Mujer de acción

Carolina Stanley es Ministra de Desarrollo Social de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, desde donde trabaja para mejorar la vida de los más vulnerables. La funcionaria cuenta cómo colaboran las empresas y los desafíos de su gestión.

La intensidad del mundo político no parece haber dejado huellas visibles en el rostro de la Ministra Stanley. Tiene la mirada relajada y las manos perfectamente cuidadas. De impecable negro, recibe a PRESENTE con un look informal que condice con sus 38 años recién cumplidos. Detrás de esta mujer de sonrisa fácil, vive una apasionada de sus creencias que admite no parar nunca de pensar cómo mejorar la condición de los más vulnerables. A pesar de que creció en el seno de una familia acomodada, su padre fue Presidente del Citibank y estudió en el exclusivo colegio Saint Catherine; Stanley siempre se interesó por los más pobres y por hacer justicia. Será por esto que nunca dudó de que quería ser abogada. Estudió la carrera de Derecho en la Universidad de Buenos Aires (UBA), cursó estudios en Valencia y en Estados Unidos, donde participó de un programa de “intercambio de jóvenes líderes” y trabajó en Cancillería. En el camino, la política le iba gustando cada vez más y se colaba por todos los aspectos de su vida. Su marido, Francisco Salvai, es Jefe de Gabinete de María Eugenia Vidal. “Estoy todo el día pensando cómo hacer para llegar a los más necesitados”, asegura Stanley.

¿Qué la llevó a dedicarse a la política?

Siempre me interesó lo social, el tema del Estado, la participación de las políticas públicas. Empecé trabajando en Cancillería y cursé una materia que me marcó un montón para hacer lo que hago hoy, que es Derecho Penal Juvenil. En ese momento, comencé a trabajar con la actual Vicejefa de Gobierno, María Laura Leguizamón, que trabajaba en la provincia con el Consejo del Menor de la provincia de Buenos Aires. Creo que me metí de lleno en la política en el 2003, trabajando en la campaña de uno de los candidatos para Jefe de Gobierno de la ciudad. En 2007 ya era Directora General de Fortalecimiento de la Sociedad Civil del Ministerio de Desarrollo Social, cargo que ocupé hasta fines de 2009.

¿Cómo se relacionan las empresas con los programas de RSE que desarrolla su Ministerio?

Tuve muy buena experiencia con todas las empresas que se han acercado. Todas lo hicieron desde un costado social sincero, con ganas de acompañar. Incluso nos piden que las orientemos a la hora de invertir o colaborar. Tienen muy buena predisposición. Desde el Ministerio, intentamos canalizar proyectos sociales que les interesen. Como, por ejemplo, proyectos de voluntariados corporativos. Tenemos un centro de postas sociales y centros digitales donde la gente de Telefónica nos manda voluntarios desde 2009, y nos dan cursos y capacitaciones en estos centros digitales. Después contamos con proyectos que tienen que ver con la inclusión laboral. Trabajamos con Manpower en lo relacionado a primeras entrevistas, cómo deben foguearse aquellos que buscan trabajo, etc. También tenemos un convenio con Securitas, Supermercados Día, empresas que tienen rotación alta de empleados como son los repositores o gente de seguridad. Lo que hacemos es mandarles los currículum de la gente que participa de algunos de nuestros programas. Después tenemos otra línea de trabajo que está relacionada con aprovechar espacios de capacitación. Por ejemplo, Unilever brinda cursos en capacitación y en alimentos. Entonces nos capacita a gente que trabaja en comedores comunitarios en manipulación de alimentos, higiene. También trabajamos con Nestlé, Coca-Cola, Hospital Alemán y Banco Itaú, entre otras empresas. Por ejemplo Procter & Gamble se sumó con la donación de productos para el armado de la Red Primeros Meses, y recibimos 5000 paquetes de pañales para recién nacido, 5000 cambiadores y 5000 babitas.

Las empresas colaboran. ¿Qué parte les toca a los políticos para que mejore el escenario social?

Creo que el proyecto de garantizar un piso mínimo de ingresos para toda la familia y desde ahí poder construir el crecimiento y el desarrollo es fundamental. Es necesario generar programas que puedan compatibilizar el empleo y alguna ayuda social. Hay muchos trabajadores que quizás tienen un empleo, pero con una familia numerosa no les alcanza. Entonces poder compatibilizar el sueldo con una ayuda social es fundamental para que el jefe de la familia viva tranquilo y pueda escolarizar a sus hijos. Hay que seguir promoviendo la educación y la igualdad de oportunidades. Esto es fundamental para que puedan elegir su proyecto de vida. Cualquier mercado formal de trabajo exige mínimo el secundario.

¿Por qué está tan complicado el escenario social? ¿Qué está faltando?

La situación social se complejiza porque no se trata solo de una situación puntual de pobreza que se soluciona con un subsidio para llegar a fin de mes. Todas estas familias, por el avance de la violencia, de las drogas y del narcotráfico, están atravesadas por estas problemáticas. Es necesario que se aborde integralmente a cada familia. Acompañarlas desde que nacen sus hijos y hasta que cumplen 4 años, como hacemos en los centros de primera infancia, para que ese chico pueda crecer con las mismas oportunidades que cualquier otro de la ciudad. También es importante saber si esas familias están atravesando una situación de violencia, si tienen otros hijos, si tienen algún problema con algún adulto mayor que quizás se encuentra en una situación de desventaja.

¿Cómo los acompaña el Ministerio que encabeza?

En violencia de género contamos con un programa a través del cual acompañamos a la mujer desde que se anima a hablar, sin necesidad de hacer una denuncia formal y escrita, y tenemos desde dispositivos tipo refugios que nadie sabe dónde quedan, hasta casas de medio camino, donde después pueda estar y empoderarse; además se la acompaña con talleres, búsqueda de trabajo y después todos los beneficios del Ministerio para que salga adelante. Cada caso es un caso en sí mismo. Depende mucho del tiempo en el que hayan estado viviendo esta situación de vulnerabilidad y de sus herramientas personales. Tratamos de que recobren la autoestima perdida.

¿Cómo está la ciudad en materia de desarrollo social? ¿Cuáles son sus desafíos?

Uno de los desafíos más grandes que tenemos es integrar las prestaciones. Esta sensación de poder acompañar a cada familia a lo largo de su vida. Me parece fundamental fortalecer los programas de primera infancia. También acompañar la etapa de la adolescencia, que es muy difícil, esto hace una diferencia muy grande.

¿Qué es lo que más le gusta hacer como Ministra cuando no está en su escritorio?

Me apasionan muchas cosas, desde visitar los centros de primera infancia y ver que muchas de las mujeres que hoy tienen una guardería eran referentes de un comedor comunitario. Me encanta estar con las adolescentes. Hace poco llevamos a los chicos que están haciendo un taller de circo social al teatro para ver una función de Stravaganza (obra protagonizada por Flavio Mendoza).Verles las caras, verlos soñar, los ojos que les brillan, es inigualable. Cuando voy a un centro de día para la tercera edad, salgo emocionada. Ayer estuve con una mujer de 87 años que hacía un taller de baile. Los abuelos están contentos, porque van todos los días de 9 a 4 de la tarde y se sienten bien. Todo esto que te conté me llena muchísimo.

¿Por qué cree que la educación pública está tan bastardeada?

Hay dos cuestiones. Una es lo que pasa todos los días en las escuelas públicas y lo que se armó políticamente. En las escuelas de la ciudad se mejoró mucho la infraestructura, y los alumnos tienen computadoras que pueden usar en sus hogares, algo que les da muchas posibilidades a ellos y a sus familias. También estudian inglés desde primer grado. Estamos en un camino. Sea cual sea el porcentaje de chicos que no terminan el colegio secundario, nos obliga a todos a trabajar con esos chicos para retenerlos en el sistema educativo. Se hizo mucho para levantar el nivel y hay mucho para hacer.

¿Sueña con ser Presidenta de la Nación?

(Risas) ¡Qué pregunta! Estoy como Ministra hace dos años, si todo sigue bien, tengo para dos años más, seguro. No te voy a decir que no me gustaría, pero no es una meta que estoy construyendo hoy. Pero nunca digas nunca. Nunca hay que dejar de soñar.

El aporte corporativo

La RSE resulta un valor fundamental para el Ministerio de Desarrollo Social. Aquí algunos de los programas que se realizaron durante el 2013:

  • En el mes de abril se llevaron a cabo dos funciones especiales de la película El reino secreto a las que asistieron alrededor de 600 niños y niñas que asisten a los Centros de Primera Infancia, como así también los del Hogar del Valle.
  • Se realizó una cena que fue preparada y servida por Robert Petersen, y sus colaboradores y funcionarios compartieron la cena. La acción fue destinada a personas que se encuentran alojadas en paradores para personas en situación de calle dependientes de la Dirección General de Atención Inmediata.
  • Se organizaron visitas al Museo de los Niños Abasto para los niños de las salas de 3 y 4 años de los Centros de Primera Infancia durante todo el año 2013.

 

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