Javier López Llovet, Director General para América Latina en Penguin Random House Grupo Editorial: La experiencia y la sensibilidad de conocer al lector

Cada libro es un viaje. Una historia que se completa cuando es leída, cuando el lector se transporta y construye los detalles en su imaginación. Hay un vínculo con el libro, diferente, único, que refuerza su cercanía con el pasar de las páginas transformadas en instantes que viven en la memoria.

Javier López Llovet, Director General para América Latina en Penguin Random House Grupo Editorial (PRHGE), conoce muy bien la sensibilidad de este vínculo, porque desde sus 18 años se desempeña en la industria y estudia el comportamiento de los diferentes tipos de lectores para trabajar en un catálogo nutrido, diverso y con presencia en cada vez más puntos de la región.

En diálogo con PRESENTE, el ejecutivo habla de sus inicios en el mundo editorial, la actualidad de la industria y del Grupo, las acciones de RSE y los objetivos regionales de la compañía líder a nivel mundial.

– ¿Cómo fueron tus inicios en el mundo editorial hasta el cargo que desempeñás hoy?

– Mi abuelo era catalán y vino a Buenos Aires para buscar un nuevo futuro para él y su familia. Aquí, hacía muy poco tiempo un grupo de intelectuales había formado la editorial Sudamericana, y mi abuelo empezó a trabajar con ellos. Luego se hizo cargo de la compañía.

Yo comencé a trabajar allí a mis 18 años, y lo cierto es que siempre me sentí atraído por la parte comercial de la actividad. En 1997, el grupo alemán Bertelsmann compró la editorial y yo continué formando parte del equipo a cargo del área comercial. En 2002 tomé la dirección general de la Argentina, y al poco tiempo fui nombrado Director General de la Región Sur, que incluye Argentina, Chile y Uruguay. Años más tarde, asumí como Director General de América Latina, operación que comprende siete mercados en total, los ya mencionados más Miami, México, Colombia y Perú.

– ¿Cómo se encuentra actualmente el mercado?

– En la era pospandemia se produjo una suerte de renacer de la lectura. Respecto al formato de comercialización, puntualmente, si bien durante la pandemia la venta on-line de libros creció mucho, cuando abrieron las librerías esto se estabilizó, porque ese momento de encontrar el libro que buscás, tocarlo, el ritual de elegirlo y tomarse el tiempo físico para eso, es fundamental cuando hablamos de este tipo de productos. Quizá esto lo diferencia de, por ejemplo, la música, terreno en el que el objeto físico puede no tener tanta carga emotiva como sucede con el libro. De hecho, en los mercados más avanzados se ve cómo el libro en su formato físico ocupa alrededor del 75 por ciento de la elección del usuario frente a opciones como el e-book o el  audiolibro, por lo que podemos decir que los nuevos formatos no desplazaron al tradicional, sino que se sumaron como alternativa.

– Es otro tipo de relación la que se tiene con el libro.

– Exactamente. Al lector le gusta tener su libro en las manos, esa cercanía, ver la cantidad de páginas, sentir el producto. De hecho, el lector no cambia el formato tradicional por el nuevo, sino que utiliza el e-book y luego vuelve al libro, lo combina según circunstancias. Por ejemplo, si me voy de viaje uso el e-book, y cuando regreso a mi casa, retomo en mi libro físico.

– ¿Qué pensás del prejuicio de que las nuevas generaciones no leen?

– Estoy totalmente en contra de esa visión. Te digo más, hace cinco años nuestra participación de mercado de libros infantiles y juveniles era del 15 por ciento, hoy te diría que esa cifra es cercana al 30 por ciento.

En el caso del segmento adolescente puntualmente, hubo un gran crecimiento. Y en este punto Harry Potter fue un antes y un después. Realmente vino a abrir un espacio increíble que tuvo un gran protagonismo en este crecimiento. Además, hubo un apalancamiento desde redes sociales, porque youtubers e influencers comenzaron a escribir sus propios libros y son muy exitosos. Lo pudimos ver en la última Feria del Libro, donde organizamos algunas presentaciones que tuvieron una gran convocatoria, alrededor de mil personas en la sala.

Si bien hay gente que cuestiona el tipo de lectura, yo sostengo que lo importante es leer, adoptar el hábito, porque entrás por un texto, pero luego ves otros, investigás, descubrís autores y géneros que te gustan y no conocías, y hacés de la lectura algo de todos los días.

– ¿Cómo fue su convocatoria durante la Feria del Libro 2023?

– La feria de este año fue un éxito. Es la tercera luego de la pandemia. Nosotros creíamos que luego del boom de la de 2021, la convocatoria podía mermar un poco, pero no fue así. En términos de asistencia, al evento en sí y a las charlas en particular, las dos siguientes fueron excelentes. A la gente le gusta ver personalmente a su autor favorito, tener el libro firmado, ese momento de encuentro lo valora mucho.

– ¿Qué presencia comercial tiene PRHGE en la Argentina?

– Tenemos una distribución muy buena y estamos presentes en todo el país. Generalmente trabajamos con alrededor de 1200 puntos de venta distribuidos en el país entre cadenas, librerías independientes y supermercados. Son propuestas diferentes, en el caso del supermercado se trata de una compra de oportunidad, el cliente no va a buscar específicamente el libro, pero se ve atraído por el producto en el lugar. En el caso de las cadenas de librerías, se trata de consumo masivo. Y en las librerías independientes, nos encontramos con otro tipo de comprador que llega por recomendación en muchos casos y ya sabe qué va a buscar.

– En declaraciones pasadas dijiste que la percepción es clave para un buen editor, casi un rol sociológico ¿Qué otras características debe tener en este tiempo de inmediatez y sobreinformación?

– Este tema es importante tratarlo a partir de sus diferentes abordajes. Por un lado, tenemos los autores que ya cuentan con su obra y su público, y por otro tenemos dos subdivisiones, un autor novel o un tema sin autor. Este último punto es complicado, porque puede suceder que en el momento en que el libro sale a la venta, el tema ya no está vigente. Por ejemplo, ahora las elecciones son uno de los temas actuales, pero pasado octubre ya no serán el tópico central o bien los textos pueden quedar desactualizados. Entonces, en lo que refiere a textos sobre coyuntura, el editor debe imaginar de qué se hablará en el futuro teniendo en cuenta el tiempo que toma la realización de un libro. Para esto es clave contar con una percepción afilada, mucho poder de observación.

En el caso de los libros de ficción, si bien hay algunos que abordan temáticas de actualidad, en general es algo más atemporal, pero hay mucha oferta. Aquí entra en juego la sensibilidad del editor para detectar qué diferencial tienen el autor y la obra, por qué el lector los elegiría, por qué tal personaje atraparía al público. Se trata de una conjunción de factores que son apreciados y evaluados por el editor.

En PRHGE, la mitad de los libros que vendemos son los que llamamos de fondo y la otra mitad son novedades. El lector vuelve a buscar algunos textos muchas veces para encontrar certezas, porque ya se convirtieron en una suerte de clásicos.

– ¿Cuáles son los temas principales hoy en día?

– Al margen del tema político, como ya hablamos, uno de los tópicos más buscados es la cocina. Históricamente, los libros de este estilo conformaban un nicho y había pocos textos que eran auténticos clásicos. Hace ya un tiempo que este segmento creció mucho a partir de los diferentes subtemas que aborda (tipos de cocina, restaurantes, etc.).

También tenemos que destacar el universo de libros de influencers, que tienen un gran éxito. El segmento de espiritualidad y autoayuda se mantiene bastante, y, por supuesto, la novela de entretenimiento continúa entre los géneros más buscados. Lo que sucede actualmente es que si bien existen muchas temáticas, hay también muchos nichos.

Asimismo, nosotros tratamos de impulsar determinados géneros, como por ejemplo la poesía, y también lanzamos reediciones de autores clásicos superconsagrados, como es el caso de Bioy Casares, Silvina Ocampo, Manuel Mujica Láinez, entre otros.

– ¿De qué se trata la plataforma Cursiva?

– El objetivo de este espacio es que nuestros autores puedan transmitir su contenido a través de charlas y capacitaciones que exceden el propio libro. Hay cursos de dos horas, de cuatro horas, de un cuatrimestre, la oferta es muy variada. Tenemos alumnos de 40 países, la virtualidad ayudó mucho al crecimiento de la plataforma, porque te permite realizar un curso con, por ejemplo, Isabel Allende, algo que presencialmente sería más complejo por el caudal de gente que quiere participar, además de que podés escuchar la charla desde donde estés.

– En términos de medio ambiente, ¿qué medidas toma la compañía?

– Dentro de las acciones, podemos destacar el trabajo que realizamos para lograr que el papel que utilizamos para imprimir nuestros libros cuente con certificación FSC, que acredita que proviene de bosques gestionados de manera responsable. Esto se suma a la estrategia sustentable del grupo, que a nivel mundial está haciendo foco en que todas las actividades que se realizan contemplen el cuidado ambiental: utilización de autos eléctricos en la operación, compra de bonos verdes, oficinas verdes, uso de energías renovables. Los diferentes lineamientos se van aplicando según las posibilidades de cada mercado, pero la bajada general del grupo es que cuando tengamos que decidir, pensemos cuán verdes son estas determinaciones.

– ¿Qué acciones realizan en términos de diversidad e inclusión?

– Como editorial trabajamos para que nuestros contenidos sean diversos y que todas las voces estén representadas dentro del catálogo que ofrecemos. Los editores tienen muy arraigado que la diversidad debe estar en los contenidos.

En lo que respecta al equipo de manera interna, en el grupo trabajamos con seguridad psicológica, es decir que los colaboradores cuenten con la seguridad de decir lo que consideren sin ningún tipo de riesgo. La compañía realiza una encuesta global cada dos años que monitorea el clima en este sentido.

Buscamos generar una cultura de trabajo diversa, que nadie se sienta discriminado ni perjudicado bajo ningún concepto, y que todos se puedan expresar con libertad. Esto es parte de nuestra filosofía corporativa. Para poder continuar impulsándolo, necesitamos ponerlo en palabras, y para esto llevamos adelante una evaluación interna con la asesoría de Equidad –organización civil con sede en Argentina y Chile– para medir el grado de diversidad dentro la compañía, impulsar los puntos fuertes y detectar aquellos puntos de mejora para trabajar en ellos. Algunos de los factores que se miden son: políticas desarrolladas en cuanto a diversidad e inclusión, qué capacitaciones se brindan al respecto, qué compromiso tenemos con la sociedad, entre otros.

También estamos trabajando en la formación de un comité regional para el abordaje de temáticas relacionadas con diversidad. A través de una convocatoria abierta buscamos que cualquier persona pueda sumarse y trabajar en proyectos concretos y medibles.

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