La utilización o mejor dicho la re- utilización del plástico es un tema central a la hora de pensar políticas públicas tendientes de detener la emergencia climática. La Fundación Ellen MacArthur y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) han publicado su segundo informe anual de progreso del Compromiso Global por la Nueva Economía del Plástico, con datos detallados sobre el progreso de las empresas y gobiernos signatarios. Los resultados muestran que, si bien se han logrado avances entre 2018 y 2019, se debe hacer mucho más y a mayor velocidad para lograr los objetivos del compromiso para 2025 y abordar la contaminación por plásticos.
Si bien es real que aún falta mucho por hacer, no todas son malas noticias. El informe muestra que ha habido un avance significativo en dos áreas clave: la incorporación de contenido reciclado en los envases de plástico y la eliminación gradual de los elementos problemáticos identificados con mayor frecuencia, como los envases de poliestireno y PVC, los pigmentos negros indetectables y las bolsas de plástico y sorbetes de un solo uso.
Por su parte, ha habido un progreso mucho más limitado con respecto al aumento de la reciclabilidad de los empaques plásticos y en la reducción total de la necesidad de envases de un solo uso. Asimismo, el cambio hacia envases reutilizables es limitado y los esfuerzos de eliminación siguen centrados en un conjunto relativamente pequeño de materiales y formatos.
Algunos de los hallazgos clave que muestra el informe son:
- El contenido reciclado en envases de plástico creció un 22% interanual, hasta 6,2% en promedio para los productores de empacados y minoristas.
- 31% de quienes producen empacados y minoristas tienen ahora objetivos establecidos para reducir el plástico virgen en los empaques o eliminar los empaques plásticos por completo.
- Los esfuerzos de eliminación siguen centrados en un conjunto relativamente pequeño de materiales y formatos, y se concretan principalmente mediante la sustitución por otros plásticos o papel, o a través del aligeramiento (disminuir el grosor, por ejemplo), en lugar de reducir la necesidad de los empaques de un solo uso en su conjunto.
- Los envases reutilizables aumentaron levemente con respecto al año anterior (en 0,1 puntos porcentuales).
Ligia Noronha, directora de la División de Economía del PNUMA, expresó al respecto “Este informe muestra que hay gobiernos líderes tomando medidas, en particular para abordar algunos de los elementos problemáticos más comunes, y también cada vez más a través del despliegue de enfoques de políticas integrales, por ejemplo, combinando la responsabilidad ampliada del productor, los incentivos fiscales y las políticas de contratación pública”.
A partir de la publicación del informe la Fundación Ellen MacArthur y el PNUMA han realizado cuatro llamados a la acción que son vitales para erradicar la contaminación por plásticos:
A las empresas:
- Tomar medidas audaces sobre los tipos de envases que no son reciclables en la actualidad, ya sea desarrollando y ejecutando una hoja de ruta creíble para hacer que el reciclaje funcione o innovando de manera decisiva para abandonar estas opciones.
- Establecer objetivos de reducción ambiciosos, reconociendo que la acción voluntaria de la industria por sí sola no puede producir cambios en la escala y al ritmo necesarios.
A los gobiernos:
- Establecer políticas y mecanismos que proporcionen fondos dedicados y estables para la recolección y la clasificación, a través de contribuciones justas de la industria, como la responsabilidad ampliada del productor, sin las cuales es poco probable que el reciclaje se amplíe.
- Establecer una dirección global y crear un marco de acción internacional, a través de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con base en la visión de una economía circular para los plásticos.