En los últimos años, el concepto de economía circular se instaló en las estrategias de las empresas, convirtiéndose en una herramienta para hacerle frente al creciente desafío respecto a la gestión de los residuos.
Según la Fundación Ellen McArthur, pionera en el tema, el presente modelo económico de “extraer, producir, desperdiciar” está llegando ya al límite de su capacidad física. Por lo tanto, la economía circular es una alternativa atractiva que busca redefinir qué es el crecimiento, con énfasis en los beneficios para toda la sociedad. Esto significa separar la actividad económica del consumo de recursos finitos y eliminar los residuos del sistema desde el diseño. Este cambio de paradigma se basa en tres principios: eliminar residuos y contaminación desde el diseño, mantener productos y materiales en uso, y regenerar sistemas naturales.
De esta manera, la economía circular ofrece un marco de soluciones para abordar la causa de retos mundiales tales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el incremento de residuos y de contaminación. Así, la innovación es clave para el desarrollo de soluciones basadas en la economía circular, un tema que las empresas Schneider Electric, Sancor Seguros, Nestlé, Hilti y Ball Corporation están trabajando y desarrollando.
“Sabemos que aproximadamente el 80 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero se deben a la generación, la distribución y el consumo de la energía, y que el 60 por ciento de esa energía se pierde o se desperdicia debido a la manera en que la gestionamos hoy. Por esa razón defendemos la electricidad 4.0 como la solución para lograr un mundo más sostenible y resiliente”, comenta Edgardo Cuk, Director de Sustentabilidad y Proyectos Especiales de Schneider Electric. Agrega que “la electricidad 4.0 junto a la electrificación como vector para la descarbonización con lo digital, impulsando la eficiencia y eliminando el desperdicio de energía”.
Además, se espera ver seis veces más electricidad procedente de energías renovables para 2040, y aunque esto ayude a impulsar las transformaciones necesarias para alcanzar cero emisiones netas hasta 2050, los residuos eléctricos son un problema. “El crecimiento del consumo y la producción de artículos electrónicos son una de las principales razones por las que nuestros residuos están aumentando. En 2021, los seres humanos desecharon una cantidad estimada de 57,4 millones de toneladas de desechos electrónicos”.
El residuo de equipos eléctricos es un gran desperdicio, porque estos contienen metales y otros materiales que pueden ser recuperados y utilizados nuevamente, evitando las emisiones y los impactos de los procesos de minería. Así, la economía circular se plantea como uno de los caminos más adecuados y sustentables en el largo plazo.
¿Qué acciones están realizando para promover la economía circular?
Tenemos un plan de recursos que engloba a toda la cadena de valor y al ciclo de vida de nuestros productos: desde la compra de la materia prima utilizada en la producción hasta el fin de su vida útil. En este contexto, nos hemos planteado las siguientes metas para cumplir hasta 2025: en cuanto a materia prima, buscamos aumentar el contenido de material verde en nuestros productos al 50 por ciento; respecto a distribución, tenemos como fin asegurar que todos los empaques primarios y secundarios estén libres de plástico de un solo uso y utilicen cartón reciclado; y en lo respectivo al usuario final, buscamos evitar 420.000 toneladas métricas de consumo de recursos primarios a través de la recuperación de equipos al final del uso desde 2017. En cuanto a la gestión de residuos, nuestros centros de producción en Sudamérica avanzaron en los últimos cinco años con relación a la tasa de recuperación de residuos, la cual creció del 92 por ciento al 96 por ciento. Además, siete filiales en la región cuentan con la certificación Waste to Resource.
¿Cuáles son los desafíos para su avance?
Exige repensar la forma en que hacemos las cosas. Comenzamos por asegurarnos de que todo lo que hacemos estuviera diseñado siguiendo nuestro EcoDesign WayTM. Todos nuestros productos se desarrollan con perfiles ambientales e instrucciones de fin de vida para que podamos reciclar/restaurar/reutilizar. Además, teníamos que asegurarnos de incorporar la circularidad como uno de los cinco principales proyectos de transformación de la empresa que aborda la I+D y la forma en que nos relacionamos con nuestros clientes. Durante los últimos años hemos estado revisitando nuestro negocio observando la circularidad en los materiales que usamos (como el plástico reciclado), buscando que nuestros productos sean más circulares en la forma en que los diseñamos y los mantenemos, y trabajando con nuestros clientes para crear nuevas propuestas de valor y modelos de negocio.
La tecnología nos ayuda a rastrear los materiales que ingresan a nuestros productos, sistemas y propuesta de valor, y nos permite acompañar a los productos durante todo su ciclo de vida en el cliente. Esto garantiza que se puedan utilizar de la manera más eficiente posible para extender su ciclo de vida. Dar prioridad a la circularidad ha impactado de muchas maneras. Nos ha obligado a cambiar muchas cosas, la forma en que obtenemos nuestros recursos y en que diseñamos nuestros productos y la cadena de suministro.
“La economía circular se plantea como uno de los caminos más adecuados y sustentables en el largo plazo”, Edgardo Cuk, Director de Sustentabilidad y Proyectos Especiales de Schneider Electric.
“En el Grupo Sancor Seguros buscamos profundizar nuestros compromisos considerando la prevención y minimización de los impactos ambientales negativos, y la contribución a una vida saludable para las generaciones actuales y futuras” afirma Betina Azugna, Gerente de Sustentabilidad del Grupo Sancor Seguros, y agrega: “Para ello, tenemos el desafío y la aspiración de entender, medir y gestionar nuestro impacto ambiental con el objetivo de contribuir a la transición a una economía baja en carbono mediante la reducción del impacto directo de nuestras operaciones en el mediano plazo, y del impacto indirecto en el largo plazo”.
¿Qué iniciativas están realizando para promover la economía circular?
En relación a nuestros impactos actuales, desde hace algunos años, con el fuerte impulso que se le ha dado a la Póliza Electrónica, disminuyó considerablemente el consumo para la impresión de pólizas, y lo que se continúa produciendo como residuo de papel y cartón ya tiene un sistema bastante fluido para su reincorporación en la cadena de producción.
Si analizamos nuestra cadena de valor y producción, identificamos dos principales fuentes de residuos que debemos gestionar: los que producimos por nuestras operaciones diarias, en las oficinas y aquellos bienes siniestrados que ya no pueden repararse para nuestros asegurados, y a los cuales debemos darles una disposición final. En ambos casos, año a año vamos mejorando en buscar destinos sustentables para los diferentes residuos. El principal desafío es generar indicadores para tener un punto de partida.
¿Cuáles son las líneas de acción que llevan adelante respecto a la implementación de un sistema de Economía Circular?
Una de las líneas se basa en el tratamiento de residuos de las oficinas y bienes en desuso. Desde 2012 implementamos el programa “Compromiso con el Ambiente”, que tiene como objetivo la sensibilización, racionalización del uso de recursos y el manejo responsable de los residuos generados por los colaboradores como parte de la gestión diaria del negocio. En cada edificio se busca realizar la separación, registro y entrega a entidades de acuerdo a disposiciones locales que certifiquen su trazabilidad y correcta gestión.
Además de los residuos habituales como plásticos, papel y residuos orgánicos, producidos en los espacios de trabajo, a este grupo se suman los tonners de impresoras, los residuos patológicos de nuestros Centros Médicos Laborales y el equipamiento electrónico y mobiliario en desuso de las oficinas.
Algunos resultados son: 82.175kg de papel digitalizado para reciclar (7,6% de espacio liberado en el archivo); 53,63% de los residuos producidos en los espacios de trabajo de Sunchales fueron reciclados; 47 celulares en desuso entregados a Comunidad-RE para su revalorización; 1.487kg de cartelería en desuso entregados a Gea Sustentable para su reutilización; 5.992kg de residuos reciclados en las unidades de negocio que realizaron medición en el ejercicio (2.228 son de papel y cartón).
También trabajamos en el tratamiento de bienes recuperados de los siniestros. La disposición final de los elementos siniestrados (autos y electrónicos) es un tema que nos preocupa por la alta contaminación que pueden producir sus componentes en depósitos a cielo abierto, por ejemplo. Por ello, además de la reposición a nuevo del equipo o auto para nuestros clientes, buscamos dar un destino sustentable a los materiales que, por causa de un siniestro, quedan en desuso. Y si bien en algunas de nuestras oficinas está más sistematizados que en otras, cada año sumamos procesos y actores para una mejor sistematización y gestión de impacto.
En el caso de los autos con destrucción total, CESVI –entidad de la que somos socios fundadores- cuenta con un Centro de Reciclado de Vehículos Legales, el cual opera con procesos sustentables para manejar y tratar los vehículos que han tenido un accidente que resulta en su total destrucción, que sigue los lineamientos de la Economía Circular.
Y los residuos electrónicos (RAEE), derivados tanto de la gestión operativa como de los siniestros de algunas de nuestras oficinas, son entregados a diferentes instituciones que los gestionan de acuerdo a procedimientos avalados para la reutilización, reciclado y disposición final de partes, aprobados por los Ministerios de Ambiente de las provincias donde se gestionen. Asimismo, esas instituciones contribuyen a la integración de personas en situación de vulnerabilidad.
¿Qué estrategias implementan para reducir la generación de residuos?
Una de las iniciativas es la utilización de pólizas electrónicas, así como también el uso de herramientas electrónicas para nuestros clientes, canal de venta y prestadores.
También contamos con un Centro de Procesamiento de Documentación producida por la empresa y con impresoras de última generación que tienen soluciones como impresión doble faz, “impresión segura” (solo imprimen cuando el usuario se identifica), cancelación de impresiones no deseadas y eliminación automática de los documentos enviados a imprimir y no retirados.
¿Cuáles son los desafíos?
Tenemos la convicción de que un crecimiento económico sostenido solo es compatible con la minimización del impacto ambiental de nuestras operaciones. Por ello nos hemos fijado como prioridad en el corto y mediano plazo, asumir el compromiso de gestionar los riesgos y oportunidades del cambio climático, trabajando a partir de una estrategia clara que identifique los principales riesgos y áreas de impacto; estableciendo métricas y objetivos para la mejora continua; y sumando a toda la cadena de valor para amplificar el alcance de las acciones. Estamos dando los primeros pasos en este sentido, con la manifestación de voluntad pública y la propuesta de acciones con el fin de mejorar la gestión de los riesgos ambientales en general y el destino sustentable de los residuos en particular.
Otro de los ejes es medir la huella de carbono, tema que estamos analizando para ver por cuál proceso comenzar, dada la amplia presencia territorial de nuestra empresa, y la cantidad de actores involucrados en la cadena de valor. También estamos trabajando para sumar el compromiso general de todas las áreas de la empresa, llevar mediciones de nuestro desempeño ambiental más certeras, establecer objetivos de mejora en función de dichas mediciones y en la puesta en marcha de acciones para dar cumplimiento a los objetivos.
¿Cuáles serán las próximas innovaciones vinculadas a la economía circular?
Como nuestra empresa, por el tipo de actividad que desarrolla, no produce grandes cantidades de residuos, no podemos pensar en destinar recursos para tratarlos directamente. Por ello, la estrategia y las posibilidades de innovación en nuestro caso pasan por las alianzas que establecemos para lograr nuestro objetivo de minimizar impactos con los residuos generados. En tal sentido, fuimos sumando alianzas en el tratamiento de los residuos electrónicos (RAEE) y otros tipos de residuos de la operación (telas, banners, plásticos) que garantizan que la reincorporación de los mismos al circuito productivo sea cada vez más eficiente.
Para el tratamiento de residuos diarios, estamos haciendo una prueba piloto en algunas localidades, a través de ReAquila, una empresa de base tecnológica invertida por Sancor Seguros Impulsa -la incubadora de proyectos de triple impacto de nuestro Grupo- la cual creó una plataforma con enfoque medioambiental para la recuperación de empaques posconsumo.
Por otra parte, también pensando en incorporar aliados que trabajan con criterios de triple impacto, en el marco de nuestro eje de Negocios Inclusivos y el Programa “Compras con Impacto” elaboramos un Catálogo de Proveedores de Impacto, que incluye emprendimientos, empresas OSCs o cooperativas que desde sus modelos de negocio y gestión generan impacto social y/o ambiental positivo. Este catálogo se encuentra a disposición de todas las áreas de la empresa para que, ante la necesidad de compra de determinados productos, puedan elegir opciones más sustentables e integradoras.
Otro ejemplo es la acción que realizamos por segundo año consecutivo junto con la Asociación de Organizadores de Sancor Seguros (AOSS), con quienes nos sumamos a la campaña de impacto social “El Otro Frío” del Consejo Publicitario Argentino (CPA), que articula organizaciones de la sociedad civil como Fundación Espartanos, La Sachetera, Amigos en el Camino y Caminos Solidarios Argentina. Consiste en la recolección de sachets de leche y yogurt vacíos en distintos puntos de CABA y GBA, para reutilizarlos y transformarlos en protectores aislantes para personas en situación de calle. Los sachets vacíos son llevados al Penal de San Martín, donde integrantes de la asociación “Los Espartanos” (personas privadas de su libertad en proceso de reinserción) los transforman en protectores aislantes. Luego son distribuidos por integrantes de “Los Espartanos” que están en libertad y por voluntarios de la ONG Caminos Solidarios.
“En el Grupo Sancor Seguros buscamos profundizar nuestros compromisos considerando la prevención y minimización de los impactos ambientales negativos, y la contribución a una vida saludable para las generaciones actuales y futuras”, Betina Azugna, Gerente de Sustentabilidad del Grupo Sancor Seguros
“Promovemos la economía circular a través de nuestro programa de reciclaje, que consiste en la recolección de las cápsulas postconsumo para asegurar un tratamiento adecuado de estas y transformar los materiales en nuevos productos de valor agregado”, detalla Sol Fernández Ballart, Directora de Café de NESTLÉ® Argentina.
¿Qué acciones incluye el programa?
Los consumidores pueden participar a través de: los cestos de recolección de cápsulas de NESCAFÉ® Dolce Gusto® en las principales cadenas de supermercados ubicadas en AMBA; el retiro de cápsulas con la entrega del pedido on-line; y en cestos de recolección ubicados en los Puntos Verdes y Puntos Móviles de la ciudad de Buenos Aires. Esta última opción forma parte de un acuerdo con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a través de la Red de Economía Circular, que tiene por objetivo poder recolectar, en los puntos verdes del programa, materiales que actualmente no tengan un mecanismo de comercialización, reciclarlos y transformarlos nuevamente en objetos útiles. En cada punto verde hay disponible un contenedor para cápsulas plásticas, un contenedor de cápsulas de aluminio y una bolsa para recolectar envases de alimentos para mascotas. El ciento por ciento de los materiales recolectados se destinan a reciclaje con su correspondiente reinserción en la cadena de valor. En el caso de las cápsulas de café plásticas, se transforman en madera plástica reciclada y el café en compost.
¿Cuáles son los desafíos para su avance?
Estamos trabajando para incorporar nuevas áreas del país al programa de reciclaje. Siempre estamos buscando oportunidades para trabajar en conjunto con los distintos actores de la cadena de valor del reciclaje, generando una reconversión de los recicladores hacia la fabricación de nuevos productos con impacto social y ambiental. Tenemos una alianza con CEMPRE, a través de la cual estamos implementando buenas prácticas de gestión integral de residuos y soluciones de reciclaje en varios de los municipios en donde operamos, trabajando en colaborar en el aumento de la tasa de reciclaje, contribuir en el desarrollo de capacidades y concientizar y sensibilizar a la comunidad sobre estas temáticas a nivel local.
¿Cuáles serán las próximas innovaciones vinculadas a la economía circular?
Tenemos el objetivo de que el ciento por ciento de nuestros packaging sean reciclables o reutilizables para 2025, y, también, reducir el uso de plásticos vírgenes en un tercio en el mismo plazo. En este camino, nuestra estrategia de envasado tiene cinco pilares: reducir el uso de material de embalaje de plástico; desarrollar sistemas reutilizables y recargables para eliminar la necesidad de envases desechables; materiales de embalaje alternativos para facilitar el reciclaje: estamos colaborando con proveedores para desarrollar nuevos materiales y soluciones de embalaje; infraestructura de apoyo que ayuda a facilitar el reciclaje: tenemos la ambición a largo plazo de ayudar a detener la fuga de plástico al medio ambiente en todas nuestras operaciones globales; e impulsar nuevos comportamientos.
Por último, en 2018, Nestlé creó el Instituto Nestlé de Ciencias del Packaging, dedicado al descubrimiento y desarrollo de soluciones de embalaje funcionales, seguras y respetuosas con el ambiente. Se trata de un paso más para lograr el compromiso de la compañía de hacer que el ciento por ciento de sus envases sean reciclables o reutilizables para 2025.
“Tenemos el objetivo de que el ciento por ciento de nuestro packaging sea reciclable o reutilizable para 2025”, Sol Fernández Ballart, Directora de Café de NESTLÉ® Argentina.
“Hilti trabaja en el mercado de la construcción, tanto residencial como industrial, proveyendo soluciones que incluyen materiales y máquinas para estos proyectos. Naturalmente existen desperdicios de envoltorios de productos químicos, pero sobre todo máquinas y herramientas que con el tiempo se vuelven obsoletas”, comienza explicando Ignacio Guilenea, General Manager Hilti Argentina.
¿Qué acciones están realizando para promover la economía circular?
Tenemos una posición privilegiada al trabajar directamente en los proyectos con nuestros clientes. Estamos trabajando en un proyecto llamado justamente Circularity, que consiste en recuperar herramientas viejas de nuestros clientes y reaprovechar sus partes para nuevas herramientas, para realizar reparaciones y para el reciclaje de sus partes.
¿Cuáles son los desafíos para su avance?
Recuperar estas herramientas conlleva una logística articulada con nuestros clientes, partners y demás actores, no siempre es tan sencillo de realizar en nuestro país, pero ya tenemos experiencia de hacerlo en Europa y Norteamérica. Creemos que es cuestión de tiempo para que podamos hacerlo al ciento por ciento aquí en la Argentina y Latinoamérica.
Desde su experiencia, ¿cuáles creen que serán los materiales que se utilizarán o las próximas innovaciones vinculadas a la economía circular?
La utilización de resinas fabricadas con materiales reciclados y el uso de impresoras 3D para realizar partes y repuestos en lugar de tener que enviarlos físicamente son algunas de las aplicaciones que vemos que podrían implementarse en el mediano plazo, con una interesante reducción del desperdicio de materiales y también disminución en la huella de dióxido de carbono (menos transporte internacional).
“Estamos trabajando en un proyecto llamado Circularity que consiste en recuperar herramientas viejas de nuestros clientes y reaprovechar sus partes para nuevas herramientas”, Ignacio Guilenea, General Manager Hilti Argentina.
“El aluminio es el tercer elemento más abundante del planeta, y cuando se transforma en envases, es ciento por ciento e infinitamente reciclable. De hecho, los envases de aluminio son los más reciclados de la Argentina y del mundo, con una tasa de reciclaje del 79 por ciento y 71 por ciento respectivamente”, afirma Estevao Braga, Director de Sustentabilidad de Ball Corporation para América del Sur. “Así, nuestra industria casi no genera desperdicio de recursos naturales, ya que nuestros residuos de la producción de latas regresan a los proveedores para convertirse en nuevos envases, y nuestras latas se reciclan casi en su totalidad”, añade.
¿Cómo fomentan la economía circular?
En 2021 anunciamos nuestros objetivos de sostenibilidad para una economía circular en los envases para bebidas de aluminio para Argentina y todo el mundo. Estos ponen el foco en perfeccionar nuestra gestión responsable de los diferentes productos, con los que buscamos incrementar la concientización sobre el impacto social, creando valor para aquellas personas que los consumen en el día a día. Nuestro compromiso, guiado bajo el lema “Rumbo al círculo perfecto”, propone lograr cero emisiones para el año 2050 y la utilización del ciento por ciento de energía eléctrica renovable hasta el 2030. Para ello, promovemos alianzas con marcas de bebidas, minoristas, fabricantes de envases de aluminio para bebidas y los proveedores que elijan la lata como envase, que contribuyan a que los envases de aluminio sean los más reciclados del mundo y a alcanzar así un índice de reciclaje mundial de más del 90 por ciento (partiendo del índice actual del 71 por ciento) y un promedio global de contenido reciclado por envase de hasta un 85 por ciento. Actualmente, el aluminio reciclado usa solo 5 por ciento de la energía utilizada por el material virgen y las latas recicladas pueden volver al mercado en solo 60 días, como nuevas.
¿Cuáles son los desafíos para lograrlo?
El principal desafío es el de lograr tasas de recuperación más altas. Por este motivo, entre muchas iniciativas, el año pasado lanzamos el movimiento QUIEROLATA, que busca potenciar la lata de aluminio como el envase protagonista de un modelo de consumo más sustentable, transmitiendo los mensajes de sustentabilidad a los consumidores y contribuyendo a mayor educación y conciencia desde el punto de vista ambiental.