El Parque Nacional Aconquija: un tesoro natural y cultural en los Andes tucumanos

En el primer centenario de la independencia de la Argentina, el naturalista tucumano Miguel Lillo propuso la creación del Parque Nacional Aconquija como recordatorio de la gran gesta nacional. Cien años después el jefe del gabinete nacional Marcos Peña y el gobernador tucumano Juan Luis Manzur acordaron recuperar esta idea para crear el que sería el “Parque Nacional del Bicentenario”. Con el fin de llevar a cabo esta visión, se sumaron las organizaciones Fundación Flora y Fauna Argentina y CLT, con amplia experiencia en la creación de parques nacionales que sirven como motores de desarrollo local. Hoy, este sueño se ha visto cumplido con la aprobación por la cámara de diputados nacional del Parque Nacional Anconquija.

Este nuevo parque nacional cuenta con una extensión de 68,000 hectáreas, las cuales se componen del hasta ahora Parque Nacional los Alisos, junto a un área que era propiedad del ejército y 42,000 hectáreas de campos privados que serán adquiridas y donadas a la Nación por la Fundación Flora y Fauna Argentina. Además, el parque está directamente conectado con las reservas provinciales de La Florida y Santa Ana, las cuales suman 31,000 hectáreas a esta gran área de Producción de Naturaleza. El Parque Nacional Aconquija y sus alrededores albergan un enorme tesoro natural y cultural en un marcado gradiente de altura que asciende en apenas 30 kilómetros desde los 800 msnm hasta los 5200 msnm.  En su interior se hallan muestras muy bien conservadas de bosque pedemontano, selva montana subtropical o yungas, pastizal altoandino, bosque de alisos y cumbres nevadas. Esta gran variedad de ambientes alberga una altísima diversidad biológica, con cerca de  2.000 especies de plantas conocidas, muchas de las cuales se encuentran exclusivamente en una región que representa el límite sur de los bosques tropicales de montaña. Algunas grandes especies de mamíferos como el yaguareté y el tapir sudamericano se extinguieron localmente en épocas históricas, pero otros permanecen: el ocelote, puma, pecarí de collar, y la globalmente amenazada taruca (un ciervo de montaña). Para completar este tesoro natural, hay decenas de ruinas incaicas dispersas alrededor del área del proyecto, algunas de ellas de importancia global como la “Ciudacita” (considerada por muchos como el “Machu Pichu del Sur”) y los restos del Camino Inca, declaradas como Patrimonio Cultural por la UNESCO.

El área nutre de agua a dos millones de personas, ya que de sus cumbres nacen ríos y arroyos permanentes que fluyen hasta la llanura, alimentando las poblaciones de Tucumán, Santiago del Estero y el norte de la provincia de Córdoba. Por esto, varias ciudades, muchos pueblos y la mayor parte de la producción agrícola y ganadera de la región dependen del agua que fluye de estas montañas. El parque además incluye la famosa Laguna del Tesoro, actualmente de propiedad privada y que, con su incorporación al Parque Nacional, permitirá el libre acceso de turistas y excursionistas, quienes podrán disfrutar de este atractivo sin restricciones. Por todo esto, se espera que este nuevo parque nacional no sólo sirva para conservar la biodiversidad de nuestros Andes subtropicales y las grandes fuentes de agua para las poblaciones de la llanura, sino que también sirva como fuente de empleo para las localidades de Tafí del Valle, El Rincón, Alpachiri, El Mollar y Santa Lucía a través del ecoturismo.

En palabras de Miguel Nacul, presidente de la Fundación Parque Aconquija de Tucumán, y quien ha coordinado el Proyecto Aconquija para Fundación Flora y Fauna Argentina: “La creación de este parque hace realidad el sueño centenario del prócer Miguel Lillo y de varias generaciones de tucumanos, asegurando la conservación de nuestro patrimonio natural y cultural, y promoviendo el desarrollo local a través del turismo de naturaleza. Nada mejor que convertir este gran territorio en un Parque Nacional para su conservación. Esto da una garantía a perpetuidad, porque el organismo que los administra, lleva la labor de conservación como una política de Estado, más allá de los vaivenes que sufre la alternancia partidaria”.

En palabras de Sofía Heinonen, directora ejecutiva de CLT: “La creación del Parque Aconquija nos sirve para apoyar la visión de los gobiernos nacional y tucumano a través de nuestra experiencia en generar áreas de Producción de Naturaleza, adquirida luego de más de veinte años de trabajo en Iberá, Impenetrable y Patagonia. Estamos muy orgullosos de haber podido contribuir a la conservación a perpetuidad de una de las áreas naturales más valiosas de la Argentina”.

 

Skip to content