La Casa Ronald McDonald celebra el Día del Voluntario

Cada 5 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Voluntarios, una efeméride que desde la Casa Ronald se celebra mucho, ya que la tarea de los voluntarios es fundamental para poder cumplir la misión que se propuso hace 30 años.

La Casa Ronald tiene como misión mejorar la calidad de vida y el bienestar de los niños que transitan enfermedades graves, cuya cura lleva un largo tiempo de tratamiento y a la contención de sus familias.  Gracias al trabajo estratégico de su Comisión Directiva y a los más de 200 voluntarios que colaboran todos los días, esta organización trabaja los 365 días del año, las 24 horas del día para acompañar a miles de familas.

Desde la Casa acompañan a las familias en uno de los momentos más duros y difíciles de sus vidas, la de tener un niño transitando una enfermedad compleja.

En pos de lograr sus objetivos, desde Casa Ronald se creó una colaboración transversal, que está formada por voluntarios, donantes, hospitales aliados y sus médicos. El aporte de cada uno de ellos es vital, pero son los voluntarios quienes generosamente brindan su tiempo y amor en el cuidado de los pacientes y sus familiares.

Actualmente en la Casas de Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y Bahía Blanca, colaboran más de 200 voluntarios en turnos de 3 horas semanales.

Elsa Maese comenzó su voluntariado el 11 de enero de 1999. Durante los primeros años fue voluntaria operativa y luego comenzó a dar un taller de tejido para niños y adultos. También colabora en eventos especiales y es amada por todas las familias y por sus pares.

Laura Tortorelli ingresó como voluntaria   el 31 de agosto de 2012   y hace dos años en la última hora del turno hace bingo para todas las familias. Es la encargada de festejar los cumples de los chicos el último sábado de cada mes. Es abogada y ha ayudado a muchas familias que tuvieron dificultades con las obras sociales, con la medicación y otros temas. También consiguió que durante un año las familias fueran a ver los partidos de básquet de Ferro y los acompañaba ida y vuelta en micro.

Es una enorme ayuda que brindan amorosamente, agradecidos de poder sumar su grano de arena. Ayudar a otros, que se encuentran en una situación de vulnerabilidad, permite valorar el hecho de tener salud, que es algo que solemos naturalizar.

Sin los voluntarios que se acercan cada día a la Casa, sería imposible ayudar y acompañar a todas esas familias que nos necesitan día a día. Gracias a su solidaridad, compromiso y amor hacen que todo esto sea posible.

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