Eduardo Gorchs, CEO de Siemens Sudamérica (sin Brasil): “Nos comprometimos a convertir nuestras operaciones en carbono neutral para el 2030”

Inaugurada hace pocos días como sede de las oficinas centrales de Siemens Argentina, el edificio Lumina Olivos es el escenario donde se desarrolla la entrevista con Eduardo Gorchs, actual CEO de Siemens Sudamérica (sin Brasil) y, desde septiembre, también CEO de Argentina. Llama la atención la ausencia de espacios individuales. “Hoy diseñamos las oficinas como ambientes de colaboración, no hay casi puestos individuales, hay salas. La idea es que sea un lugar de encuentro. Esto es para que haya conversación de los equipos entre sí y con otros equipos, para que se pongan de acuerdo sobre cuándo venir, para qué venir”, explica Gorchs. Conoce bien la empresa: empezó cuando todavía estudiaba Ingeniería Electrónica en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) y acumuló una gran experiencia en mercados de infraestructura hasta llegar a su actual puesto. De todo esto y del presente, pasado y futuro de la compañía habla en esta entrevista.

¿Cómo fueron tus comienzos en la compañía?

Fue hace mucho. Yo empecé en Siemens cuando estaba en el último año de la carrera, en un programa de becarios en el área que hoy llamamos Digital Industries, siempre relacionado con la electrónica de potencia para las industrias y la automatización industrial. Estuve seis años, luego viví un año en Alemania, después me fui de la empresa, estuve cinco años afuera y volví en 2003, de nuevo al área de automatización, pero más orientado a industria de procesos, y pasé a través de prácticamente todas las áreas en las que Siemens se maneja. Luego me fui a Venezuela tres años, donde estuve liderando el negocio industrial y de transporte de Siemens. Regresé a la Argentina a hacerme cargo del negocio de infraestructura. Siete años atrás la compañía me propuso ir a Chile a ocuparme del negocio industrial, y, hace dos años, desde Chile, asumí la responsabilidad regional, y desde septiembre también estoy liderando Argentina, que es la sede de la región.

¿Cómo es la estructura de la empresa en la Argentina?

En Siemens Argentina somos alrededor de 550 personas; estamos presentes en el país desde 1908. Estimamos que empleamos alrededor de 1500 personas directa e indirectamente. Acá nos centramos en dos negocios principales: Digital Industries (soporte a clientes en la migración a la industria 4.0, centrados en automatización y digitalización industrial) y Smart Infraestructure (damos soluciones de control y automatización de redes; distribución, conmutación y control de energía de baja y media tensión, y soluciones para la electromovilidad y edificios inteligentes). Además, en la Argentina opera uno de los ocho centros que hay a nivel mundial de servicios compartidos, los llamamos GBS (Global Business Services). Desde la Argentina, para nosotros y para otros países, damos servicios básicos (de contabilidad, de compliance pero también de ingeniería). Ahí trabajan alrededor de 200 personas. Además, estamos creando un centro de desarrollo de software para prestar servicios para los Estados Unidos, donde prevemos incorporar hasta 100 desarrolladores en los próximos dos años. Esta oficina, Lumina Olivos, recién inaugurada, es nuestra nueva casa. Y está el Centro de Integración, Producción y Reparación en San Martín, que es históricamente nuestra planta fabril.

¿Empresas como Siemens Healthineers pertenecen a Siemens?

Hoy Siemens es un ecosistema de empresas. Nosotros somos la matriz. Además está Siemens Mobility, de transporte público y ferroviario principalmente, que pertenece ciento por ciento a Siemens; y Siemens Healthineers, que nació hace cinco años para dedicarse a diagnóstico de salud. Hace dos años y medio se creó Siemens Energy, pero ya es una compañía independiente, dedicada a la generación y transmisión de energía.

¿Cómo definirías el aporte de Siemens en la era de digitalización?

La digitalización es algo que vivimos en casa, en la oficina, en los bancos, en los supermercados, es universal. Nosotros tenemos una conexión muy particular entre el mundo digital y el real. Hacemos automatización, digitalización y electrificación de infraestructura e industria, y además construimos los equipos que ayudan a hacer más eficiente el uso de energía y las instalaciones industriales. La digitalización industrial y de las infraestructuras necesita una conexión muy fuerte entre el nivel digital y el mundo real. No se trata solamente de software, sino de la conexión entre software, hardware, la comunicación y el manejo de la data generada por el mundo real. Nosotros, además de fabricar los mejores productos para el manejo de la energía y para automatización industrial, innovamos constantemente, por ejemplo, este año creamos una iniciativa que se llama Xcelerator, nuestra plataforma empresarial digital abierta, concebida para acelerar la transformación digital y la creación de valor para los clientes. Somos conscientes que no hay una única compañía que pueda resolver las necesidades de infraestructura e industria por sí sola. Xcelerator es un ecosistema, donde además de estar nuestro portafolio (productos, sistemas y servicios), es un marketplace donde nuestros clientes se pueden informar y hallar la mejor solución para su proyecto, una plataforma donde invitamos a otros (socios, clientes) a que desarrollen con nosotros. Paso a paso, transformaremos todo nuestro portafolio de hardware y software para que sea modular, esté conectado a la nube y construido sobre interfaces de programación de aplicaciones estándar.

¿Ya hay asociados?

Sí, el primer asociado importante es NVIDIA, líder mundial en placas de video, que tiene un liderazgo indiscutido en términos de calidad gráfica. Nosotros venimos trabajando hace muchos años con el concepto de “gemelo digital” (para una planta, para una oficina, para un sistema de distribución de energía). No es solamente una simulación, es un gemelo. Donde puedo construir, hacer la ingeniería, el diseño, en el mundo digital; puedo ver el consumo real, cómo es la seguridad de las personas, etcétera y luego volcarlo al mundo real. Nuestra capacidad de gemelo digital combinada con la capacidad gráfica de NDIVIA potencia la propuesta.

Eduardo Gorchs en las oficinas de Siemens Argentina.

¿Dónde ves mayores oportunidades de negocio?

Me gusta decir que nuestra región, y la Argentina en particular, es una región de industria de procesos. Nosotros atendemos a todos los sectores como por ejemplo “Minería”, “Petróleo y Gas”, “Alimentos y Bebidas”, “Automotriz”, “Farmacéutico”, “Electromovilidad”, “Siderurgia” y “Agropecuario”. A modo de ejemplo, cito un sector que abarca a todos los países como es la Electromovilidad, es uno de los de mayor crecimiento y está alineado a nuestro compromiso de convertir nuestras operaciones en carbono neutral para el 2030, en ese sentido damos soporte a los clientes en todo el mundo para ayudarlos a reducir su huella de carbono y contribuir a la lucha contra el cambio climático.

¿Qué actividades hace la Fundación Siemens, sobre todo respecto de educación STEM y responsabilidad social empresaria?

La Fundación Siemens tiene como objetivo el desarrollo social sostenible del país, con iniciativa propia, o en alianza con el sector público, privado, nacional o internacional en cuatro campos de acción: educación y movilidad social; servicios básicos y estructuras sociales; medio ambiente; e identidades culturales y arte. Donde más nos involucramos es en educación, muy activamente en educación STEM [Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés], con foco en diversidad. En la escuela primaria tenemos el proyecto Experimento: les damos a los chicos una caja con elementos de ciencia básica, de electricidad, para que empiecen a experimentar. No es un juguete, es un sistema cuya finalidad es despertar el interés por la ciencia y la técnica, se instruye a los maestros sobre como usarlo y también incluye la actualización. En el secundario contamos con una escuela en San Martín, la Escuela Tecnológica Werner von Siemens, hoy bajo el paraguas de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Tenemos acuerdos con la Municipalidad de Vicente López para una tecnicatura en temas de energía y automatización. También todos los años hacemos un concurso llamado LOGO! (nuestro módulo lógico programable). Invitamos a las escuelas secundarias a participar. Reciben un kit de desarrollo, tienen que hacer un proyecto y compiten a nivel regional y nacional. En la última ganó un colegio técnico de Bahía Blanca, que hizo un proyecto de monitoreo de funciones ambientales para el área del puerto urbano. Nos importa que los chicos lleguen al momento de la elección universitaria con una adecuada formación técnica, lo cual es necesario para el país en general.

También, apoyados en el Programa de Formación Dual, hacemos que los estudiantes puedan complementar teoría y práctica en un proceso de aprendizaje integral. El programa propone una dinámica en la que los alumnos cursan y rinden en un período; y realizan prácticas en la compañía en el siguiente. A nivel universitario, estamos trabajando en convenio con universidades técnicas en eficiencia energética, en industria 4.0. La experiencia que tuve en Chile me hizo ver el potencial que tiene la colaboración entre el Estado, la academia y las empresas. Es un placer trabajar en una empresa comprometida con la sociedad y que aporta valor para el desarrollo de las personas tanto en el aspecto social como educativo.

¿Qué creés que cambió en cuanto a digitalización después de la pandemia?

A nivel individual, todos vivimos una aceleración gigante en temas que antes eran un poquito de nicho (hacer las compras on-line, home banking). Antes nos animábamos a algunas cosas, ahora fue una ola que se lo llevó todo, sobre todo en sistemas de pago. Para las industrias, la pandemia fue un disparador de la automatización y la digitalización. Comenzaron a realizar inversiones en nuevo equipamiento, software (ciberseguridad, machine learning, inteligencia artificial, big data), hardware y soluciones digitales que les permitan mejorar la productividad, ser más eficientes y realizar mantenimiento predictivo, entre otras cosas. En cuanto a la forma de trabajo, el concepto de teletrabajo ya lo teníamos implementado diez años antes de la pandemia. En cuanto a la infraestructura y la tecnología no nos hizo falta nada. Un día nos tuvimos que ir todos a nuestra casa y la empresa siguió operando. Desde el punto de vista humano, nos puso desafíos muy grandes. Ahora apuntamos a un sistema híbrido. Queremos trabajar de dos a tres veces por semana en la oficina. La gran pregunta es para qué. Para estar atrás de mi pantalla, me quedo en mi casa o donde quiera trabajar. De hecho, Siemens no lo llama home working sino mobile working, donde a la persona le convenga trabajar. Creo que tenemos que incorporar lo que aprendimos en pandemia: hay momentos o trabajos en los que es mejor concentrarse y estar solos, y otros en los que es necesario venir a la oficina. Esa conversación necesita confianza. Nosotros confiamos en que aunque la persona no venga, va a estar trabajando, medimos los objetivos.

¿Cómo fue el balance de 2022 y cómo ves el 2023?

Tenemos una particularidad: nuestro año fiscal termina el 30 de septiembre, como en Alemania. El 2022 fue muy bueno. Como compañía buscamos siempre mantener una posición de liderazgo, y allí está nuestro desafío, más allá de las coyunturas. Nuestra estrategia permanece intacta: con las innovaciones ayudamos a impulsar la doble transformación, la digital y la ecológica hacia un futuro sostenible. Hoy más del 70 por ciento de las industrias de alimentos y bebidas y las principales compañías automotrices, farmacéuticas, de energía, siderurgia y cemento confían en nuestros productos y soluciones de ingeniería para automatizar sus procesos. El 2023 a nivel mundial se ve con desafíos logísticos muy duros. Tuvimos que lidiar con algunos problemas por los cierres y las restricciones de transporte en todo el mundo y la guerra cerca de nuestra casa matriz.

Vamos a seguir impulsando la industria en la Argentina. En el plano tecnológico, queremos continuar siendo el puntal de la digitalización y la automatización de los procesos productivos. Pero no queremos quedarnos solo con eso, queremos realizar un aporte concreto para formar nuevas generaciones de profesionales técnicos argentinos que apuntalen el proceso de descarbonización del planeta. Queremos que 2023 sea el año en el que podamos mostrar nuestros mejores resultados en materia de contribución educativa y ambiental en la Argentina.

Para terminar, ¿cómo te ves de acá a cinco años?

Yo estudié Ingeniería Electrónica, una carrera bastante dura. A lo largo de mi carrera, fui buscando lo que hago hoy: trabajar con personas. Para eso, traté de ablandarme un poco, pero sin dejar de ser riguroso, agregué capas a la cebolla. Al principio de la pandemia terminé un diplomado en Liderazgo. Me gusta trabajar con personas, por eso me gustaría estar en una posición de liderazgo o de colaboración en ámbitos donde también trabajamos, como la Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana o la Fundación Siemens. Me veo no sé en qué actividad específica, pero tratando de promover conversaciones en los distintos ámbitos en los que hace falta para que cada uno de nosotros y como comunidad podamos seguir desarrollándonos sana y sosteniblemente.

MARCO DEGREE

En el 2022 Siemens presentó el marco de trabajo DEGREE, que sistematiza acciones que ya se realizaban, con objetivos para beneficiar el medio ambiente, la sociedad y la gobernanza. La letra D, de descarbonización, refleja la meta de ser carbono neutral; la letra E, por ética, es la meta de capacitar al ciento por ciento de los colaboradores en materias de cultura organizacional cada tres años. La G es gobernanza, con la meta de que haya un buen gobierno interno. La R es por eficiencia de recursos (resource efficiency), ya que a través de la tecnología se puede hacer más con menos recursos; E por equidad, ya que la meta a corto plazo consiste en que el 30 por ciento de los cargos altos sean dirigidos por mujeres; y la otra E de empleabilidad, por el objetivo de duplicar las horas de formación de los colaboradores al 2025, con una inversión equivalente a 250 millones de euros. “Para contribuir a un futuro mejor nos comprometimos con objetivos ambiciosos, medibles y reportables, ya que solo este compromiso permitirá que todos continuemos siendo relevantes para las sociedades”, afirma Eduardo Gorchs.

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