“La responsabilidad social mejora la rentabilidad”

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Christopher Jones, CEO del Grupo Ta-Ta, pone el foco en una política cercana a las comunidades, con precios bajos y donde la mayoría de su personal está compuesto por mujeres que llegan a puestos gerenciales.

¿Cuál es el objetivo de Ta-Ta en este momento?

Estamos con un espíritu de transformación muy centrado en el cliente. Aprovechamos la fuerza de la marca Ta-Ta afianzada en la tradición familiar, para posicionar más su imagen como supermercados. También nos propusimos bajar el costo de vida del Uruguay. Nuestra política de “precios bajos siempre” nos llevó a que hoy seamos el operador de precios más bajos del país, según los indicadores. Para ello apostamos a la eficiencia, por ejemplo, a través de la renovación tecnológica, lo que nos representa ahorros. Esto nos permite bajar los precios al consumidor. Además, si vendemos a precios bajos, vendemos más cantidad.

¿Qué tecnología están implementando?

Una muy potente, de clase mundial, con algunos desarrollos locales. Nuestro departamento de tecnología pasó de contar con 17 personas en 2017 a 60 en 2019. La nueva tecnología nos permite tener mucha información de nuestros clientes a través de algoritmos de inteligencia artificial, lo que nos llevó del marketing tradicional al targeting más personalizado. Sabemos, por ejemplo, cuándo una clienta debe cambiar el tamaño de pañal de su bebé o cuándo hacerle llegar ofertas a un niño de objetos de su interés.

También inauguraron un supermercado que no requiere personal en las cajas, algo que, tenemos entendido, es valorado mucho por la comunidad cercana. ¿Cómo funciona?

Es el primero en su tipo en el Río de la Plata. Está ubicado en la zona de Maroñas, en Montevideo, y posee tecnología eficiente. Las góndolas de frío son de bajo consumo, las balanzas son de autoservicio, el cliente puede escanear los códigos de barras de la mercadería y pagar automáticamente en las autocajas. También usamos bolsas de compras ecológicas. Seguiremos replicando este modelo en otras sucursales del país.

¿Qué están haciendo específicamente en materia de responsabilidad social empresarial?

Nos han reconocido por ahorrar energía, por ser un empleador igualitario y por la cantidad de colaboradores con capacidades diferentes que hemos incorporado, que son unas 30 personas que están trabajando en la central de distribución, luego de un período de capacitación. Queremos seguir profundizando en la política de inclusión. Eso nos llena de orgullo. En lo interno, queremos ser “el mejor lugar para trabajar”. Si los colaboradores están contentos, también logramos mejorar el servicio al cliente. El 75 por ciento de los empleados son mujeres, y la mayoría de ellas son madres. Al emplearlas, impactamos en forma favorable en la comunidad. De hecho, nos proponemos impactar positivamente en todas las comunidades donde operamos, con una moral alta y sin perjudicar el medio ambiente. Al tener una política de precios bajos, mejoramos la calidad de vida de las familias uruguayas. También queremos ser el mejor lugar para invertir, que nuestros fundadores y accionistas sigan apostando a lo que hacemos.

¿En qué grado las mujeres llegan a posiciones ejecutivas en la empresa?

Llegan a altos cargos. En las gerencias de los locales, la mayoría son mujeres. Además, el 95 por ciento de las gerencias son ocupadas por ejecutivos que comenzaron como reponedores o cajeros, y han hecho carrera en la empresa.

¿Las políticas de personal se ajustan a las características de un personal mayoritariamente femenino o no necesariamente?

Tenemos flexibilidad horaria y contamos con salas de lactancia en todos nuestros locales. Procuramos que exista un balance entre la vida laboral y familiar o personal de nuestros colaboradores.

¿Qué han hecho en materia de ahorro energético?

Toda nuestra iluminación es led, el total de las heladeras tiene puertas, por lo que consumen 50 por ciento menos energía. Hemos colocado tecnología de monitoreo remoto en los sistemas de refrigeración, lo que nos permite atender desde la central el comportamiento del equipamiento en todo el país. Si algo falla o se pierde demasiada energía, tomamos los recaudos inmediatamente.

¿Cuál es la política de desechos del grupo?

En enero de este año se aprobó una ley en Uruguay que reglamenta el uso sustentable de las bolsas plásticas. Nuestros clientes comenzaron a cambiar sus hábitos. Estamos trabajando con nuestros proveedores para recurrir más al cartón y no tanto al plástico. Cuanto más podamos reciclar, mejor. Pero todavía tenemos un largo camino por recorrer en ese sentido.

Con frecuencia donan juguetes al Hospital Pereira Rossell y otras instituciones, ¿verdad?

Sí, realizamos operativos de donaciones en múltiples entidades. Como operamos en todo el territorio, procuramos desarrollar algún programa de ayuda en las distintas comunidades. Lo más importante son las donaciones de dinero que hacemos a través de las campañas de nuestra Tarjeta Plus, que es una tarjeta o sistema de acumulación de puntos con las compras. Pero la verdad es que no queremos hacer alarde o publicidad de estas donaciones.

Resumiendo su trayectoria, ¿cuáles han sido sus principales logros en materia de responsabilidad social empresarial?

Concientizar a los distintos equipos con los que me tocó trabajar sobre la importancia del impacto social que generamos, mostrarles que esto no solo es un negocio para hacer dinero, sino que hay un resultado sobre las personas. La gente mejora su calidad de vida en torno a lo que ofrecemos como empresa, y crecen tanto los empleados como los clientes y las comunidades donde operamos. Mi principal logro fue elevar esa vara a favor de la responsabilidad social e influenciar a los equipos en esa línea.