Una persona ciega, gracias a la asistencia de un perro lazarillo, puede ganar mayor independencia y seguridad. Hoy en día sólo 35 argentinos tienen esa posibilidad, es por ello que La Escuela de Perros Guías Argentinos (EPGA), viene trabajando desde hace más de 10 años en el entrenamiento de perros que colaboran en cuestiones de la vida cotidiana, desde salir a caminar marcando los obstáculos de la vía pública, rampas, sillas, escaleras hasta usar un trasporte público o realizar una actividad física.
La ONG realizó la 6ª entrega de perros a 6 ciegos, llegando a 20 lazarillos entregados por el programa, que contribuyen a mejorar notablemente su calidad de vida e integración social. Cualquier persona ciega, con un buen manejo del bastón blanco, puede aspirar a un lazarillo de la Escuela Argentina, siempre y cuando haya realizado el curso de orientación y movilidad, cuente con certificado de discapacidad, y otro certificado psicofísico donde se acredite que además no posee otra discapacidad que le impida manejar un perro.
Los 6 beneficiarios de los perros guía de esta entrega son:
- Miguel Salinas de 41 años, abogado trabaja de manera independiente y en el municipio de Florencio Varela, recibió a su perra Lady patrocinado por el Club de Leones Monte Grande.
- Agustina Di Masi de 22 años, que también recibió su perro Anubis, la guiara en su actividad de periodista, además es estudiante de Consultoría Psicológica. Perdió totalmente su visión a los 5 años.
- Brenda Martínez Barreto, ciega de nacimiento, de 24 años, estudiante de Derecho y empleada Municipal, recibe su perra Helen patrocinado por el Club de Leones La Plata Sur.
- Gastón Caviedes de 23 años, estudiante de Derecho de la localidad de La Plata, recibió a su perro guía Tarif, patrocinado por el Club de Leones La Plata Los Hornos.
- María Cecilia Rico de 53 años, abogada especialista en resolución de conflictos y mediaciones, perdió la visión total hace 3 años, es usuaria de la promoción de perros guía 2019, recibió a Kalem.
- El empresario Ecuatoriano Marcos Loyola de 47 años, ha venido a la Argentina para recibir su perro guía Thor, ha perdido su vista paulatinamente en un proceso que llevó 10 años, hasta quedar ciego.
Carlos Botindari, director de relaciones institucionales de EPGA, asegura “La escuela forma parte del Club de Leones de la Colonia Quilmes Oeste, miembros activos de Lions Clubs International, una organización social internacional que nuclea a un millón y medio de personas con vocación de servir a sus comunidades. Surgió en 2006 como un espacio de talleres para ciegos y disminuidos visuales y se consolidó a partir de 2010 como escuela para criar, seleccionar y adiestrar perros como lazarillos, cuando ya no se podían traer de Estados Unidos”
La organización entrena perros de servicio para ciegos (personas de distintas edades y con distintas patologías que las llevaron a una falta parcial o total de su visión). Hoy, gracias a la reputación y logros alcanzados, La Escuela de Perros Guía de Argentina es una de las 28 certificadas por la Federación Internacional de Perros Guía y la única en el país.
Los perros guía son por lo general Labradores Retriever o Golden Retriever porque poseen determinadas características en su contextura física y en su carácter que facilitan su entrenamiento y su labor. El entrenamiento de un perro lazarillo conlleva 2 años desde su nacimiento para después acompañar al ciego durante 8 años como fiel guía y compañero para luego transformarse en su mascota a tiempo completo.
Sin embargo, la responsabilidad de otorgar un perro guía a un ciego por parte de la Escuela no termina únicamente en el acto de entrega, sino que perdura a lo largo de toda su vida ya que, tras la “jubilación” del perro a los 10 años de edad, deberá ser reemplazado por otro ejemplar que asegure la continuidad de la independencia alcanzada por la persona ciega. Además, la EPGA asume la responsabilidad de asegurar el mantenimiento y contención del perro “jubilado” en caso de que no sea factible para el ciego realizarlo.
La ONG cuenta con el apoyo de Royal Canin®, desde el inicio del proyecto. La marca acompaña cada paso y celebra en conjunto con la escuela, cada logro alcanzado desde sus inicios en Argentina, asegurando además la alimentación de los perros tanto de los presentes en la escuela como la de los 20 beneficiarios, que acceden a un descuento especial para la compra del alimento específico de su lazarillo, facilitando de esta manera que los perros puedan continuar con un programa de alimentación de alta calidad.
