La impresión 3D ya no es una tecnología emergente: es una herramienta de fabricación madura, adoptada cada vez con mayor profundidad por la industria global. Cerca del 25 por ciento del mercado mundial corresponde a usos domésticos o hobbistas, mientras que el 75 por ciento está orientado a aplicaciones profesionales e industriales, un segmento que crece año a año con mayor intensidad.
En ese 25 por ciento, el material más usado sigue siendo el PLA, un bioplástico derivado del almidón de maíz o caña de azúcar. Es biodegradable, fácil de imprimir y seguro, lo que lo convierte en el favorito para usuarios individuales. Sin embargo, en la industria, la tendencia avanza hacia materiales más resistentes, técnicos o estructurales, capaces de responder a demandas reales de producción.
Desde Che3D –empresa con más de diez años de experiencia en fabricación digital– trabajamos con impresión 3D en plásticos, metales y materiales compuestos, desarrollando tanto soluciones industriales como realizaciones artísticas, integrando diseño, ingeniería y tecnología.
Desde Grondplek, en cambio, nos especializamos exclusivamente en impresión 3D de hormigón para aplicaciones en construcción. Es una empresa joven enfocada en desarrollar piezas para infraestructura mediante impresión en gran formato. En alianza con una de las principales compañías de ingeniería civil de la región, impulsamos una nueva forma de fabricar componentes para plantas industriales y obras de ingeniería civil, reemplazando sistemas premoldeados tradicionales. Actualmente, estamos buscando grandes constructoras o desarrolladoras para comenzar una nueva unidad de negocio enfocada en viviendas impresas.
En el caso de la vivienda, la impresión 3D permite generar muros con cámaras de aire internas que mejoran la aislación térmica y reducen el consumo energético. Pero también cambia la lógica de obra: reduce el desperdicio de materiales, disminuye la manipulación manual pesada y mejora las condiciones laborales de quienes construyen.
Esta tecnología disruptiva, al desarrollarse en el mundo físico, no evoluciona con la aceleración de lo digital, pero su impacto es directo y transforma nuestro entorno. ¿Cómo será un futuro donde cada elemento construido pueda fabricarse a medida, con eficiencia y conciencia?
Tomás Chernoff
Fundador y Director de Che3D, y Cofundador y CTO de Grondplek
Sobre el autor:
Emprendedor tecnológico argentino. Es fundador y Director de Che3D, estudio de diseño y fabricación digital de productos, piezas metálicas e integración de tecnologías industriales. Es cofundador y CTO de Grondplek, empresa dedicada a la impresión 3D de piezas de hormigón para infraestructura y aplicaciones civiles. También se desempeña como consultor, docente y orador. Actualmente trabaja en un proyecto que busca desarrollar viviendas sociales más eficientes energéticamente mediante tecnologías disruptivas aplicadas al entorno construido.