La Unión Europea (UE) presentó una propuesta para reducir los residuos de envases en un 15% para 2040 por Estado miembro per capita respecto a 2018. Además, la propuesta busca la introducción de un sistema de certificación para la absorción de emisiones de CO2.
Las nuevas medidas fueron presentadas por el vicepresidente para el Pacto Verde, Frans Timmermans, y el comisario europeo de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, en el marco del paquete sobre economía circular.
En este sentido, Bruselas alertó del impacto que suponen los envases para el medioambiente, ya que las emisiones de dióxido de carbono que proceden de esta fuente igualan a las de un país mediano de la UE, donde en 2020 se generaron 177 kilos de residuos de envases por persona, lo que supone una cifra total de 79,3 millones de toneladas en los 27 Estados miembro.
La propuesta incluye objetivos obligatorios de reutilización o rellenado en sectores como el comercio minorista y la restauración y la implantación de un sistema de devolución de botellas de plástico y latas de aluminio.
De lo que se trata con este nuevo plan, remarcó Sinkevicius, es de reducir los envases al “mínimo necesario”, como por ejemplo, en el caso de la fruta y verdura frescas. “Lo que se necesita son bienes, no residuos”, concluyó.
En paralelo, una de las ambiciones de Timmermans es que para 2040 todos los cafés para llevar se sirvan en envases reutilizables y rellenables, es decir, que cada usuario utilice su propia taza, vaso o botella.
También se establecerán normas a escala de la Unión Europea (UE) sobre el exceso de envases y espacio vacío máximo permitido en los envases del comercio electrónico.
Los residuos de envases son perjudiciales para el medioambiente ya que generan emisiones de dióxido de carbono similares a las de un Estado miembro de pequeño o mediano tamaño, por lo que, como medida complementaria, la Comisión también ha planteado la introducción de un sistema que certifique la eliminación de emisiones.
“Ahora mismo es imposible reducir nuestras emisiones de gases a cero, por lo que necesitamos fomentar la absorción de emisiones”, subrayó Timmermans.
Para garantizar la calidad y la comparabilidad de las eliminaciones de carbono, la norma que ha propuesto la Comisión establece que las actividades de absorción deben medirse con precisión y aportar beneficios inequívocos para el clima.
Además, los certificados estarán vinculados a la duración del almacenamiento de carbono para garantizar que este sea permanente.