones de fácil aparición, fatiga o sudoración, anemia por falta de glóbulos rojos e infecciones por bajo recuento de glóbulos blancos.
El procedimiento más eficaz en las formas de SMD avanzadas es el alotrasplante de médula ósea, pero son muy pocos los pacientes que pueden acceder al mismo debido a su edad y/o antecedentes médicos. Otras terapias pueden incluir transfusiones de sangre y plaquetas, filgastrim, eritropoyetina, lenalidomida, hipometilantes, etc. Cada una de ellas tiene indicaciones precisas. Son importantes los controles periódicos de sangre a fin de anticiparse a la progresión de la enfermedad (si esto ocurriese) y evitar así complicaciones.
MIELOFIBROSIS
La mielofibrosis es una de esas enfermedades poco frecuentes, que altera la producción normal de células sanguíneas del cuerpo. Se caracteriza por la presencia de tejido fibroso en la medula ósea, cuando esta se cicatriza no puede producir suficientes células sanguíneas lo que provoca anemia, problemas de sangrado y alto riesgo de infección. Tiene un claro componente genético y puede ser primaria o secundaria a otras enfermedades de la medula ósea como la Policitemia Vera o la Trombocitemia Esencial.
Los síntomas más comunes de la mielofibrosis son: cansancio extremo, debilidad, dolor óseo, dificultad para respirar, aumento del abdomen por agradamiento del bazo (cerca del 85% de los pacientes lo sufren), pérdida de peso, fiebre y susceptibilidad a las infecciones y episodios de sangrado por el descenso del recuento de plaquetas, moretones en las piernas, sudoración nocturna, dificultad para respirar y picazón.
La mielofibrosis tiene tratamiento para mejorar los síntomas y retrasar la progresión de la enfermedad. En personas jóvenes, los trasplantes de médula ósea o de células madre parecen mejorar el pronóstico y pueden curar la enfermedad. Una remisión a largo plazo (5 años) es posible para algunos pacientes con trasplante de médula ósea. Dicho tratamiento se debe contemplar para pacientes más jóvenes y algunos otros. Otros tratamientos pueden implicar transfusiones de sangre y medicamentos para corregir la anemia, radioterapia y quimioterapia, medicamentos dirigidos a una mutación genética ligada a esta enfermedad (si está presente) y esplenectomía (extirpación del bazo) si la hinchazón ocasiona síntomas o para ayudar con la anemia.
En el Día Mundial del Cáncer, ACLA se suma a las actividades de concientización acerca de estos padecimientos, en conjunto con todas las organizaciones de pacientes que día a día dedican su esfuerzo a visibilizar sus síntomas, para favorecer el diagnóstico temprano y mejorar la calidad de vida de las personas.