La sustentabilidad y el reciclaje también es cosa de niños

El 15 de octubre tiene lugar el Día de Acción Global sobre Educación para el Consumo Sustentable, una iniciativa impulsada por la organización Consumers International, con el fin de promover la integración de la enseñanza de consumo sustentable en los planes curriculares formales de las escuelas de cada país.

Cambio climático, reciclaje y desarrollo sostenible, son solo algunos de los conceptos que hoy en día se han instalado en la opinión pública con el fin de mejorar las condiciones de vida de las futuras generaciones. Pero ¿cómo involucrar a los niños en este proceso? ¿Cómo podemos enseñarles a adoptar prácticas amigables con el medio ambiente?

En este sentido, en los últimos años se han incluido y remarcado estos temas en los programas de los jardines y también en la educación primaria y secundaria, con el objetivo de generar conciencia ambiental en las nuevas generaciones. ¿La razón?

Según el ranking confeccionado por la Comisión sobre Desarrollo Sostenible, que incluye a 180 países, la Argentina ocupa el puesto 117 en sustentabilidad, tomando como indicador el exceso de emisiones de dióxido de carbono (CO2) por persona.

El triángulo del reciclaje, con sus tres flechas, representa las fases del proceso de reciclaje: reducir, reutilizar y reciclar. Lo cual quiere decir “reducir la cantidad de basura que se desecha cada día, reciclar los materiales y reutilizar los objetos”.

Ahora, ¿cómo podemos llevar a cabo este proceso desde el hogar y con las nuevas generaciones? María Fernanda Díaz, Líder Pedagógica de la empresa de tecnología para la educación, Colegium, comparte algunos tips para fomentar en los niños el compromiso con el medio ambiente, empezando desde casa:

Reciclen juntos: Revisen los objetos que desecharon y piensen si es posible reciclarlos. Por ejemplo, hay cajas que pueden ser bellos porta lápices y también algún jean que ya no quede bien se puede transformar en una falda. Además, hacer manualidades con objetos reciclados despierta la curiosidad y la imaginación.

Fomentar buenos hábitos: Tales como cerrar bien la canilla luego de lavarse las manos o la cara, apagar las luces al salir de alguna de las habitaciones y abrir las ventanas para aprovechar la luz natural.

– Enseñarles a separar la basura en distintos cestos según su material: Este pequeño gesto es una de las formas de incentivar a los niños y las niñas a generar costumbres más sustentables. Adornar los basureros con colores, creando una especie de cara e indicando que son pequeños seres que “comen” distintos tipos de basura puede ser motivante en el aprendizaje de reciclar.

 – Invitarlos a admirar y conocer cómo funciona la naturaleza: Es posible que hoy en día se encuentren en casa, por ende no tengan la posibilidad de salir a admirar la naturaleza. En ese caso, se puede cuidar una planta o plantar un pequeño huerto en casa, aprendiendo el paso a paso para ello. Si no tienen muchos materiales, pueden comenzar con un poroto o lenteja en un vaso o plato.

Skip to content