Guadalupe Marín, Gerente Senior de Sustentabilidad de Mercado Libre LATAM, nos detalló los desafíos de mantener el rumbo sustentable en un período de crecimiento.
En este período de crecimiento, ¿cuál es la importancia de la sustentabilidad?
Es importante en todos los períodos, pero durante una etapa de crecimiento hay que estar más atento a mirarla. Debido a la velocidad del crecimiento, se pueden perder de vista los temas que van a impactar en el futuro, ya que se avanza más rápido de lo que se puede procesar. En nuestro caso, la sustentabilidad es cross company, acompañamos a las distintas unidades de negocio a generar sus mayores impactos sociales y minimizar sus impactos ambientales. Por lo tanto, en un período donde la compañía avanza tan velozmente, ese trabajo se vuelve un desafío enorme, porque tenemos que acompañar al negocio, analizar cómo va a impactar, si puede afectar de manera negativa en el corto plazo y, si ocurriera, trabajar para que eso se revierta o evitar que siga creciendo en el futuro
¿Cuáles son sus principales líneas de acción?
Tenemos tres grandes compromisos: el primero es reducir nuestro impacto ambiental, el segundo es dinamizar el ecosistema emprendedor y el tercero es impactar en las comunidades donde operamos. En el primer punto, nos enfocamos por un lado en residuos y también tenemos un compromiso con las energías renovables. Contamos con un plan de expansión para ser ciento por ciento energía renovable el año que viene, pero Latinoamérica es un contexto complejo, los países están avanzando en diferentes niveles. Otro tema es la movilidad sustentable. En este aspecto, el trabajo con cadena de valor es clave para empujar la sustentabilidad. Llevamos adelante el diálogo con distintos socios logísticos y hemos incorporado una flota de movilidad eléctrica en Brasil y en la Argentina. Además, presentamos la primera bolsa de e-commerce biocompostable de Latinoamérica, elaborada con descartes de la cáscara de la papa. Es una prueba piloto de 4 millones de unidades, ya que su desarrollo es complejo y requiere varias certificaciones. Para nosotros es una manera de movilizar a nuestros pares y apostar a un proceso sinérgico para que se sumen. Para nuestra segunda línea de acción, dinamizar el ecosistema emprendedor, tenemos dos focos: por un lado, el emprendedor de triple impacto, el que genera soluciones ambientales y sociales. Para ello, hicimos una alianza con Sistema B a nivel regional, mediante la cual subimos a nuestra plataforma todos los emprendedores que tengan productos o servicios que puedan comercializar, con un precio diferencial, y acompañamos con capacitaciones especiales para que el e-commerce sea una puerta de despegue de esos nuevos negocios. Además, esté año lanzamos la vertical sustentable, una vertical curada con productos sustentables de Latinoamérica. El objetivo es dinamizar y acelerar la transición hacia una nueva economía de emprendedores que generan impacto y acercar al consumidor hacia este tipo de productos. Otro punto son las compras sustentables. El 98 por ciento de las compras que realizamos son locales. Además, buscamos que tengan impacto social y ambiental. Para ello realizamos otra alianza con Sistema B, llevando adelante el programa In Focus, donde invitamos a diferentes proveedores, claves de la compañía, para que se midan y conozcan sus impactos. El otro foco dentro del ecosistema emprendedor son los microemprendedores y mipymes. En 2018, trabajamos en articulación con el Ministerio de Desarrollo Social de la Argentina en la selección de cooperativas y microemprendedores de la economía social, para acompañarlos a romper las barreras digitales, impulsar sus proyectos productivos y ayudarlos a insertarse en el comercio electrónico. Los capacitamos en las herramientas del ecosistema de Mercado Libre para que logren gestionar su cuenta como vendedores.
Con respecto al impacto en las comunidades donde operamos, tenemos dos focos: el primero es Mercado Libre Solidario, donde le brindamos todo el sistema bonificado a las ONG para sus estrategias de recaudación de fondos digitales. Las capacitamos sobre cómo mejorar su estrategia de recaudación de fondos a nivel latinoamericano. El segundo foco está relacionado con educación y tecnología en jóvenes y mujeres, para ello trabajamos con diferentes organizaciones como Chicas en Tecnología, Arbusta, entre otras.
Tienen una alianza muy fuerte con Sistema B. ¿Certificarse como empresa B está en sus planes?
Nosotros nos medimos desde el 2015, tenemos el puntaje necesario para lograr la certificación de empresa B, pero esto implica un cambio en el estatuto legal y en el nivel actual de la compañía, es complejo ejecutar el cambio y realizar la certificación. Es decir, contamos con el puntaje necesario, pero por temas internos decidimos no avanzar con la certificación por el momento. De todas maneras, tenemos un modelo democratizador y somos considerados una empresa del nuevo paradigma.
En su experiencia, ¿los jóvenes prefieren trabajar en una compañía con valores sustentables?
Sí, se observa un interés, y creo que es una generación consciente de lo dañado que está el planeta. Nació inmersa en esta problemática y está más consciente del tema ambiental que del tema social. Con respecto al momento de elegir dónde quiere trabajar, mira el impacto de las empresas y quiere hacer una diferencia. En nuestro caso, nos piden objetivos vinculados a la sustentabilidad entre sus objetivos laborales.
A nivel sustentabilidad, ¿qué diferencias observan en los diferentes países?
La estrategia es la misma y la definimos en conjunto, pero observamos que en algunos países existen temas más desarrollados o importantes. Por ejemplo, la diversidad en la Argentina está muy vinculada con las mujeres, pero en Brasil tiene un peso más fuerte e incluye también a los afrodescendientes y todos los grupos vulnerables. También allí está muy presente el trabajo infantil, vinculado principalmente con sus extensiones de campo, y en la Argentina es un asunto más regulado. Por su parte, en Chile hay mayor desigualdad en educación, ya que es una sociedad muy polarizada. En Uruguay existe una gran conciencia ambiental, teniendo en cuenta que es un país rodeado por el mar y vive del turismo por su naturaleza. Por lo tanto, tanto lo cultural como lo geográfico impactan en los temas. A nivel general, en la agenda latinoamericana confluyen dos grandes ejes: la desigualdad y el cuidado de los recursos naturales.
¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en Mercado Libre?
Por un lado, la posibilidad de reinventar todo el tiempo. Aprendo todos los días de todas las personas con las que trabajo, y estoy muy estimulada por mi entorno. También me siento constantemente muy desafiada, ya que es una compañía que crece a una velocidad enorme. Por otro lado, no hay techo para aprender, existen grandes posibilidades de creación, eso es difícil de encontrar en otros lugares, al mismo tiempo significa mucho trabajo, esfuerzo y responsabilidades, pero si buscás un entorno que te desafíe y te obligue a ir más allá, está muy bueno.