Historias inspiradoras en comunidades rurales

Del 18 al 22 de octubre, Fundación Temaikèn recibió referentes de 70 instituciones educativas de 35 países para compartir aprendizajes y experiencias sobre su trabajo en educación y conservación, cuyo eje se centra en las comunidades locales, rescatando historias que inspiren el cuidado del ambiente.

En el marco del encuentro internacional de educadores ambientales, la 23° Conferencia Bienal IZE 2016, Fundación Temaikèn compartió su estrategia en educación para la conservación de la biodiversidad. Asimismo destacó las historias inspiradoras de los 150 proyectos ambientales que llevaron a cabo docentes y alumnos participantes en sus programas educativos en el país.

Los oradores principales del congreso fueron Suzana Machado Padua, presidente y fundadora del IPÊ- Instituto de Pesquisas Ecológicas de Brasil, y Pedro Tarak, cofundador y actual presidente de Sistema B Internacional.

Bajo el lema de la conferencia “Construyendo historias significativas”, Bioparque Temaikèn mostró a los asistentes el nuevo sector “Historias de Recuperación”, espacio que cuenta la historia de animales rehabilitados en la organización con un mensaje muy importante: los animales silvestres no son mascotas. La historia más destacada es la los dos ciervos reinsertados en su hábitat natural, que se ve reflejado en el cortometraje “Yasí y Valiente: dos ciervos en peligro” proyectado en el cine del Bioparque.

“El encuentro fue una experiencia muy enriquecedora donde tuvimos la oportunidad de compartir buenas prácticas y aprendizajes con instituciones de distintas partes del mundo. Intercambiamos estrategias educativas ambientales y promovimos el uso de dispositivos lúdicos accesibles y fácilmente replicables para promover el compromiso de más personas y organizaciones en el cuidado de nuestra Casa Común”, explicó María Laura Schiffrin, Responsable del Departamento Educativo de Fundación Temaikèn.

El Programa Educativo Multiplicadores Ambientales (PEMA) acompaña cada programa de conservación de Fundación Temaikèn con una estrategia educativa que pone en primer lugar el trabajo con la comunidad. Más de 800 docentes y 400 estudiantes de profesorado desde 2013 se sumaron al mismo en Chaco y Formosa por la conservación del tapir, en Córdoba por el aguará guazú, y en Misiones por la protección de la selva.

Como parte de su modelo, la Fundación también se refirió a las visitas educativas que promueve en el Bioparque, al Programa ConCiencia Activa y al encuentro Somos Diversidad, una jornada con actividades inclusivas en el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad (el próximo 3 de diciembre).

Historias inspiradoras

Desde una huerta en una comunidad sin acceso al agua potable hasta un basural convertido en parque ecológico, el PEMA cuenta con docentes y alumnos que buscan brindarles soluciones sociales y ambientales a sus comunidades. Cada uno de los 150 proyectos tienen historias entrelazadas en un eje común: el amor por la educación y por el ambiente.

• Huerta pedagógica en Formosa

Ricardo Vázquez es el coordinador del Ciclo Básico Rural n° 190 ubicado en el paraje La Libertad donde viven cerca de 20 familias. La comunidad no cuenta con agua potable, luz ni cloacas y existían numerosos conflictos entre las distintas familias. Ricardo convirtió la tierra en un medio para enseñar. Desarrolló una huerta pedagógica donde los estudiantes y sus familias aprenden el respeto por los demás y el trabajo en equipo. Además, logró que parte del agua que llega al pueblo en un camión cisterna, sea utilizada para regar la huerta.

“Toda la comunidad se beneficia del proyecto, no sólo por las deliciosas comidas que preparan y el enriquecimiento de la dieta, sino porque tienen una hermosa excusa para encontrarse y celebrar. Ricardo tiene un proyecto en pleno crecimiento, trabajando junto a las instituciones educativas de nivel inicial y primario, buscando no sólo obtener verduras, sino que la huerta sirva como aula externa que permita sentar en la misma mesa a toda la pequeña comunidad”, explicó Schiffrin.

• Proyecto Intercultural en Chaco

Durante el 2015 el Complejo Educativo Secundario Bilingüe Intercultural (CESBI) de la Cultura Qom Lqtaxac Nam Qompi en Pampa del Indio, Chaco, y el PEMA entablaron un diálogo que promovió una suma de visiones a través del proyecto “Qomi’ Qataq Na Aviaq” (Nosotros Somos el Monte). El proyecto, que comenzó a comienzos del ciclo lectivo de 2015, tuvo como objetivo la construcción de un Sendero Educativo de Interpretación del Patrimonio Natural y Cultural en el espacio de una hectárea.

Actualmente el sendero es utilizado por los estudiantes del CESBI como espacio de estudio y conexión con sus saberes ancestrales. Muchas escuelas de la zona solicitan visitarlo y los mismos estudiantes que realizan sus prácticas en ese espacio son los guías y facilitadores de las actividades. “Este proyecto permite fortalecer la transmisión de los saberes ancestrales para la preservación de la cultura e identidad del pueblo Qom, haciendo énfasis en la conservación de la lengua, el valor de lo cultural y la naturaleza”, dijo Schiffrin.

• Escuela comprometida con su comunidad en Misiones

El BOP 100 de San Ignacio se encuentra en el Barrio Evita, una zona lindera a la ruta de acceso al pueblo, alejada del casco urbano. Desde el año 2013 esta escuela ha realizado dos grandes proyectos en el marco del PEMA. El primero es el Barrio Ecológico, en el  que toda la comunidad educativa logró recuperar un basural que se encontraba en el centro del barrio para convertirlo en un espacio de esparcimiento con juegos y deportes. El segundo proyecto es el acompañamiento a la comunidad guaraní Mbocajaty por parte de los estudiantes de 5° año de la orientación Bachiller en Turismo. La comunidad Mbocajaty está realizando un sendero turístico como un modo de obtener los recursos necesarios para la mejora de su calidad de vida.

• Una docente y su compromiso en Córdoba

Ansenuza es una aguará guazú que fue encontrada a los dos meses de vida por un poblador en la zona de Mar de Ansenuza, provincia de Córdoba. Él reconoció la especie gracias a su vecina, Daniela Potel, una docente que participa del PEMA, y que había compartido con él y sus vecinos información sobre fauna autóctona. A través de la docente, el poblador se contactó con Fundación Temaikèn y, junto a la Policía Ecológica y a la Secretaria de Ambiente provincial, lograron rescatar a la cría.

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