Mariana Gallo, Gerenta General de PepsiCo Bebidas para Argentina y Uruguay: “El principal desafío es balancear el corto y el largo plazo”

El sistema alimentario es uno de los principales lugares desde donde se puede influir en el bienestar del medio ambiente y de la sociedad. Como una de las mayores empresas de alimentos y bebidas del mundo, PepsiCo entiende que este sistema necesita una reparación urgente en todo el mundo. Desde el cambio climático hasta la desigualdad, el aumento de la acción en la próxima década es clave. Mariana Gallo, Gerenta General para Argentina y Uruguay de la división Bebidas de PepsiCo, habla en esta entrevista con PRESENTE acerca de las acciones que PepsiCo realiza para liderar esta transformación: “Reconocemos que, al ser mejores, cambiamos a la gente, al planeta, y nos convertiremos en una compañía más rápida, más fuerte y más resiliente”, afirma. Licenciada en Comercialización en la Universidad de Palermo, Mariana cuenta cómo se trabajan estos parámetros desde su actual puesto en la empresa.

 

¿Cómo comenzó tu carrera en PepsiCo?

Empezó hace más de 15 años. Entré en la compañía siendo muy joven, a los 21, como asistente de Ventas. A través de los años fui creciendo, pasé por varias áreas, con una visión de casi 360 grados, hasta que llegué a mi cargo actual: responsable del negocio de Bebidas para Argentina y Uruguay.

 

¿Cuáles creés que son los mayores desafíos de tu puesto?

Hoy la Argentina en sí representa un desafío. Uruguay es un país más estable. El principal reto hoy en la Argentina es balancear el corto y el largo plazo. Muchas veces, la agenda del día a día nos lleva a pensar muy en el corto plazo, pero el futuro también viene pronto. Por eso, hoy mi responsabilidad, y mi principal desafío, es balancear esto. Decidir, junto al equipo, cuáles son las bebidas del mañana que tienen que empezar a hacerse hoy. Equilibrar las acciones en el corto plazo, la demanda de la Argentina del día a día con las de largo plazo es el primer desafío este año y los años siguientes seguramente.

¿Podés describirnos un poco cómo funciona PepsiCo hoy?

Hoy en PepsiCo somos 1300 personas aproximadamente. Tenemos dos divisiones de negocios: Alimentos y Bebidas. El negocio de Alimentos es operativo; somos responsables de la planta, de la gestión de ventas, del back office. El de Bebidas es una franquicia. Tenemos una relación muy importante con un socio local, que es Cervecería y Maltería Quilmes. Ellos envasan nuestros productos y los distribuyen. Nosotros, como PepsiCo, vendemos el concentrado y les cedemos las marcas y la utilización de ellas. Es un equipo muy diverso. Algunas de las 1300 personas que trabajan cumplen roles en ambas divisiones y otras tienen roles específicos para cada una.

 

Te recibiste de licenciada en Comercialización en la Universidad de Palermo, pero antes fuiste bailarina. ¿Qué motivó tu cambio profesional y qué herramientas de tu anterior profesión pudiste aplicar en tu actual cargo?

Qué difícil… Siempre la pregunta personal termina siendo la más complicada. En mi vida antes de PepsiCo fui bailarina profesional de tango. Empecé bailando clásico y otro tipo de danzas, hasta que la vida me cruzó con el tango. Estuve trabajan[1]do en Portugal. Había hecho una base en Lisboa que me permitía bailar en diferentes ciudades de Europa. Esa era una vida de artista, lo que significa que las cosas se van programando a medida que pasan, y pasan muy rápido. El largo plazo para ese tipo de vida es difícil, sobre todo siendo mujer y sobre todo siendo bailarina de tango. Obviamente, todo lo que es creatividad está innato en cualquier artista. Una persona que hace todos los días lo mismo no es una verdadera artista; necesita esa fase de creatividad constantemente. Yo creo que tanto la disciplina como la creatividad son las herramientas que hoy más aplico en mi vida profesional. En algún momento tuve que elegir entre esa vida más osada y menos planificada y una vida corporativa. Le tenía miedo sobre todo al momento de formar una familia y ser mamá, por lo que implicaban los viajes, las giras; y elegí la vida corporativa. Hoy, con el diario del lunes, puedo decir que me fue bien, pero en su momento opté por lo que más seguridad me daba. Admiro muchísimo a las mujeres bailarinas que eligen el baile como carrera, pero la vida de la bailarina es como la del futbolista: en un momento se corta, y se corta muy temprano, lo que puede ser muy duro. Pero hoy me acuerdo de aquellos años con mucho positivismo. Todo lo que funcionó en esa vida de artista lo aplico en el mundo de los negocios.

 

¿Qué acciones lleva a cabo PepsiCo con respecto a la responsabilidad social empresaria?

Hoy PepsiCo tiene un programa global que se llama Pepsico Positive, que se implementa en toda Latinoamérica y en la Argentina en particular. A modo de síntesis, el programa plantea acciones en la empresa para ser mejores, para que nuestra huella tanto en el planeta como en las personas sea mejor. Es un pensamiento que llamamos end to end. Queremos que, desde la primera etapa de la cadena de valor hasta la última, todo sea mejor y positivo. Desde la plantación de la papa hasta qué productos llegan a las góndolas y cómo llegan, todo eso tiene que ser mejor, para que la compañía sea sustentable en el futuro y el paso que tenga en el mundo y las personas sea mejor. Con esto, no solo somos sustentables, sino que inspiramos a las demás compañías y pymes, que miran las mejores prácticas de las corporaciones. Se trata de una transformación de punta a punta en las operaciones para generar valor sostenible a largo plazo. Tiene tres pilares que impulsan acciones y objetivos que elevan el estándar de la industria hacia 2030: Positive Agriculture (agricultura positiva), Positive Value Chain (cadena de valor positiva) y Positive Choices (elecciones positivas).

 

¿Y puntualmente para el negocio de Bebidas?

En este sector estamos trabajando muy fuerte en la agenda de reducción de plásticos y en la de reducción de azúcares. En cuanto al plástico, todas las botellas de Pepsi de 500 ml, en sus variedades Regular y Black, y las de 7up de 500 ml Regular y Sin Azúcar, son realizadas a partir de otras botellas. Esto muestra el compromiso de la compañía por impulsar la economía circular y reducir los residuos plásticos. Queremos que nuestros empaques no se conviertan en desechos.

Con respecto a la reducción de azúcares, lanzamos recientemente Gatorade Sin Azúcar, que era algo que el público nos pedía y teníamos en el portafolio. Esta nueva versión de Gatorade brinda hidratación, electrolitos y vitaminas B3 y B6 sin calorías ni azúcares, por eso es un aliado para quienes realicen actividad física. Quisimos ofrecer un portafolio de soluciones que se adapte a las necesidades y los modos de entrenar de las personas. Buscamos que Gatorade sea una marca que acompañe a todos los atletas, tanto a los profesionales como a los amateurs.

 

¿Qué otras acciones hay de PepsiCo Positive?

Hay otro proyecto muy interesante en la Argentina que ya está en el país hace muchos años, y lideré yo, que es el retornable. Tenemos un producto que se llama “RECO” (“RE” de retornable y “ECO” de ecología): uno va al punto de venta con su botella de plástico –que normalmente tiraría a la basura–, ellos se la devuelven al camionero y luego la botella pasa por un proceso de reciclaje en una planta en la que se convierte nuevamente en botella. De esa manera, el consumidor tiene un producto retornable y más barato por litro. Cada vez que compra un envase RECO, se lleva una botella totalmente nueva.

 

¿Qué nos podés decir acerca de las acciones de paridad de género para 2025?

Esto es lo que más me gusta, porque yo me siento parte y responsable de esa agenda. PepsiCo se puso como meta cuantitativa y medible que, en 2025, del equipo de liderazgo el 50 por ciento sean mujeres (en la Argentina hoy ese porcentaje es del 43 por ciento, así que estamos cerca). Es una agenda muy importante, porque tiene muchos cambios orgánicos en la compañía. Y para eso, contamos con muchos programas en ejes como flexibilidad (soft landing, flex place, licencias extendidas de maternidad, etc.). Para esa etapa donde la mujer se transforma en madre, que es un momento crítico, donde esa cuidadora primaria toma la decisión de enfocarse en el niño, PepsiCo tiene políticas para acompañarla. También hay programas de atracción y retención de talento (mentorías, programas específicos para aceleración de desarrollo, etc.), pero sobre todo hemos trabajado mucho en el aspecto cultural: no hay puestos tabú para mujeres en PepsiCo.

 

¿Qué es Mujeres con Propósito?

Creemos que de nada sirve llegar a la paridad y que eso no se refleje en el mercado. Mujeres con Propósito es un programa que llevamos adelante en Latinoamérica, en alianza con FUNDES [una organización internacional que promueve el desarrollo competitivo de las micro, pequeñas y medianas empresas en América Latina], donde capacitamos a mujeres emprendedoras. Les brindamos herramientas de liderazgo y de management para que su negocio pueda prosperar. Yo doy charlas, al igual que otras mujeres de PepsiCo. Lo que nos orgullece de este programa es que les per[1]mite a las mujeres encontrar nuevas oportunidades de crecimiento personal, desarrollo profesional y negocios; y abrir puertas a construir grupos con otras mujeres líderes, además de dar nuevas oportunidades de trabajo. Se puede anotar cualquier mujer emprendedora de todo el país, no hay restricciones geográficas, ya que es on-line. Busca llegar principalmente a mujeres vinculadas con la cadena de valor comercial de PepsiCo: dueñas o empleadas de pequeños comercios, almacenes y kioscos.

En la Argentina, la primera edición se realizó en 2017, y hasta la fecha más de 2000 mujeres ya fueron certificadas. Quiero aclarar que, para nosotros, la paridad no es solo de géneros, sino de todas las personas. Una empresa y un país van a ser mejores si hay diversidad, si pensamos diferente y tenemos empatía, cedemos, escuchamos. Las ideas superadoras se convierten en mejores acciones para nuestros productos, mejores marcas y mejores procesos. Creemos que la inclusión nos hace mejores. Esperamos que esto sea inspirador para el resto de las compañías: con políticas y hechos claros se puede alcanzar esta paridad y sostenerla. Queremos brindar las mismas oportunidades para que la paridad se dé en forma orgánica, porque tiene que ser sostenible.

 

“Queremos dar las mismas oportunidades para que la paridad se dé en forma orgánica, porque tiene que ser sostenible”

 

¿Cuáles fueron tus mayores logros en el puesto hasta ahora?

Yo entré en el medio de la pandemia. Recibí el llamado de mi jefe diciéndome “Te quiero en esta posición”. Yo estaba trabajando a distancia, con toda esa incertidumbre que vivía la sociedad en ese momento. Por eso, uno de mis principales logros fue adaptarme rápido al contexto. No fue fácil, tenía que liderar sin esa presencialidad a la que todos estábamos acostumbrados, ver cómo empezar a influir y qué herramientas usar para liderar un negocio de esta envergadura. Debimos ser ágiles, cambiar los procesos de trabajo. Eso fue un desafío. Y el mayor logro creo que es balancear lo que te decía al principio: la agenda del corto y el largo plazo. Acabamos de lanzar una nueva marca de bebida energética, Rockstar, muy importante en el país; Gatorade Sin Azúcar; RECO, la primera botella reciclada. Todo lo hicimos en un ambiente de pandemia, adaptándonos y siendo flexibles. Estoy orgullosa de contar con un equipo que planea día a día para lograr algo superador y que tenga un impacto positivo. Hoy, después de la pandemia, tanto la división de Bebidas como la de Comidas están creciendo en el país, y ese crecimiento es un círculo virtuoso, porque genera un impacto más positivo.

 

Para terminar, ¿cómo te ves de acá a cinco años?

Me veo en PepsiCo, porque los valores de esta compañía son muy compatibles con los míos. Cuando se da eso, cualquier persona tiene ganas de quedarse en un lugar. Me veo, por qué no, con mayor responsabilidad, llevando todos estos proyectos de la Argentina al mundo. Me veo parte de una compañía que va a buscar ser más rápida, más fuerte y mejor.

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