Que nos encontramos en un momento bisagra respecto a movilidad ya no es novedad, y la premisa que afirma que el futuro ya llegó puede verse en el desarrollo y la filosofía de Etia Charge, la compañía responsable de los primeros cargadores fabricados en el país para vehículos eléctricos.
La empresa despliega su actividad bajo el lema “Hacemos posible el mundo que siempre quisimos”, lo que, naturalmente, va de la mano con la afirmación de su Director, Cristian Carrea Diehl, respecto a la necesidad de no quedarse de brazos cruzados esperando que las cosas pasen, sino todo lo contrario, porque es fundamental informarse y tomar acción para que el cambio deje de ser algo abstracto y se plasme en la realidad.
-¿Cómo surge Etia?
-Soy un convencido de que al futuro hay que construirlo, no nos podemos quedar esperando que las cosas pasen, y justamente desde Etia promovemos el siguiente lema: “Hacemos posible el mundo que siempre quisimos”. Desde el equipo consideramos que todas las personas tenemos una responsabilidad con el medio ambiente. Sobre estas bases surge la compañía.
Pero yendo puntualmente al momento en que nace Etia, debo remontarme a hace ocho años, cuando en un viaje a Inglaterra vi por primera vez un cargador eléctrico, y convencido de que la movilidad eléctrica reemplazaría a los combustibles fósiles, pero lógicamente dentro de un proceso de tiempo, pensé en lo bueno que sería participar del cambio, aportar mi granito de arena para la construcción de un modelo distinto.
Lo primero que hice fue estudiar el mercado y ver qué estaba sucediendo en materia de movilidad eléctrica. En Europa todavía había muy pocos autos, era un terreno incipiente y aún no se consideraba que el cambio fuese posible, de hecho, mucha gente aseguraba que no se iba a dar nunca. En el camino me tocó explicar que este cambio es una realidad, hasta que dos años después de comenzar mi recorrido me di cuenta de que ya no era necesario tratar el tema desde cero. Las personas estaban cada vez más informadas y el movimiento se empezaba a ver más fuerte.
-¿Cuál fue el primer paso?
-Primero analizamos cómo desarrollaríamos el corazón de este proyecto, por lo que estudiamos el producto y la manera de fabricarlo. Así, luego de llevar adelante un concurso a nivel global, comenzamos a trabajar con un ingeniero con base en el exterior que, a su vez, está en constante comunicación con el equipo local. De esta manera armamos el corazón del equipo. Después teníamos que armar la caja y las piezas restantes, entonces empezamos a diseñar.
-¿En qué instancia se encuentran hoy?
-Estamos trabajando fuertemente para que, en aproximadamente seis meses, podamos inaugurar nuestra planta, que será a su vez la primera planta con la capacidad de fabricar 200 cargadores eléctricos de forma diaria.
-¿Qué significa esto para el equipo?
-El cambio es gradual pero constante. Hoy podemos ver cómo muchos países han adoptado diferentes políticas de Estado que promueven el movimiento hacia la energía renovable. Uruguay es un ejemplo muy claro, tiene una política energética destacada. Los cambios pasan y son disruptivos, así como lo fue el celular que hoy tenemos en el bolsillo, entre tantos miles de ejemplos. La movilidad eléctrica es uno de esos cambios, inevitable y necesario, una realidad que es presente y es futuro. Y nos enorgullece ser parte de este nuevo paradigma.
-Que es, a su vez, un proceso de aprendizaje y descubrimiento…
Exacto. Así como los chicos tienen una conciencia de uso del agua en las casas mucho más profunda que la de los adultos, y aprendemos de ellos, o también como los supermercados ya no te dan bolsas de plástico, cambiando así una costumbre de años que era necesario erradicar… todo se trata de cambios graduales. La movilidad eléctrica es también parte de un futuro que ya está aquí.
-¿Cómo son los tiempos de uso de un cargador eléctrico?
-El tiempo de carga promedio de un cargador de uso hogareño, de 7 kw, es de seis horas para una carga de 300 km, es decir que por la noche uno podría cargar el 100 por ciento de la batería.
Respecto de las redes públicas de carga, como el formato en el caso del auto particular es propicio para su utilización en el hogar, las redes de carga son importantes para los vehículos de tipo transporte público, que tienen un recorrido mucho mayor, por lo que aprovechan cada punto en el que se detienen para recargar.
-¿Cuál es la proyección de presencia tanto nacional como regional en la que están trabajando?
-Los cargadores que estamos en proceso de fabricar son principalmente de uso hogareño, y se van a vender en toda la extensión de nuestro país. Asimismo, tenemos pensado exportar a la región concentrándonos en Brasil y Estados Unidos.
-¿Cómo están segmentados los cargadores Etia?
-Se diferencian por su capacidad de carga, que está vinculada al tiempo que lleva cargar. También depende del vehículo y la cantidad de carga que permite. Nosotros trabajamos con los siguientes segmentos: Etia Comercial, Etia Pública y Etia Hogar.
-¿Cómo nos podrías describir el segmento Etia Hogar?
-Se trata de cargadores para vehículos particulares. La potencia es de 7 a 11 kW y, además, cuentan con protección contra corriente residual, un cable de carga de cinco metros con aislación de silicona ignífuga aprobado por TUV, un indicador de led con tres colores y pulsos, wifi y control por voz Alexa y soft de gestión centralizada opcional.
-¿Qué especificaciones poseen los cargadores destinados a uso de empresas y vía pública?
-Estos cargadores tienen que ser más potentes, por lo que es necesaria una capacidad de 11 a 22 kW. En el caso de Etia Pública, se trata de cargadores verticales de doble boca que resisten la corrosión, las sales marinas, la lluvia y las temperaturas extremas. Tienen un exclusivo soft DLM (Dinamic Load Management) de administración total centralizada que permite cargas balanceadas por toma según demanda.
Respecto a EtiaComercial, el cargador cuenta con cables de carga de cinco metros y también soft DLM.
-¿Qué nos podés contar de Etia App?
-Estamos desarrollando la primera aplicación en la región con la que el usuario podrá saber cuáles son los puntos de carga disponibles, cuánto tiempo de carga se recomienda según la reserva que queda, también brindará informes en el caso de uso corporativo para delinear datos necesarios sobre la flota.
-¿Con qué empresas están trabajando actualmente?
-Nuestros cargadores están, por ejemplo, en el Hotel Hilton de Buenos Aires. También ARSAT es uno de nuestros clientes, al igual que Mercado Libre y Fast Track. Además, estamos instalando cargadores en el Parque de la Innovación en la ciudad de Buenos Aires.
-Hace poco tiempo anunciaron la introducción del primer autobús autónomo en la región…
-Efectivamente. A partir de una alianza con la empresa francesa Gaussin Macnica Mobility (pionera en sistemas de conducción autónoma), recientemente realizamos la introducción del primer autobús autónomo en Latinoamérica. Este es un logro innovador que marca un paso significativo en la adopción de tecnologías de vanguardia en la región. El autobús autónomo es marca Navya, y fue presentado en el Parque de la Innovación de la ciudad de Buenos Aires en el contexto del lanzamiento de la Plataforma de Investigación de Movilidad Urbana, una iniciativa que será desarrollada por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA). Como parte de esta colaboración innovadora, el autobús realiza recorridos exclusivamente dentro del predio para que los visitantes puedan experimentar cómo funciona el vehículo que marca un hito en la región y brinda un vistazo al futuro del transporte en América Latina.
-¿Tienen alguna política respecto a la segunda vida del producto?
-La idea es que, una vez que el usuario deba descartar el cargador, nos traiga el producto y nosotros nos ocupamos de gestionar su segunda vida. Esto es también una manera de ser responsables no solo con el producto que estamos ofreciendo, sino también con su gestión en la etapa de obsolescencia. Es economía circular.
-¿Cuáles son los principales desafíos técnicos que ves para que la movilidad eléctrica sea un hecho?
-Es importante optimizar las baterías, algo en lo que se está trabajando en el mundo. La realidad es que, si me preguntás donde está el punto sensible, es aquí, en las baterías y la necesidad de mejorarlas para que alcancen un nivel más competitivo. Seguramente en algunos años esto sea posible. Como hablamos antes, se trata de un proceso que lleva tiempo, pero que está en buen camino.
-¿Cuáles son los objetivos 2024?
-Buscamos poner la planta en funcionamiento. También exportar cargadores a Brasil y Estados Unidos. Y continuar con el desarrollo de un distribuidor con el que estamos trabajando en Hawái. Nuestro objetivo es seguir trabajando y creciendo en pos de lo que nos mueve: un futuro responsable que debe empezar hoy mismo.