“El primer desafío cuando se realiza un reporte de sustentabilidad es tener claras tu estrategia y tus prioridades”, Julián Costábile, Director de Sustentabilidad de SMS Latinoamérica

En 1983, el economista, banquero y líder social bangladesí Muhammad Yunus fundó Grameen, un banco dedicado a suministrar pequeños préstamos a personas de escasos recursos de su país. Su objetivo no solo era ayudarlos en lo inmediato, sino también generar un mecanismo que impulsara su espíritu emprendedor y los ayudara a salir por sí mismos de la pobreza. Ganador del Nobel en 2006, sus ideas inspiraron a personas en todo el mundo. Entre quienes quedaron prendados por el potencial de los microcréditos está Julián Costábile, Director de Sustentabilidad de SMS. Inspirado en Yunus, junto a un grupo de amigos comenzó su recorrido en las finanzas con una mirada social.

“Al inicio de mi carrera, no había una gran presencia de temáticas sociales o de sustentabilidad”, explica el ejecutivo, y agrega: “Por eso, durante un tiempo me abrí de ese mundo y me metí en los microcréditos para zonas rurales y también algunos para zonas urbanas. Sentía que no era compatible el trabajo en empresas con mis inquietudes personales. Quería aportar algo. Ahora me sigue moviendo lo mismo, y me encontré en SMS con la posibilidad de combinarlo con lo profesional”.

Estás en SMS hace diez años, ¿cómo fue tu llegada a la compañía?

En la organización de microcrédito en la que estaba veníamos creciendo muy bien, tuvimos un financiamiento del BID y eso nos requería trabajar con un auditor para obtener una calificación importante. Entonces, me contacté con SMS. Los conocí como auditores de nuestra organización, desde el otro lado del mostrador. Fuimos tejiendo una muy buena relación y surgió la idea de que me sumara para desarrollar el área de Sustentabilidad. En las empresas, en el mundo de los negocios, empezaba a tener más espacio el tema, primero como responsabilidad social.

¿Sentís que haber estado del otro lado del mostrador te ayuda ahora para saber qué puede necesitar quien solicita una auditoría?

Sí, totalmente. Yo creo que el haber estado en ese lugar es muy útil. Haber sido cliente de la firma de la que ahora soy socio es algo muy lindo. A su vez, haber estado en el mundo de lo social, en el tercer sector, o en el mundo de las empresas de impacto o sociales, es una experiencia muy interesante para ver otras realidades. Te abre la cabeza a cosas que, en el fondo, hacen al sentido del trabajo que llevamos a cabo. Te ayuda a tener una perspectiva más amplia. Y creo que muchos de los que estamos en esto tenemos siempre algún rol por fuera de lo empresarial. Más allá de ser profesionales, estamos en el consejo directivo de alguna asociación civil o somos voluntarios en una fundación, porque nos mueve eso y nos permite tener un contacto con una realidad que nos interesa.

¿Vos en qué más estás?

Yo actualmente participo en la comisión directiva de una asociación civil incipiente, que acompaña a emprendedores sociales. Y también en distintos grupos y consejos que tienen que ver con sustentabilidad, un poco más vinculados al mundo profesional. Participo también en un grupo latinoamericano de la iniciativa de reporte integrado y en varios espacios, comisiones de sustentabilidad de cámaras y otros ambientes.

¿Qué peso dirías que tiene el área de Sustentabilidad dentro de la organización?

La verdad es que tiene un lugar muy lindo. Quizás comenzó como un área pequeña, que era más una apuesta de la firma de estar en el tema, de marcar que le interesa acompañar este movimiento para que las empresas sean más sostenibles. Empezó con muy poquitas personas, solamente dos, y fue creciendo como una unidad propiamente de servicios. Hoy es una de las que más crece y está comenzando a tener un peso relevante, no solamente desde el compromiso, sino desde los servicios que da la organización. Ya somos un equipo de cerca de veinte personas dedicadas full-time a esto. En resumen, empezó como una apuesta casi de propósito y terminó siendo un área de servicios bien consolidada.

Cuando se acerca un cliente, ¿lo hace desde cero? ¿O tiene ya una inquietud, ciertas ideas de qué es lo que quiere, de qué manera quiere ser acompañado?

Se da de las dos maneras. Algunos clientes tienen las cosas muy claras, vienen trabajando bien en sustentabilidad y por ahí buscan algo en particular. Ya tienen una estrategia, su equipo consolidado, y les interesa auditar el reporte de sustentabilidad, que es algo bien sofisticado. Nos buscan como firma de auditoría. O quieren emitir un bono verde, entonces quieren iniciar el proceso de ir a mercados de capital. Los acompañamos en ese caso con una opinión para que puedan llevarlo a cabo. También se acercan todavía muchas empresas y organizaciones que están empezando, que se dan cuenta de que tienen que hacer algo de sustentabilidad y todavía no saben por dónde empezar. Y los ayudamos a pensar una estrategia, a pensar dónde y qué priorizar, qué les toca a ellos. Algo muy importante en esto es no tirarles todos los frentes a la vez, no tratar de hacer cosas porque otros las hacen, sino ver cuál es tu lugar, qué tipo de empresa sos, qué aporte podés hacer, qué es importante para vos en términos de sustentabilidad vinculado a tu negocio. No es lo mismo si sos una empresa de servicios que si sos una industrial, de comunicación o del rubro que fuera.

¿Ese es el análisis inicial y básico que hacen ustedes?

Claro. Es decir, cuando llega un cliente que está empezando, apuntamos a eso, a ayudarlo a organizarse, a pensar las prioridades, a armar un equipo. Muchas veces lo ayudamos a armar su equipo, sus comités, que designen un responsable. Son casos que nos gustan mucho, hay empresas que acompañamos de cero y que, después de cuatro o cinco años, tienen una estrategia de sustentabilidad bien consolidada, con reportes que han ganado premios. Nos encanta ese recorrido, porque está bueno ir viendo cómo crece ese equipo y esa empresa en el tema.

¿Cuáles son los desafíos a la hora de elaborar un reporte de sustentabilidad?

Creo que el primer desafío es tener claras tu estrategia y tus prioridades, eso normalmente es lo que se llama un “análisis de materialidad”. ¿Qué es lo que voy a reportar? No es necesario salir a completar 500 indicadores porque sí, sino ver qué es lo importante en mi organización, en mi contexto. Ese es el paso uno. Y el segundo es ver que cuente con los datos, porque mucha de esa información no suele estar capturada en los sistemas de las compañías tradicionalmente. En cualquier empresa, apretás un botón y conocés el stock. Pero tus interacciones con la comunidad o tu huella de carbono no te las da el sistema de forma automática. Tenés que ver si lo elaboraste, quién lo elaboró, dónde está esa información. Contar con esos datos a la hora de hacer un reporte es importante. Lo primero, entonces, es una estrategia; y lo segundo es tener los datos. Con esas dos cosas siempre se puede hacer un primer ejercicio, sacar un primer reporte y ver dónde estás parado.

Mencionabas los bonos verdes, ¿en qué casos es recomendable implementarlos y qué importancia tienen?

Una cuestión superinteresante que apareció en los últimos años y que le aportó mucho a la agenda de sostenibilidad es el tema de las finanzas sostenibles. Los proveedores de financiamiento, sean bancos, inversores privados o del mercado de capitales, empiezan a priorizar una agenda verde y social. Entonces, si vos como empresa o como gobierno podés mostrar que vas a destinar el dinero a inversiones con impacto ambiental y social positivo, surgió todo un mecanismo, que incluso en la Argentina ya tiene una regulación, que te permite que ese bono o esa obligación negociable que emitís, o ese préstamo que recibís, lo puedas etiquetar como verde, social y sostenible. Eso les permite a los inversores saber que están acompañando eso y que una parte de sus inversiones está destinada a cambio climático, a inclusión social o a la temática que hayas etiquetado en ese bono o ese préstamo. Aunque el sentido quizás pase por otro lado, consolida lo que implican una estrategia de sostenibilidad y un reporte. Porque muchas empresas internacionales se preguntan para qué hacen todo esto y quién lo mira. Esto permite conseguir algo de atención pública, un mejor relacionamiento con los stakeholders. Eso está buenísimo, pero a veces, en el management del día a día, quieren algo más en concreto. Y la verdad que una buena estrategia de sustentabilidad y un buen reporte sirven para fondearse mejor, poder llevárselo al CFO y decir “Acá hay una herramienta nueva”. Cierra un círculo.

Lo ideal es que tu estrategia te permita tener un impacto y un propósito como organización positivos, ver que estás haciendo algo que es bueno para tu entorno, creando empleo, utilizando bien los materiales, generando menos residuos, contaminando menos. Está buenísimo que te den un propósito, está buenísimo que te sirva también para lo interno, para la gestión, para que tu equipo se sienta más comprometido. Pero también, de golpe, salir al mercado y ver que te pueden financiar por esto está muy bueno para las empresas. Porque con esto es posible conseguir el día de mañana medio punto menos de tasa o el acceso a un financiamiento que, de otra manera, no sería posible. Hoy tenés muchos organismos multilaterales que, en su financiamiento a corporaciones, priorizan fuertemente a las que tengan destino de inversión verde o social. En algunos casos te podés hacer la llave para que te fondeen o no.

En algunos ámbitos ya deja de ser algo solamente deseable, y se volvió un requisito.

Totalmente. Y ahí tenés la última parte de este círculo, que es el acceso a mercados. Así como un banco o un inversor te puede pedir una estrategia de sostenibilidad o un impacto ambiental, el comprador de tus productos también. Y más allá de la dinámica del consumidor individual, que es más consciente y exigente, están los mercados con reglamentaciones duras. Como hoy pasa en la Unión Europea, donde no entrás con tus productos si no podés demostrar cierto cumplimiento de estándares sociales ambientales. Ciertos clientes grandes, de escala global, les compran a sus proveedores solo bajo ciertas condiciones de estándares, lo cual es superpositivo y te puede dejar fuera o dentro del mercado. Podés vender a más mercados, financiarte mejor, si tenés una buena estrategia sostenible.

Cuando SMS, como compañía, tiene que realizar su propia evaluación sobre cuán sostenible es, ¿recurre a una auditoría externa o se mira a sí misma?

De momento tenemos todavía un análisis interno, pero nos estamos empezando a preguntar si nosotros, más allá de ser auditores, empezaremos a buscar validaciones externas. Nadie puede auditarse a sí mismo. De momento lo que hacemos es enfocarnos en políticas de inclusión y diversidad, contamos con un comité. Uno tiene que saber qué es importante para uno. Nosotros somos una empresa de personas, de servicios, una empresa donde una chica o un chico empieza a trabajar, a veces es su primer trabajo, y va desarrollando su carrera. Entonces, para nosotros lo humano es fundamental: la diversidad de género, las condiciones laborales, ese tipo de cuestiones son superimportantes. No tenemos por ahí una gestión tan relevante en temas que para otras empresas son importantes, como residuos, incluso las emisiones de gas de efecto invernadero en empresas de servicios son bajas, pero igual las empezamos a medir y vamos con un plan de optimización de eso. Aunque sea en una escala relativamente pequeña, todos consumimos energía y todos tenemos emisiones de gas de efecto invernadero. Ya estamos pasando a compensar para buscar neutralizar esa huella.

¿Qué objetivos tienen como compañía para el año que viene?

A pesar de que la Argentina es un entorno desafiante, siempre hemos podido crecer. En los últimos años prácticamente hemos duplicado nuestro tamaño y creemos que crecer es un objetivo superimportante, porque también tiene que ver con que creamos más oportunidades. Crecer es poder contratar a más jóvenes profesionales. Y nosotros somos la oficina central de una red internacional. Por lo tanto, tenemos un desafío fuerte que venimos trabajando con toda la red de firmas miembro, desde México hasta la Argentina, en todos los países de América Latina. Queremos seguir creciendo en la región, consolidando los equipos, con desarrollos muy interesantes tanto en Centroamérica como en Brasil y Colombia. Vamos a seguir acompañando esos desarrollos, que creemos que van a dar muchas oportunidades a los profesionales de la firma de crecer no solamente en la Argentina, sino también con una proyección internacional.

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