Diego Valenzuela nació en 1970 en Caseros, pero la mayor parte de su vida vivió en Santos Lugares, barrio de Ernesto Sábato: “Hoy su casa es un museo espectacular; su biblioteca está intacta y también el atelier en el que pintaba”, dice Valenzuela orgulloso. También en Santos Lugares está el santuario de la Virgen de Lourdes, “que recibe a miles de peregrinos cada 11 de febrero”. Ambas localidades pertenecen a Tres de Febrero, el municipio del que es intendente por segundo mandato. “Tuve la suerte y el apoyo popular para venir a gobernar mi distrito”, afirma, pero no descarta la posibilidad de aportar en un escenario provincial.
Economista (egresado de la Universidad de Buenos Aires), historiador (hizo una maestría en la Universidad Di Tella y escribió varios libros, los últimos dos biografías de Domingo Sarmiento y Manuel Belgrano), y periodista (con 20 años de trayectoria en programas de radio, noticieros de televisión y periódicos importantes), dice que superó los temores de dar un salto al mundo político por vocación: “Me pasaba que cuando hacía entrevistas a los políticos, veía el valor de la transformación que tiene el voto popular, y en algún punto me daba sana envidia. Porque uno como periodista influye en la sociedad a través de la comunicación, de la opinión, pero cuando a uno lo votan y administra un distrito, tiene la capacidad de hacer muchas más cosas”.
Considerado por la encuesta de CB Consultores como el intendente de mejor imagen de la provincia de Buenos Aires, agradece humilde y lo atribuye a los logros de su gestión, que hace hincapié en acciones para generar alivio fiscal como manera de generar más trabajo. En la entrevista con PRESENTE habló de estas medidas, de las acciones de sustentabilidad, de la responsabilidad social empresaria y del futuro cercano.
Cuando decidiste que querías ingresar en el escenario político, ¿cuál fue el siguiente paso?
Con un grupo de gente empezamos a frecuentar a políticos que me parecían interesantes. Así fue como terminé como funcionario en la Ciudad con Emilio Monzó como Jefe de Gobierno en la gestión de Mauricio [Macri], con Horacio [Rodríguez Larreta] como Jefe de Gabinete, así que fui cuatro años funcionario en la Ciudad de Buenos Aires, pero atendiendo los temas del AMBA [Área Metropolitana de Buenos Aires], de la relación de la ciudad con el conurbano, que es de donde yo soy. Y ahí se me despertó la vocación de venir a mi distrito a cambiar las cosas, a involucrarme en lo electoral, que fue lo que ocurrió cuando gané la elección de 2015.
El cargo de Subsecretario de AMBA del Gobierno de la Ciudad lo inauguraste vos.
Sí, es un cargo importante, porque el conurbano no está aislado de la ciudad. La General Paz no divide la vida de las personas, la gente va y viene. Vive en un lugar, se educa en otro, o tiene la novia, o va a trabajar en otro… y vive cambiando de jurisdicción. Dar cuenta de la vida metropolitana es importante. Creo que tanto la Provincia como la Nación y la Ciudad deben tener áreas de coordinación metropolitana y deberían crecer. En esa etapa creamos por ejemplo la Agencia Metropolitana de Transportes. El transporte es un gran tema metropolitano. No hay fronteras para un tren o para un colectivo o para que la gente se mueva. Es un tema que me importa mucho. Desde mi distrito trato de colaborar, por un lado, para que mis vecinos vivan mejor, pero también para sentirnos parte de una gran ciudad.
No abandonaste del todo el periodismo. ¿Qué creés que le aporta a tu función como político?
Suma mucho. El periodista tiene mirada crítica, es curioso, interpela permanentemente a la sociedad, busca descifrar qué le pasa a la gente, la materia de trabajo es la sociedad. No quiero abandonar el periodismo, porque es mi pasión y es lo que soy. Es como un médico que es elegido intendente y sigue atendiendo. Obviamente, mi prioridad es ser intendente, pero también comunicar hace a mi trabajo. Hice el programa Conurbano, tierra de oportunidades (al que me gustaría volver en otra temporada) en Canal 26 para refutar el estigma negativo que le dan al conurbano. En verdad, es un lugar de oportunidades. Pasan cosas buenas todos los días, pero es tal la densidad poblacional que también ocurren cosas malas: delincuencia, pobreza, como en todo lugar muy poblado. El conurbano es pujante: hay gente que estudia, emprendedores, pymes y eso es de lo que hablé en el programa. También me gusta la historia, así que despunto el vicio a veces en TN con Pietro Sorba, con un programa que habla de historia y de gastronomía, porque atrás de la comida está la cultura, lo que somos, la inmigración, la argentinidad.
Yendo a tu gestión, contanos sobre la ordenanza que declara al 8 de abril el Día del Trabajo y la Producción Local.
Como intendente, a lo largo del tiempo, lo que aprendí es que el gobierno local, que es el más cercano a la gente, es el gran mostrador de la democracia, el que hace a la cercanía, el contacto y la proximidad. No nos podemos quedar solo en la macro, cada nivel de gobierno tiene que hacer su parte. Por eso, no puede dedicarse solamente al ABL [Alumbrado, Barrido y Limpieza]: levantar la basura, arreglar las calles, poner luces. Un gobierno local cada vez más tiene que contar con una mirada integral, que incluya temas laborales. En ese sentido, estuvimos tomando muchas decisiones con un área fuerte de Trabajo y Producción, que conduce Daniela Ramos, y con el área de Hacienda. Somos pioneros en bajar las tasas; en la última fiscal impositiva eliminamos 438 tasas en conceptos fiscales; eliminamos trabas, sacamos el costo económico de la habilitación. Hoy es gratis habilitar un comercio o una industria en Tres de Febrero. ¿Para qué? Para que sea más fácil trabajar, porque menos impuestos es igual a más trabajo. Sacamos esta ordenanza para promover las pymes, el trabajo, al que produce. Damos crédito fiscal al que crea empleo. Alguien que crea un nuevo empleo recibe la mitad del salario mínimo por seis meses en crédito fiscal. Pero también el que exporta, el que hace una mejora ambiental o una mejora competitiva de diseño. Viene, lo comprueba en la Municipalidad y le descontamos impuestos para que lo pueda llevar a cabo.
¿Qué iniciativas de sustentabilidad se presentaron?
Muchas. Te cuento una: una empresa de Caseros nos trajo un proyecto de paneles solares. Puso paneles en la terraza con un crédito fiscal con el que pagó casi la totalidad de la inversión. O sea, lo pagó el contribuyente en pos de que esta empresa hiciera una mejora ambiental que genere más trabajo. Hoy, la boleta de luz le llega en negativo, porque la mitad de la energía renovable que produce con el sol en su terraza en el barrio de Caseros la dedica a la producción y la otra mitad la pone en la red. La conclusión es que se puede. Con crédito fiscal, con un Estado que genere un incentivo, se puede. Me encantaría que todas las pymes de Tres de Febrero tuvieran paneles en su terraza. Lo vamos a hacer en la Municipalidad, ya tenemos el proyecto organizado y también en un polideportivo.
¿Qué otras iniciativas de sustentabilidad llevan a cabo?
Estamos creando un plan estratégico, hay mucho por hacer. Hemos participado del Grupo de Liderazgo Climático C40, de la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático (RAM CC). Queremos hacer una primera línea de base de efectos de gas en Tres de Febrero. Los municipios no tenemos esa información, hay que construirla con el Banco Mundial. A partir de eso, tomar decisiones. Un gran tema es la basura. Es responsabilidad de la sociedad, no es solamente recolectarla y volcarla en el CEAMSE [Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado], hay que contar con un plan de reciclaje, que ya tenemos en seis localidades: hacemos recolección diferenciada domiciliaria, levantamos el aceite vegetal de los negocios gastronómicos. También estamos armando un ecocentro, un espacio de transferencia y clasificación de los reciclables para incluir los electrónicos, para poder manejar ese residuo, que es economía circular, que es dinero y no debería enterrarse en un relleno aunque sea controlado. Después está el tema de la iluminación, que es led ciento por ciento, lo logramos en cinco años y seguimos poniendo luces más eficientes. Tenemos también un centro educativo ambiental en Caseros, un lugar para hacer pedagogía de sustentabilidad, para que vengan las escuelas, estamos haciendo una huerta comunitaria.
¿En qué consiste el proyecto de hidroponía?
La hidroponía es el cultivo de plantas en soluciones acuosas, con algún soporte de arena o grava. El proyecto es espectacular. Estamos con un emprendimiento privado, para que más gente se anime a hacer un emprendimiento de verduras hidropónicas en su terraza, en el patio, en el fondo de su casa. Es algo de sentido común: a veces una lechuga viene de las afueras de La Plata, cortada, marchitándose, va al Mercado Central, el verdulero de Caseros va al Mercado Central con su camioneta, todo eso es contaminación, y la lechuga se sigue marchitando. ¿Qué pasa si logramos que haya varios emprendimientos de hidroponía en Tres de Febrero y que podamos consumir nuestras lechugas? Puede haber una agricultura urbana, de cercanía, sustentable. Eso también lo promovemos desde este centro educativo ambiental. Así que son varias las cosas que se deben y se pueden hacer.
Cuentan con un auto eléctrico. ¿Qué iniciativas hay con respecto a este tema?
La movilización es algo que me interesa mucho. Tenemos una fábrica automotriz, estamos tratando de ayudar en eso. Nos encantaría poner enchufes para autos eléctricos en Tres de Febrero, pero no hay muchos autos circulando todavía. He comprado a una fábrica de Morón un vehículo eléctrico para usarlo en la Municipalidad y demostrar que se puede. Va a estar enchufado en la puerta, para que vengan los chicos de las escuelas y lo vean. El mundo ya está en la sustentabilidad, a la Argentina le falta. Y hablando de fábricas automotrices, hay acá una distribuidora muy importante de repuestos de autos que ocupa lo que era la antigua planta de la Fiat, de donde salieron todos los Fititos de la Argentina. Me permito decir con humildad que el Fitito es de Tres de Febrero. Vamos a hacer un museo del Fitito para recrear la historia que tiene en cuanto a la industria, a la cultura del trabajo y también a la movilidad social ascendente, porque el Fitito fue el primer auto de muchas familias.
¿Qué opinás de la responsabilidad social empresaria?
Es fundamental. Los empresarios son los que crean valor, los que crean trabajo. El desarrollo lo genera el sector privado. Hay una responsabilidad que es acompañar, apoyar a la comunidad en la que está inserta la empresa. Primero, a la más cercana, pero también a la sociedad en general.
¿Cómo tratan la RSE en el municipio?
Tenemos un área de RSE en la Secretaría de Trabajo y Producción, más que nada para que las empresas tengan en la Municipalidad un aliado para sus planes de RSE. Te doy algunos ejemplos: el sector textil es muy importante en el municipio, hay alrededor de 100 empresas. Ellos nos manifestaban que uno de sus problemas era que la mano de obra no estaba capacitada para manejar máquinas industriales. Hicimos un proyecto de capacitación: el sector privado nos cede las máquinas y los profesores, y nosotros ponemos los lugares, tenemos una escuela de diseño e indumentaria municipal. Sumamos esfuerzos para capacitar a la gente en lo que necesitan. Yo soy orgulloso de las pymes en general. Algunos de los jeans de las marcas top de la Argentina se hacen en Martín Coronado. Otro ejemplo: nos acercó inquietudes una red de padres de chicos con autismo. Nos hicieron ver el tema de la pirotecnia sonora. Sacamos una ordenanza para moderarla. También nos dijeron que en los negocios gastronómicos o de entretenimiento no pueden estar por la luz o el ruido. Creamos entonces el momento azul, que es el color que los identifica. Es un programa de RSE al que se fueron sumando un montón de comercios, que dedican algunas horas del día al momento azul: bajan la luz y el sonido para que las personas con autismo puedan incorporarse. A tal punto que McDonald’s, uno de los primeros en incorporar este programa en Ciudad Jardín, tomó la idea y hoy es un programa internacional. Y surgió acá, no por una idea mía, sino por interactuar con personas que nos trajeron el proyecto.
Una encuesta de CB Consultores te señala como el intendente del conurbano de imagen más positiva. ¿Qué pensás y cómo influye en la gestión?
Me llena de orgullo, es el reflejo de un trabajo que venimos haciendo. Me encanta, no por un tema de vanidad, sino porque reafirma que vamos bien y que se puede gobernar el conurbano de un modo diferente. En 2015, muchos nos decían “No van a poder”, “¿Cómo un historiador va a gobernar el conurbano?”. Esto no es el conurbano norte, hay otro perfil socioeconómico. Estamos en el oeste, más parecido al sur, con las pymes, Fuerte Apache, los barrios populares, una de las densidades más altas de todo el país (después de Vicente López). Que haya una encuesta, que contestan los vecinos, que nos pone en buena posición es un mimo que nos llena de energía para seguir transformando Tres de Febrero y aportando en otros lados. Mis siete años de experiencia en el distrito me sirven para ayudar al cambio de la provincia y del país también.
¿Cómo ves tu futuro cercano?
Estamos en un año electoral. Yo soy muy afortunado de poder gobernar mi distrito y no descarto hacer otro mandato. No lo decidí todavía, lo voy a evaluar, pero también siento la responsabilidad de aportar en el escenario provincial nacional. Es un poco una decisión personal, de familia, de equipo, pero también de ver dónde siento que puedo aportar más en este momento de mi vida. La Argentina tiene todo para ser un país desarrollado: recursos, capital intelectual, talento, capacidad laboral, economía del conocimiento, energía, turismo, litio, Vaca Muerta, industria competitiva, agroindustria. Por eso me frustra ver que estamos en la grieta, en la inflación, la falta de trabajo. Yo quiero ayudar humildemente, poner mi granito de arena para que eso cambie.