La subsecretaria de Economía del conocimiento de la Nación habló con PRESENTE sobre el balance de 2021 y los desafíos y programas que afrontará durante 2022.
Desde hace una década María Apólito se desempeña en la gestión pública vinculada a la ciencia y tecnología, lo que la convierte en una referente del sector. Licenciada en Ciencia Política (Universidad de Belgrano), especializada en Gestión de Políticas Públicas (FLACSO) y Máster en Gestión y Comunicación de la Ciencia y Tecnología (Universidad de Salamanca), está a cargo de la Subsecretaría de Economía del Conocimiento, dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación.
Con ella pudo conversar PRESENTE sobre los desafíos y programas recientes de su gestión y lo que se espera en su área para el año que comienza.
– ¿Cómo evalúa el impacto del programa Soluciona en las empresas del sector?
– La línea Soluciona fue la primera que lanzamos en pandemia, cuando creíamos que desde la economía del conocimiento teníamos que aportar nuestro grano de arena a la reconversión de algunas empresas. Muchas han tomado el Soluciona para incorporar nuevas tecnologías y otras, que ya venían realizando actividades de la economía del conocimiento, han logrado superarse y generar nuevos proyectos innovadores. El programa nos ha dado muchísimas satisfacciones. Fue una línea que superó ampliamente las expectativas, porque se presentaron mil setecientos proyectos. Fue un desafío evaluarlos, seguir toda la tramitación. Hicimos comisiones de evaluación interdisciplinarias, porque los temas son muy diversos. Fue un aprendizaje para el ministerio, para nuestra subsecretaría, y creo que las empresas lo han tomado muy bien. Las ciento ochenta entidades, entre empresas, universidades, cámaras y cooperativas que han tenido el Soluciona ya lo tienen en marcha, han adquirido equipamiento, han contratado gente. Muchas de ellas tienen expectativas de exportar a partir de este proyecto, o de tomar nuevo personal. Lo vemos con un ejemplo concreto en el Grupo Maggio, cómo han adquirido equipamiento y cómo han logrado incorporar gente para llevar adelante estos proyectos. Fue un programa sumamente virtuoso y se han otorgado dos mil millones de pesos de subsidios a distintos tipos de entidades.
– ¿Qué nos puede decir del programa Soluciona verde?
– Hoy está en evaluación. Se enmarca en el plan de desarrollo productivo verde que ha lanzado el ministro Matías Kulfas. Lo que buscamos es que, a partir de la economía del conocimiento, los procesos productivos sean más amigables con el medio ambiente y más sustentables.
– ¿Qué balance hace del trabajo de la Subsecretaría el año pasado?
– Fue un 2021 muy productivo. Hemos lanzado ocho programas con distintas líneas de financiamiento, muchos de ellos ya están cerrados y han sido ejecutados. Alrededor de casi siete mil millones de pesos fueron adjudicados en aportes no reembolsables a distintas empresas a través de los programas. Tenemos más de cuatrocientas empresas inscriptas en la Ley de economía del conocimiento en siete meses. Eso también es un récord. Calculamos que la Ley de software, que fue la antecesora de esta, luego de quince años de vigencia tuvo en su pico quinientas empresas. Nosotras en siete meses tenemos casi cuatrocientas veinte empresas inscriptas y otras tantas en evaluación. Lanzamos Argentina Programa, una capacitación para lenguajes de programación, que es una política pública que tiene muchísimas virtudes, porque buscamos cubrir una brecha que hay en el mundo del software sobre los perfiles que necesitan estas empresas. De esta manera, lo que hacemos es capacitar a chicos y a chicas para que puedan tener un empleo de calidad y en blanco en una empresa que está buscando constantemente personal.
– ¿Qué desafíos tienen para este año?
– Primero, sostener todos estos programas, mantener la actividad que tuvimos en 2021. También profundizar la internacionalización, porque creemos que hay mucho potencial en las empresas de la economía del conocimiento para que empiecen a trabajar con mercados externos. Tenemos muchísimas expectativas en este tema, no sólo en el software, sino en la biotecnología, en la industria satelital. Y el desafío más importante es la retención de los talentos argentinos, que la gente se quede en el país porque la economía del conocimiento, para crecer, necesita de los recursos humanos capacitados que las universidades habitualmente lanzan a la sociedad y al mercado laboral. El desafío es precisamente retenerlos a través de proyectos que los entusiasmen, con sueldos de calidad para que puedan desarrollarse en nuestro país y colaborar con el crecimiento de las empresas.