La empresa argentino-canadiense llega al país para desarrollar proyectos de energía solar y eólica con el objetivo de ofrecer energía renovable a menor precio y acompañar a los grandes usuarios en el cumplimiento de la ley que los obliga a abastecerse en un 8% de energías renovables a partir de 2018.
Desarrollar proyectos de energía eólica y solar en Argentina para ofrecer energía a menor costo. Este es el objetivo de la empresa argentino-canadiense Isla Power que celebró ayer la apertura de sus oficinas en Buenos Aires en el Palacio Raggio de la capital porteña. La compañía, con tres proyectos ya en marcha en San Juan, cuenta como socios con el argentino Martin Pochtaruk y los canadienses Antonio Antonopoulos y Nigel Etherington; además de Santiago Lagos como Country Manager, ejecutivo con más de 15 años de experiencia enfocada en el desarrollo de negocios y estrategia, ex director del Comité Solar de la Cámara de Energías Renovables y ex gerente general de un generador de energía local que construyó la primera planta utility scale de Argentina.
La proclamación de 2017 como “Año de las energías renovables” y la entrada en vigor de la Ley 27.191 que obliga a los grandes usuarios a abastecer un porcentaje de su consumo energético de fuentes renovables, han impulsado la ola de la generación de energía limpia en Argentina. Esta oportunidad es la que impulsó la entrada en el país de Isla Power, con un equipo de más de 30 años de experiencia en Canadá, Estados Unidos y Europa, para ofrecer servicios a aquellos que quieran comprar directamente la energía generada por la compañía (acuerdos “entre privados” cuya reglamentación se publicó el pasado martes) y a los interesados en autogenerar su propia energía para su autoconsumo.
Martin Pochtaruk, Presidente de Isla Power en Argentina, confía en la oportunidad que presenta Argentina para generar energías limpias: “Es un negocio con gran futuro en todo el mundo, pero en Argentina hay grandes zonas como San Juan, Jujuy o las provincias del sur que ofrecen una calidad de la energía superior a la de otros países. Además, es muy gratificante poder volver a mis raíces para poner en marcha proyectos que ayuden a su desarrollo después de varios años en el exterior”.
Por su parte, Santiago Lagos destaca que “desde Isla Power ayudamos generando y vendiendo la energía o haciendo que las grandes empresas la autogeneren pero, en última instancia y con ayuda de la regulación que recién se aprobó, cada empresa decidirá si mejorar o no sus costos apostando por las energías limpias o seguir consumiendo energía eléctrica de fuentes tradicionales”.
Isla Power busca acompañar a las empresas argentinas en el cumplimiento de la ley que obliga a los grandes usuarios a emplear un 8% de energía renovable para el año 2018, porcentaje que se irá incrementando hasta llegar al 20% en 2025. Pero sobre todo, pretende que las empresas ahorren, ya que la particularidad de esta energía no es solo su fuente (el viento o el sol) sino su costo con un precio completamente previsible a largo plazo e inferior al de la energía eléctrica proveniente de otras fuentes. Además, les otorga a las empresas la posibilidad de incorporar una matriz verde y sostenible, tan demandada hoy en día para mantener y mejorar la reputación y sustentabilidad de las corporaciones.
Gracias al financiamiento de fondos de inversión y pensiones de otros países como Canadá o Alemania, Isla Power, tras más de un año de pruebas y consideraciones, ha comenzado a desarrollarse en Argentina con tres proyectos en la provincia de San Juan; dos solares y uno eólico de 70MW cada uno.
