Ubicado en Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina, cuna de grandes figuras del deporte argentino, no sólo es un hito de la ciudad por exhibir una réplica del último trofeo ganado por la selección nacional de fútbol, sino también porque sus características tecnológicas lo posicionan como uno de los museos de deporte más modernos e impactantes del mundo, ya que desarrolla sus contenidos temáticos mediante el uso de innovadoras técnicas de exhibición multisensorial.
Con el desafío de lograr un museo interactivo y tecnológico que pueda proporcionar a los visitantes una emotiva experiencia a través de la gloriosa historia deportiva de la provincia, hoy en el en el museo conviven objetos de deportistas con pantallas de 360 grados y holografías de competidores nacidos en Santa Fe.
El museo conocido también como MDSF, incorporando la tecnología Epson, logró características tecnológicas e instalaciones interactivas que lo ubican actualmente como uno de los más impactantes y modernos museos del deporte del mundo. Dentro del recinto existen 40 equipos de la marca, destacando el Powerlite Pro L1100, el Powerlite Pro L1505UH y los innovadores LightScene, que otorgan una experiencia audiovisual de alta calidad. De esta manera, el MDSF se convirtió en un espacio vivo lleno de estímulos visuales y sonoros, un lugar de juego interactivo donde quién lo visita no solo es espectador, sino protagonista. Por otro lado, la versatilidad de los proyectores Epson, con lentes intercambiables, instalación 360°, libres de mantenimiento y con fuente de luz láser, logran ser un aliado fundamental para el desarrollo, implementación y seguimiento de estas experiencias audiovisuales.
“Hay un gran protagonista del museo que es la tecnología. Es un factor que resulta muy importante porque es la manera que encontramos de mostrarle a los visitantes, determinadas anécdotas, historias de los deportistas contadas en primera persona, a fin de generar un un momento mágico, un momento de emoción, de tal forma que esa emoción sea la disparador de una búsqueda, de un aprendizaje, de una investigación”, comentó la licenciada Patricia Cosolito, directora del museo.
Las instalaciones audiovisuales, hologramas y experiencias de tan alta calidad pueden llevarse a cabo gracias a la impresionante reproducción de color y brillo que ofrecen estos proyectores. Con 12.000 lúmenes en blanco y color, su nueva fuente de luz láser de estado sólido y su motor óptico diseñado específicamente con componentes inorgánicos, estos proyectores son la solución ideal para instalaciones fijas, museos y grandes proyectos.
“La diferencia entre un museo tradicional y un museo tecnológico es que a través de la tecnología rompe barreras culturales y sociales. No importa con qué información venís a un museo, la tecnología se va a ocupar de democratizar la experiencia de los visitantes. Desde el punto de vista técnico, no es fácil montar equipamientos integrados a la tecnología. Muchas veces las condiciones espaciales de un museo limitan muchísimo las posibilidades de implementación tecnológica. La línea Epson tiene una gran ventaja porque tiene una diversidad de lentes, que nos permitió resolver todas las situaciones y todos los escenarios posibles que se nos fueron planteando en el MDSF” , asegura Laura Molina, staff de proyecciones digitales.
Los proyectores Epson a través de su sistema chips 3LCD, brindan la más fiel reproducción del contenido. El hecho de que los proyectores de la línea Pro sean láser facilita y simplifica el mantenimiento ya que no es necesario desmontar los equipos para mantenerlos, de esta forma se evita todo el trabajo posterior que es recalibrar, reconfigurar, volver a programar en un museo como el MDSF, en donde hay instalaciones con proyectores múltiples. La experiencia inmersiva que generan estos productos en espacios especialmente dedicados, cambian la manera de llevar contenido educativo e informativo a los visitantes.
Dentro del museo se puede visitar las distintas disciplinas de una manera interactiva y emocionante: en Hockey, por ejemplo, la mejor jugadora de la historia, Luciana Aymar, aparece en forma de holograma en un vestuario de hockey; o en automovilismo, las distintas hazañas se reviven en primera persona a través de un cine 360º y un mapping 3D de última tecnología.