Diez respuestas a diez interrogantes sobre RSE, según Luciana Leite, MarComm & ESG Officer de Vestas para Latinoamérica.
1.Tres palabras que definan responsabilidad social empresaria.
Para mí, son compromiso, coherencia e impacto.
2.¿Con qué personaje o suceso histórico/social identificás una buena gestión de RSE?
Me identifico con el legado de Chico Mendes. Su lucha por los derechos sociales y ambientales de las comunidades amazónicas sigue siendo una referencia poderosa de compromiso genuino con la sostenibilidad.
3.¿Qué libro le recomendarías a quien gestiona la RSE de una compañía?
Let My People Go Surfing, de Yvon Chouinard; Net Positive, de Paul Polman y Andrew Winston; La empresa consciente, de Fred Kofman; Empresas con alma, de María Malvido; y La ventaja sostenible, de David Gómez.
4.¿RSE, moda o realidad?
Realidad, y cada vez más, una necesidad estratégica. Durante mucho tiempo, ESG de manera general fue visto como un gesto reputacional o una tendencia pasajera. Pero eso ha cambiado, afortunadamente. Hoy las empresas que no integran criterios ambientales, sociales y de gobernanza en sus decisiones están perdiendo relevancia y competitividad. La RSE se ha transformado en un nuevo estándar de gestión, impulsado por consumidores más exigentes, inversionistas conscientes y talentos que buscan propósito. No se trata de una moda: es una nueva forma de hacer negocios.
5.No puede faltar en la oficina del responsable de RSE…
Una pizarra con historias reales de impacto. Porque el propósito se construye todos los días, con hechos. Las historias reales tienen el poder de conectar emocionalmente y mostrar el impacto tangible de las iniciativas ESG en la vida de las personas, en la transformación de la sociedad, y eso es lo que puede inspirar y motivar a otros a involucrarse.
6.¿Qué obstáculos debe superar una empresa que da sus primeros pasos en la RSE?
El miedo a no hacerlo “perfecto”. El camino se hace andando. Es fundamental empezar con pequeñas acciones auténticas, comunicar con transparencia y evolucionar con consistencia.
Conectar el propósito de una empresa con sus iniciativas ESG significa alinear sus operaciones con valores que van más allá del lucro, abarcando la responsabilidad ambiental, social y de gobernanza. El propósito y el ESG van de la mano, porque ambos buscan crear un impacto positivo y sostenible en el mundo. Se trata de actuar para promover transformaciones positivas y tangibles en la sociedad en la que la empresa opera. En Vestas, por ejemplo, integramos criterios ESG en toda nuestra cadena de valor, desde el diseño de nuestras turbinas hasta el desarrollo de comunidades locales alrededor de nuestros parques.
7.Comunicación de RSE, ¿marketing o replicabilidad?
La comunicación de RSE y de ESG en general debe ser sobre todo inspiradora y replicable. Si una acción no puede ser contada sin caer en greenwashing (parecer más comprometidos con las causas ESG de lo que realmente se es), mejor repensarla. Hay que asegurar la autenticidad. Y es fundamental compartir historias reales e impactantes, ser transparente sobre los desafíos y los avances, y evitar exageraciones o promesas incumplidas. El punto esencial es integrar el ESG en las estrategias empresariales desde el principio, involucrando a todas las áreas internas, desde los colaboradores hasta la alta dirección, para crear un sentido de pertenencia y compromiso colectivo. El secreto está en comenzar con pequeñas victorias y compartir esas historias de éxito. Mostrar resultados positivos, por pequeños que sean, puede inspirar y motivar a todos a comprometerse más profundamente con la jornada ESG. En Vestas, nos enfocamos en comunicar con autenticidad, compartiendo no solo los avances, sino también las transformaciones que logramos asegurar y los desafíos de una transición energética justa.
8.¿Cómo podemos contribuir los ciudadanos y consumidores con la RSE?
Asumiendo el protagonismo que tenemos. Cada persona puede ser un agente de cambio desde sus elecciones diarias. Elegir energías limpias, apoyar marcas que invierten en diversidad, priorizar empresas con prácticas éticas… todo eso importa. ESG deja de ser una declaración corporativa para convertirse en un movimiento colectivo cuando cada uno entiende que tiene un rol en la transformación.
9.¿Cuál es la empresa socialmente más responsable del mundo?
Es difícil elegir una sola. Pero admiro profundamente a aquellas que integran la sostenibilidad a toda su cadena de valor y no temen exponerse con transparencia, como Patagonia, por su activismo coherente, o Unilever, por su compromiso estructural con la sustentabilidad. Además, no puedo dejar de destacar a Vestas, que hace décadas impulsa una transición justa con impacto local real. Nos enorgullece ser, por cuatro años seguidos, la empresa de energía más sustentable del mundo y top 3 en el ranking que reúne todos los sectores de la economía, según el Corporate Knights.
10.¿Somos un país socialmente responsable?
Para que un país sea verdaderamente socialmente responsable se necesita un ecosistema fortalecido, con marcos regulatorios consistentes, incentivos sostenidos, inversión privada comprometida y articulación público-privada. La Argentina cuenta con una ciudadanía activa, solidaria y con fuerte compromiso social, lo cual representa una base muy sólida. El contexto actual, con la transición energética en el centro del debate, es una oportunidad histórica para consolidar ese camino. Desde el sector eólico, Vestas acompaña ese proceso con proyectos que apuestan por el desarrollo local, la capacitación técnica de nuevos talentos y una cadena de valor más inclusiva.